Más chavismo = más muertes

La controversia que ha generado el tema sobre la cooperación internacional para la resolución del tema Venezuela, hoy víctima de una invasión extranjera por parte de distintos Estados mafiosos como el cubano, el ruso y el chino, además de diversas organizaciones delincuenciales internacionales; en las últimas semanas ha aumentado de temperatura, sobre todo en los canales por los cuales se pueden dar este tipo de debates, por ejemplo, las redes sociales y los medios digitales.

Es conocido, nacional e internacionalmente, que la crisis que vive Venezuela es la peor que haya experimentado país alguno en Latinoamérica, por lo menos, en los últimos cien años. Ya nuestro parámetro como país no es Cuba, si acaso, podríamos vernos en el mismo espejo de Haití, dentro de nuestro ámbito regional. El último reportaje del New York Times que lleva por título “Venezuela’s Collapse is the Worst Outside of War in Decades[1]” hace alusión directa, tanto en relatos como en imágenes, a lo que sufren los habitantes de Maracaibo, Venezuela, a quienes se les ha condenado a vivir una suerte de infierno, quizá, han llevado la peor parte en toda la demencia genocida emprendida por el chavismo contra la ciudadanía. El desastre humano, producto, no de una guerra, sino de la aplicación del “A – B – C” socialista, será materia de estudio para distintas cátedras y líneas de investigación en las próximas décadas, hoy, es necesaria una solución que termine con la causa de la desgracia: el chavismo.

Familias en medio de la penumbra total de forma permanente por la falta de energía eléctrica, seres humanos famélicos en estado de mendicidad, niños en medio de la nada, el mercado de las pulgas, que en otros tiempos era uno de los más variados y coloridos del país, hoy parece una venta ambulante de órganos y carne podrida caldo de cultivo para cualquier tipo de endemias, imágenes de la parálisis y destrucción económica, entre otras, nos invitan a una profunda reflexión. ¿Hasta cuándo los venezolanos deben soportar al chavismo (y a sus colaboradores)?

La desconfianza a los procesos de negociación no es de gratis, o producto de ideas caprichosas que los venezolanos albergan en la mente. Todo lo contrario, es producto de la experiencia acumulada en torno a un conjunto de fracasos sostenidos que involucran la opción de la negociación como método para buscar una solución al problema que viven los venezolanos. Se tiene la sensación de que cada vez que se produce un encuentro entre el chavismo (la usurpación) y el la oposición (hoy gobierno legítimo), el empeoramiento de la vida del ciudadano es exponencial, a la vez que el régimen usurpador avanza sin piedad, de forma intransigente, llevándose por el medio todo lo que encuentra a su paso. Hoy, nuevamente se elige al peor árbitro (Noruega) y a los peores representantes, si es que a alguien representan personajes como Stalin González o Fernando Martínez Mottola.

En la ciencia, las teorías y los métodos adquieren sentido y coherencia sólo cuando intentan resolver problemas, y seguramente, estas teorías y métodos derivarán en nuevos problemas a resolver en el futuro, es decir, la ciencia comienza y termina en problemas. No obstante, esto tiene un aspecto positivo, y es que finalmente el venezolano se ha dado cuenta que esa no es la vía para la resolución del conflicto, seguramente el establishment político también, sin embargo, sus conflictos de intereses no le permiten explorar otras opciones, que quizá los terminen llevando a una situación perder-perder. Acerca de esto, traigo a colación las palabras de Popper (1997) al referirse al proceso de aprender a comprender un problema, y es que no hay manera de hacerlo sino es “tratando de resolverlo y fracasando”. De esta manera, luego de muchos fracasos, el ciudadano ha entendido que esa no es la solución y demanda otra metodología. Por ejemplo, ¿Qué tal si el diálogo no se produce en Noruega, sino en EE.UU., o en Alemania? ¿O en lugar de Mottola y González se envían expertos en negociaciones de Estado? ¿Qué tal si en lugar de negociar unas elecciones o la impunidad del régimen, se negocia su fecha de salida y las condiciones de su salida?

Mientras la gente sufre desde hace dos décadas las desgracias del socialismo chavista, hay quienes intentan torcer la verdad en los “medios de comunicación” y en las redes sociales, haciendo las veces como agentes de distorsión. Lamentablemente, personas que tienen un peso ante la opinión pública, como Moisés Naím, y otros con muy poco peso, como Carla Angola, ambos pertenecientes al mundo de los medios, se han dedicado últimamente a hacer el papel que tanto ellos critican: la policía del pensamiento. Atacan a los venezolanos en el exterior y sus exigencias, catalogándolos de “diáspora digital tóxica”[2]. Esto lo dicen desde el exterior y a través de los medios digitales ¿Quién los comprende?

Mientras tanto, otros con más “horas de vuelo” llaman “Jauría” a quienes levantan su voz contra la insoportable situación:

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Imagen tomada de la red social Twitter, en junio, 02, 2019:   https://twitter.com/thayspenalver/status/1128323267700326401

Pero cuando la ciudadanía responde, quienes se denominan “demócratas”, amparados en sus horas de vuelo como periodistas, en las cuales parecen haber perdido la brújula, expresan con gran desprecio lo siguiente:

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Imagen tomada de la red social Twitter, en junio, 02, 2019: https://twitter.com/thayspenalver/status/1129506673851326464

No hay “burdel” que pueda engañar a la opinión pública, que nadie se confunda, aquí están bien identificados los culpables de toda esta tragedia. Que nunca más se repita la infeliz falacia «El Imperio tiene la culpa» o «La culpa de la crisis venezolana es de Donald Trump y las sanciones», ya que esta tragedia es de larga data. Primero con el criminal Chávez, y ahora con su hijo Maduro, muchísimas han sido las muertes, familiares, amigos, etc., todas muy dolorosas, como para dejarnos pintar la cara, ¡BASTA! Dicha infamia se afirma cuando, por un lado, el carnicero Maduro destina cincuenta millones de euros para la compra de uniformes militares y cincuenta y seis millones más para la fabricación de fusiles, y por el otro, Guaidó y su incongruente administración, pagan unos bonos que la misma Asamblea Nacional había catalogado de ilegales por haberse adquirido sin la aprobación del ente legislativo. Dicha secuencia de acciones criminales y obscenas se desarrollan en el marco de una crisis sanitaria y hospitalaria, en la cual niños mueren de forma indolente en el Hospital J.M. de los Ríos en Caracas, a la espera de un trasplante de órgano[3].

Tweet III
Imagen tomada de la red social Twitter, en junio, 02, 2019: https://twitter.com/GabyGabyGG/status/1131733680655880194
Tweet IV
Imagen tomada de la red social Twitter, en junio, 02, 2019: https://twitter.com/mdebarrosf/status/1131558329988390913

No sólo los niños están muriendo, semanas atrás también le tocó, entre otras víctimas de la represión del régimen, a Gustavo Ramayo, estudiante de la Universidad Central de Venezuela (UCV)[4]. Ahora bien, Juan Guaidó, teniéndolo todo por ganar, ¿Cómo desperdicia un capital político tan importante, tan sólo en cuestión de horas? Pareciera que poco importan los ciudadanos y sus necesidades, porque hay algo que tiene mayor peso y con lo que tienen un mayor compromiso. No podemos dejar de pensar en que existe una vinculación directa entre tenedores de bonos, sus gestores y aquellos que, desde la esfera política, se prestan para los más oscuros intereses, bajo la máscara de supuestos entendimientos y acciones de piratería política como la “operación libertad”. Nuevamente, la transición se convierte en transacción.

Tal como indica Clark (2019), cuando cita una oración repetida por los Cadetes de West Point que reza Danos el coraje que nace de la lealtad a todo lo que es noble y digno, que desprecia el compromiso con el vicio y la injusticia, y no conoce el miedo cuando la verdad y el derecho están en peligro, “el valor de actuar para el bien y como la autoridad moral es en sí misma la fuente más profunda de poder”[5].

Igualmente, es infame el argumento esgrimidos por algunas personas: «si los americanos nos invaden, quienes apoyan la invasión, deben ir al frente de batalla». Eso sería similar a pedirle a quienes están apoyando el diálogo en Noruega, que donen sus órganos a quienes esperan trasplantes mientras se ponen de acuerdo chavismo y «oposición». Igualmente falaz es, ya que el país se encuentra, como se dijo al principio de este escrito, invadido por factores delincuenciales internacionales. En todo caso, no sería una invasión, sería una redada policial contra delincuentes.

Decir que no queremos ver misiles volando sobre nuestras cabezas, es producto, en parte, de la ignorancia o  de manipulación. Hoy dichas operaciones militares, son estrictamente operaciones cuasi quirúrgicas, emulan al mundo militar con el campo de la medicina, atacando blancos precisados con mucha anterioridad, llevadas a cabo con finas estrategias y tecnologías utilizadas para tal fin y evitar la menor cantidad de daños colaterales posibles, y de haber bajas, serán precisamente las que el carnicero y su banda chavista se disponga a hacer contra la población civil, ese ha sido su plan siempre, causar el terror y la muerte. Quien observa que se equivoca, y lo hace de buena fe, pues rectifica. El chavismo vino a matar y lo hacen con toda la mala intención. De allí la máxima irrefutable:

Más chavismo = Más muerte

Por: Orlando Figuera

@ofiguera

orlando.figuera@gmail.com

Archivólogo y MSc en Comunicación Social de la UCV

Profesor en la Escuela de Bibliotecología y Archivología de la Facultad Humanidades y Educación, UCV

REFERENCIAS

[1] Kurmanaev, Anatoly (2019). Venezuela’s collapse is the worst outside of war in decades, economists say. En: The New York Times [Periódico en línea]. Recuperado de: https://www.nytimes.com/2019/05/17/world/americas/venezuela-economy.html (Consultado en mayo 18, 2019).

[2] EVTV Miami (2019). ¿Eres parte de la diáspora digital tóxica? Habla Moisés Naím – Aló B Noches EVTV – 05/21/19. En: EVTV Miami [Video en línea]. Recuperado de: https://youtu.be/M-uC0ZS1daY (Consultado en mayo 21, 2019).

[3] Pineda Sleinan, Julett (2019). Muere niño a la espera de un trasplante de médula en el J.M. de los Ríos. En: Efecto Cocuyo [Medio digital]. Recuperado de: http://efectococuyo.com/salud/muere-nino-con-leucemia-en-el-j-m-de-los-rios-a-la-espera-de-un-trasplante-de-medula/ (Consultado en mayo 6, 2019).

[4] Maduradas (2019). Murió el estudiante de la UCV Gustavo Ramayo tras padecer rara enfermedad respiratoria por inhalar gases lacrimógenos en protestas. En: Maduradas [Medio digital]. Recuperado de: https://maduradas.com/doloroso-murio-estudiante-la-ucv-gustavo-ramayo-tras-padecer-rara-enfermedad-respiratoria-inhalar-gases-lacrimogenos-protestas/ (Consultado en mayo 20, 2019).

[5] Clark, Wesley K. (2019). What Happens When Our Leaders Lack Moral Courage: Power is acting for good — and knowing when you should. En: The New York Times [Periódico en línea]. Recuperado de: https://www.nytimes.com/2019/05/23/opinion/power-moral-courage.html (Consultado en mayo 23, 2019).

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Cambio Universitario. Junio, 2019

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La sociedad del conocimiento, la brecha digital y los satélites artificiales venezolanos

La sociedad del conocimiento, la brecha digital, el futuro de un país está en una generación de relevo capacitada, sin embargo, la realidad supera la ficción. Mucho se ha dicho sobre la sociedad de la información y la sociedad del conocimiento y también, no cabe duda que las brechas cognoscitivas y digitales, son una realidad ineludible desde un enfoque prospectivo en materia a la nueva web 2.0, este es el caso que atañe a los satélites artificiales venezolanos “VENESAT-1”, o mejor conocido como: el “Simón Bolívar”, el “Miranda” y el “Sucre”. El primero, adquirido para cubrir la brecha digital de Venezuela, lejos de ello se desvirtuó para ser objeto de uso militar y educativo, quedando relegado, finalmente, al simple uso propagandístico. En cuanto al satélite Venezuelan Remote Sensing Satelite (VRSS-1) que lleva por nombre Satélite “Miranda”, trata sobre la observación remota y la toma de imágenes digitales de alta resolución para fines de estudios geográficos, agrícolas, hídricos, sismología y planificación urbana, y por último, el VRSS-2 Satélite “Antonio José de Sucre”, que según Tarek El Aissami se utilizaría como herramienta para planificación de proyectos en áreas agrícolas, salud, energía, seguridad alimentaria, gestión de riesgos socio-naturales y seguridad ciudadana.

La intención de este artículo, es dar una mirada a los proyectos de innovación en Venezuela y reorientarnos a lograr que la brecha digital y cognoscitiva sea superada o al menos reducirla, a través de proyectos educativos apoyados con el uso de los satélites artificiales venezolanos. Estos fueron adquiridos para aprovechar el uso de esta tecnología en diversos sectores de la sociedad. Los últimos años del siglo XX y lo que va del siglo XXI, se enfocan en temas como aplicación del conocimiento en la economía y la mejora de las condiciones de vida. El Estado venezolano, ha empleado recursos, tiempo y capacitación de personal para que, a través de satélites artificiales, se obtengan datos para la toma de las decisiones que mejore y fortalezca todos sectores de la sociedad. Sin embargo, no se observen avances en los sectores que aprovecharían esta tecnología.

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Ficha técnica del Satélite «Simón Bolívar», el primero adquirido por Venezuela. Imagen cortesía de misistemasolar.com.

Desde el año 2008 hasta el 2017, Venezuela compró tres satélites a China. El primero, llamado “Simón Bolívar”, fue lanzado en octubre de 2008, posteriormente  el “Francisco de Miranda” en septiembre de 2012, y por último, el “Antonio José de Sucre” en octubre de 2017 (O.L.P., 2017). Ahora bien, los objetivos del satélite “Simón Bolívar” VENESAT-1, fueron los siguientes:

  1. Facilitar el acceso y transmisión de servicios de datos por Internet, la web 2.0.
  2. Telefonía, televisión, telemedicina y tele educación[1]. En lo relativo a la transmisión servicio de conexión satelital de internet, ABA satelital, permitiría sentar las bases para el desarrollo autosostenido, la provisión de comunicaciones supone una reducción de costos y ampliación de cobertura para las redes de video, voz y datos.
  3. Telemedicina: El envío y recepción de radiografías, ultrasonidos, resonancias magnéticas y mamografías de personas que se encuentran muy lejanas de los centros primarios de atención en salud. Esto para garantizar el tratamiento de la población de forma inmediata.
  4. Teleducación: Educación hasta las regiones más remotas a través del uso de la tecnología para enviar paquetes digitales de programas educativos.

Este último objetivo, es base para mejorar la conectividad en la educación a distancia en las regiones más apartadas del territorio.

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Lanzamiento del Satélite «Antonio José de Sucre». Imagen cortesía de misistemasolar.com.

Algunos datos que vale la pena destacar sobre el satélite “Simón Bolívar”, es la enorme inversión (400 millones de dólares, según las especificaciones de la Unión Internacional de Telecomunicaciones) para su compra y, sin embargo, desde el inicio, este satélite atravesó por una satelite-simon-bolivar10suerte de tropiezos tales como: no se transmitió ni se recibió su servicio en Venezuela, sino por el contrario, la transmisión alcanzó a los países centroamericanos y del Caribe más toda Suramérica (exceptuando Chile y Argentina). Estos países se beneficiaron del servicio, sin pagar durante un periodo indeterminado por el uso, mientras Venezuela, debía continuar pagando el satélite internacional, luego de corregir el problema técnico, su uso se destinó al control social vinculado al uso de otras tecnologías provenientes de China, alejándose así de su objetivo real.

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Información sobre el Satélite «Miranda». Imagen cortesía de Verde Periódico Ecológico

Por otra parte, en cuanto al Satélite “Miranda”[2], Venezuelan Remote Sensing Satelite (VRSS-1), su objetivo fue obtener datos del desplazamiento de fuerzas militares, detectar recursos naturales y actividades como minería y cultivos ilegales. En sus inicios, se dieron entrenamientos de personas de diversas áreas vinculadas con actividades catastrales, ubicación de cultivos ilícitos, pistas de aterrizaje improvisadas para fines ilícitos dentro del territorio venezolano. Sin embargo, no se posee un libro o catálogo de la llamada: “cromatografía del trópico”, es decir: es la clasificación de las plantas, y sus longitudes de onda. Según el tipo de vegetación, visto desde el satélite permite identificar con precisión, las plantas, árboles y ríos, gracias a la descomposición de la luz en diferentes colores y sus respectivas longitudes de onda. Esta información es útil, para las siembras, el impacto para las comunidades y el intercambio de conocimientos, estudios geológicos, agronómicos, científicos y académicos. Los satélites artificiales venezolanos son sub-utilizados por los organismos públicos, la academia o instituciones que desarrollan actividades geo-ambientales, educativas y relacionadas con la telemedicina, todas áreas necesarias para el país (O.L.P., 2017) Entonces, ¿Cómo podemos hacer uso de esta tecnología, como herramientas efectivas para reducir la brecha digital, la cognoscitiva y cumplir con los “Objetivos del Milenio”? Retomando los objetivos para los cuales estos satélites fueron concebidos, como la educación o tele educación para llegar a lugares remotos con uso de la web 2.0 y 3.0, desarrollar la telemedicina en el caso del Satélite “Simón Bolívar” o detectar actividades ilícitas dentro del territorio de Venezuela, actividad posible a través del uso del Satélite “Miranda”.

Finalmente, el Satélite “Antonio José de Sucre”, podría ser utilizado por la organización de los países amazónicos conocido como (OTCA)[3] para monitorear la calidad de agua de ríos, así como, los efectos negativos medio ambientales por la desforestación, cambios en el ecosistema y los abusos del Arco Minero del Orinoco. En tal sentido, El Aissami (2017), afirmaba que “Nuestros satélites, estos satélites, son satélites para la liberación, para constituir y preservar la vida, la defensa de los pueblos, no para conquistar. Nuestro pueblo, el pueblo de Venezuela está caracterizado por ser un pueblo digno e independiente y hoy seguimos haciendo verdadero ejercicio de nuestra la soberanía”. En tal sentido, por el balance que aquí se expone, podríamos afirmar que es muy poco el impacto que dicha inversión ha tenido en el devenir de la ciudadanía y en el desarrollo de las actividades productivas del país.

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Ficha técnica del Satélite «Antonio José de Sucre», el tercero adquirido por Venezuela. Imagen cortesía de Ciudad Caracas.

Conclusiones

En resumen, estos satélites son una tecnología que puede salvar las distancias geográficas, educativas, e incorporarnos de manera gradual y eficiente a la sociedad del conocimiento. Si bien es cierto, que los satélites cuentan con un tiempo de vida útil de 12 años, a la fecha aún se podrían utilizar y con la información recabada -aún sin procesarse- ser usada en el cumplimiento de los “Objetivos del Milenio”, con los beneficios que pueden brindar a la sociedad en el diagnóstico y la salud preventiva, con el acceso a los lugares más remotos de nuestra geografía, de forma tal que se logre reducir brechas digitales y cognoscitivas de caras a este nuevo milenio. Por el contrario, el nulo impacto de estos satélites artificiales en la sociedad venezolana, muestran que otras fueron las prioridades.

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[1] ABAE es la Agencia Bolivariana de Actividades Espaciales, es un organismo del Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología encargado de desarrollar y llevar a cabo las políticas del Ejecutivo Nacional de Venezuela respecto al uso pacífico del espacio exterior.

[2] La autora del presente artículo, asistió a varios cursos realizados en Venezuela, en la Dirección de Geografía y Cartografía de las Fuerzas Armadas (DIGECAFA) junto con la Agencia Bolivariana de Actividades Espaciales (ABAE) sobre la “Percepción remota y el procesamiento de imágenes digitales del satélite Miranda”, con la finalidad de clasificar los archivos e integrarlos a un banco de imágenes de la Comisión Presidencial Negociadora (CONEG) entre Colombia y Venezuela, que existe desde el 14 de julio de 1990, “es la instancia competente para negociar la delimitación de las áreas marinas y submarinas”.

[3] La Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), es un organismo internacional multilateral de carácter ambiental que pretende promover la perversión natural de la Amazonia.

Referencias

Agencia Bolivariana para Actividades Espaciales (ABAE) (2019). En ABAE (Documento en línea). Disponible en: http://www.abae.gob.ve/web/ (Consultado en 12 de enero, 2019).

O.L.P. (2017, octubre 10). “Ninguno de los tres satélites beneficia al país”. En El Nacional (Noticia en línea). Disponible en: http://www.elnacional.com/noticias/sociedad/ninguno-lostres-satelites-beneficia-pais_206960 (Consultado en 5 de enero, 2019).

Wikipedia (2019). VENESAT-1 (satélite). En Wikipedia: la enciclopedia libre (Documento en línea). Disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/VENESAT-1_(sat%C3%A9lite) (Consultado en 5 de abril, 2019).

El Impulso (2017). Tercer satélite venezolano Antonio José de Sucre está en órbita. En El Impulso (Noticia en línea). Disponible en: https://www.elimpulso.com/2017/10/09/tercer-satelite-venezolano-antonio-jose-sucre-esta-orbita/ (Consultado en 10 de mayo, 2019).

Por: Elizabeth Wright

https://orcid.org/0000-0002-6097- 9682

@tiabrujula

elizabethwright133@gmail.com

Especialista en Gerencia en Tecnología de Información

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Cambio Universitario. Mayo, 2019

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Caracas, Venezuela: Universidad Central de Venezuela (UCV).

La amoral «Doctrina Magdaleno»

Llamo doctrina Magdaleno al enfoque político según el cual es inevitable e imperativo la negociación hasta con los regímenes más extremo-totalitarios, con el fin de lograr una transición pacífica hacia la democracia. Se trata de una corriente que agrupa a muchos partidos, organizaciones y conocidas personalidades en Venezuela.

La denomino “Magdaleno” por cuanto ha sido el profesor de la Escuela de Estudios Políticos de la UCV, John Magdaleno, quien más se ha esforzado por sustentarla académicamente y difundirla como parte de su trabajo profesional como asesor político. En absoluto se trata de algo personal en contra del profesor, es importante subrayarlo. Necesitaba un nombre para reunir las diferentes tesis que creen, convergen y abogan por una posible la transición pacífica, por caminos que van desde una negociación entre las élites hasta la estrategia propuesta de Gene Sharp.

Esta doctrina argumenta que es posible la negociación privada entre las élites de poder. Se apoya, en un proyecto de investigación basado en estudio de casos que denomina “transiciones políticas”. Afirma que, de los 88 casos que dicha investigación ha registrado, 54 se clasifican como transiciones pacíficas exitosas, de regímenes autoritarios a sistemas democráticos. Además, sólo 17 del total de casos lograron transiciones mediante intervenciones militares.

Muchos dirigentes políticos venezolanos y extranjeros han insistido en la tesis de la negociación, intentada en varias oportunidades, como la única vía válida para superar la, a todas luces, espantosa crisis social y humanitaria que sufre Venezuela. Todos esos intentos han fracasado. Y ello obliga a poner en duda el enfoque no sólo por sus resultados, sino además por lo idílica e ingenua argumentación con la que suele sustentarse.

Nada más deseable que la resolución no violenta de una tragedia nacional como la venezolana, ni nada más dulce a los oídos de los ciudadanos, agotados y aturdidos por tanta violencia y deterioro social, que el escuchar sobre posible fin del régimen chavista, que lleva ya 20 administrando la riqueza pública más colosal del continente con resultados tan terribles en pobreza y atraso. En consecuencia, la dura realidad impone desechar esas ilusiones y echar mano a otras consideraciones.

La brevedad de espacio para este artículo obliga a ir directo para argumentar sobre el duro título que propongo. Mi propósito es refutar esta doctrina por considerar que acepta y promueve la barbarie. El espacio alcanza ahora para abordar un solo punto, la base fundamental de la misma: la exclusión de todo criterio deontológico en la negociación política. Luego expondré otras refutaciones también importantes.

Bien vale detenernos un párrafo para aclarar por qué uso la palabra amoral y no inmoral. Es sutil la diferencia entre ambos términos. Pero amoral sería todo aquello que carece o ignora la moral, mientras que inmoral es el acto de transgresión premeditada y consciente de las normas morales. Y como sabemos estas normas morales son la fuente de los valores y la ética.

Argumento que la doctrina es en efecto amoral porque, en palabras del propio Magdaleno, propone que las negociaciones políticas, y por tanto la política misma, son actos puramente prácticos o pragmáticos, que deben prescindir de “apasionamientos” románticos. A eso, a los apasionamientos es que se reduce la moral y la ética en dicha doctrina. Quienes anteponen razones éticas o de derecho como parte esencial en dinámica y las relaciones políticas son tildados de “radicales”. Los radicales deben ser ignorados o apartados en lo posible, porque harían imposible que las negociaciones de partes en conflicto se lleven a cabo y culminen exitosamente.

Es en este punto, justamente, donde se encuentra la mayor debilidad, o mejor dicho, la aberración amoral de la doctrina Magdaleno. Paso a explicar por qué afirmo esto:

La historia de la humanidad puede describirse como una dilatada confrontación entre barbarie y civilización. A medida que nos acercamos al presente, la civilización, que no es exclusiva de la cultura occidental, ha logrado expandirse hacia el resto del mundo, superando la barbarie como forma de comportamiento individual, social y político. Aun así, la barbarie predomina en la mayor parte del mundo. Hasta las sociedades más democráticas y menos violentas, persisten focos de barbarie, que se expresan en delincuencia, crímenes, abusos de autoridad y de poder entre otras.

La barbarie existe en la ausencia o debilidad de las normas de convivencia social. Éstas son el tejido moral, ético, legal y tradicional de los acuerdos y costumbres que cohesionan y hacen posible la sociedad. La barbarie incluye también la trasgresión de dichas normas. La civilización, en cambio, surge de la observación de estas reglas y de la mayor o menor percepción de que existen garantías que incentivan su cumplimiento.

Cuando una doctrina, como la que propone Magdaleno y otros, prescinde a conciencia de todo principio deontológico, apelando a razones de practicidad, está sencillamente regresando a la barbarie. Porque fundamentar doctrinariamente las negociaciones con transgresores naturales de las normas de convivencia conduce, inevitablemente al reconocimiento y legitimación de los transgresores, proclamando como inevitable la inmodificable condición bárbara de las relaciones humanas. Y la historia refuta demuestra justo lo contrario.

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John Magdaleno en entrevista con César Miguel Rondón. Foto cortesía de Circuito Éxitos

De no haber surgido normas, derechos de propiedad, derechos generales, moral y principios éticos, la especie humana ya se habría extinguido. Luego de un largo recorrido de carnicería humana autodestructiva, la humanidad tuvo que caer en cuenta y pactar la idea de la tolerancia como un modo de convivencia, es decir, de civilización. Los primeros tratados de regularización de las guerras fueron quizás otro paso importante hacia la civilización, pues los efectos destructivos de los conflictos bélicos solían resultar en amargos colapsos sociales, tanto para los vencidos como para los ganadores.

El progreso de las normas básicas de convivencia, que a duras penas evoluciona lentamente a lo largo de la historia, ha ido imponiendo parámetros de comportamiento en la barbarie. Muchos bárbaros y barbaries hacen un esfuerzo por ocultar, disimular o disfrazar sus actos criminales contra otros seres humanos, estén o no armados.

Pero en los dos últimos siglos, pese a ocurrir en la primera mitad del siglo XX las horribles y colosales matanzas de las guerras mundiales, la racionalidad civilizadora ha alcanzado importantes logros. La Declaración Universal de los Derechos Humanos, en octubre de 1948, y la creación de la Corte Penal Internacional contra los crímenes contra la humanidad, mediante el Estatuto de Roma, son importantes ejemplos.

No obstante estos últimos grandes logros, dos siglos de civilización contrastan en desventaja con los cientos de miles de años de tradición bárbara. La barbarie persiste, sobre todo, trajeada de ideologías. Los regímenes o gobiernos bárbaros, llámense totalitarios o autoritarios, así como los grupos políticos violentos, sólo pueden existir mediante la transgresión de las normas de convivencia. Es decir, mediante la barbarie. Violar leyes, asesinar sin escrúpulos, robar o expropiar bienes, abusar de los impuestos, incumplir contratos, agredir a quienes disientan, y muchas más, son las prácticas esenciales de los totalitarios, de los bárbaros.

Para ocultar la barbarie, los regímenes o grupos políticos transgresores se arropan en las ideologías. Tribalismo, racismo, nacionalismo, socialismo-comunismo, fascismo, fundamentalismo religioso o de género, todas estas ideologías pretenden imponer un sistema de orden para el resto de la sociedad. Si no logran la sumisión voluntaria, lo hacen por la fuerza.

Pacífica o violentamente, estos grupos o gobiernos se proponen una meta en común: el exterminio de la diversidad de otros pensamientos y modelos que les disienten. De eso se trata la historia de la barbarie, de una saga de sometimiento, esclavitud, servidumbre y genocidios.

En el caso de la Venezuela, el régimen chavista monopoliza el poder del Estado autodefiniéndose como de ideología socialista. Y aunque exhiba patrones similares a las criminales experiencias socialistas del siglo XX, el chavismo se destaca como una singularidad, la de ser a un mismo tiempo un grupo político y una sofisticada organización delictiva internacional.

En efecto, a lo largo de 20 años en el poder, el chavismo se ha impuesto con o sin apoyo popular. De eso se encarga el eficiente sistema electoral que ha creado. Usa muchas formas típicas de las ideologías, desde el socialismo elemental hasta las religiones primitivas. Y en especial énfasis pone en el poder que le otorga la complicidad en la corrupción y, en general, la cultura de corrupción, que incluye desde populismo hasta la violencia, el chantaje, la coacción y la tortura.

Como ocurre con otras experiencias socialistas, las crecientes demandas sociales estorban al chavismo. Su éxito relativo, que se mide por su permanencia en el poder, consiste en reducir la presión de dicha demanda social. Y eso sólo es posible con exterminio demográfico, que va desde incentivar las migraciones hasta el genocidio alimenticio, asistencial o las matanzas directas de la represión o de la delincuencia común.

El chavismo lo ha logrado, qué duda cabe. Venezuela exhibe el record migratorio de una quinta parte de su población. Alcanza una altísima tasa de más de 130 homicidios por cada cien mil habitantes y una morbilidad/mortalidad que aún no se pueden calcular, pues las cifras oficiales no existen y las fuentes extraoficiales tan escasas como riesgosas. En Venezuela está en marcha un lento exterminio programado. Así piensa el chavismo. O ellos o ellos. El resto es escoria, ni siquiera seres humanos.

El problema con la doctrina Magdaleno es que reduce a un dogma teórico la singularidad extremadamente peligrosa y transgresora del chavismo. De su abierto propósito de exterminio de lo que denomina la “vieja sociedad capitalista” o “cuarta república”, como la llamaban antes. Son buenos inventando nombres.

Esta reducción dogmática sustrae la condición criminal del chavismo, que Magdaleno llama “coalición dominante”. Con ella hay que negociar. No nos queda otra opción, dicen. Y hay que hacerlo, apostando por el debilitamiento de los factores que integran dicha coalición. Esta tesis del “quiebre” del régimen considera indispensable ofrecer un conjunto de “incentivos” más que de presiones, que animen a las partes internas del chavismo a pactar una transición.

Cita Bernardino

Pero el chavismo no se comporta como un conglomerado de partes, que supongan que, una o más de una de éste lo debiliten o le hagan desmoronar. Por el contrario, el chavismo es una organización monolítica de control central. De muy eficiente funcionamiento, perfeccionado en su tiempo por Lenín, hasta el punto al final de la vida del caudillo soviético haya sido víctima de su propio monstruo. En efecto, todo lo que esté en la periferia o alrededor del chavismo debe obedecer las líneas centrales que constantemente se emiten. De lo contrario es inmediatamente expulsado o purgado, y nunca de buena manera. El terror que pueda sentir un ciudadano común al disentir del chavismo no se compara con el pánico de un chavista cuando difiere de sus caudillos. De acuerdo con este enfoque, el chavismo nunca va a quebrarse, a menos que su fuente de poder, que son tráfico de drogas, la legitimación de capitales y demás actividades de corrupción y delincuencia decaigan o cesen. Mientras este inmenso flujo de dinero se mantenga, el chavismo encontrará modo de renovar disidencias en sus filas. Y esto no ocurrirá espontáneamente.

Por otra parte, el chavismo no ha hecho otra cosa que transgredir ¿Qué garantías puede ofrecer su palabra para cumplir un acuerdo negociado de salida pacífica del poder? ¿Qué incentivos se le ofrecerían: impunidad, reconocimiento político? ¿Qué presiones se le aplicarían: protestas, aislamiento internacional, sanciones financieras?

Hasta ahora, todas estas opciones se han aplicado sin resultados. El chavismo no se quiebra. Se reinventa con nuevas rutas de financiamiento. Se renueva con purgas. El chavismo sigue adelante, sin rubor alguno, con su plan de exterminio. El chavismo no atiende a moral ni a ética alguna y, prescinde de los valores más elementales.

Un ejemplo de falsa e ilusoria transición pacífica fue el Acuerdo de Paz entre el gobierno del premio Nobel Juan Manuel Santos y las guerrillas terroristas de las FARC, en la vecina Colombia. Rechazado en referéndum, fue igualmente impuesto por acuerdo político. Hoy, la violencia continúa. Los jefes guerrilleros ostentan gentiles y acaudaladas jubilaciones, disfrutando de la impunidad de aforados curules de senadores. Muchos antiguos guerrilleros se siguen dedicando a actividades delictivas. No conocen otro oficio. Pero, además, a los jefes les fue tan pero tan bien…

Conociendo el comportamiento chavista, su completa ausencia de escrúpulos y valores humanos, alimentada por la ideología del odio de sus entrañas, es muy improbable que negocien su salida pacífica del poder. Ni siquiera permitiéndole mantener su estructura organizacional, paramilitar y financiera. Quitando el enfrentar la justicia, ofrecerle cambiar voluntariamente a una vida honesta, respetuosa y productiva resulta infantil en extremo luce, cómo decirlo, como una ficción.

Los incentivos que la doctrina Magdaleno propone como indispensable en la negociación oposición-chavismo implica una altas dosis de impunidad que, últimamente, llaman “amnistía”. Es aún muy poco, sostiene el mismo profesor Magdaleno, pues debe haber, agrega, otros ofrecimientos. Y esas ofertas deben pactarse en secreto. La opinión pública es tóxica.

El problema con la doctrina Magdaleno es que acepta la sobrevivencia del chavismo en una posible vuelta a la democracia. Pero el chavismo nos es un grupo político. Es un programa totalitario de exterminio social. La democracia jamás será posible mientras un grupo político como el chavismo, o como cualquier otro similar, actúe, influencie y disfrute de plenos derechos en el país. Igual ocurriría con cualquier otra nación. Ya sabemos que, como toda ideología socialista, tiene vocación global. El chavismo, ya lo sabemos, ha despilfarrado fortunas en su intento por de expandirse en América y más allá.

Resulta francamente ridícula la idea de negociar con organizaciones tan extremistas algún tipo de comportamiento moderado. Pedirle a Jack El Destripador unas puñaladas menos no le hace el buen Jack. La política no es exterminio mutuo o unilateral, como es este caso que nos ocupa. La política es negociación, acuerdos y, sobre todo, confianza en que se observarán dichos acuerdos. Requiere que las partes renuncien a imponerse a las demás. Abandonar toda aspiración totalitaria.

Para que sea posible, la democracia se requiere la racionalidad de la convivencia y el necesario respeto a sus parámetros. El fracaso de las democracias del siglo XX estriba en la amplitud libertaria que ha permitido la participación de fuerzas políticas ideológicas de exterminio que, una vez que arriban al poder, se dedican a destruir la democracia, la convivencia y la población que disidente.

Quien esto escribe fue testigo de una organización que se jactaba de poseer una cara “legal” y otra “clandestina”. La legal participaba en elecciones. La clandestina secuestraba empresarios y asaltaba bancos para financiarse. Esos dineros los despilfarraban en extravagantes viajes y reuniones los jefes de cada partido “revolucionario”, como decían.

La doctrina Magdaleno es amoral porque justifica lograr un acuerdo con este grupo político-delictivo prescindiendo de estorbosas peticiones morales. Lo peor, es que nada garantiza que el chavismo cumpla con palabra alguna, porque nunca lo ha hecho.

Si el chavismo ofrece unas elecciones a cambio de impunidad, sumisión y reconocimiento, es porque las va a ganar fraudulentamente o no las va a llevar a cabo. En ambos casos, lo sabe, las fuerzas opositoras se van a desprestigiar y a debilitarse en su base popular y ciudadana. No importa el candidato ni las condiciones, como afirma la doctrina Magdaleno, sino lograr unas elecciones que, tal como ocurrió con las que se han celebrado después de 2015, fueron un desastre para la oposición.

Tengo muchas otras refutaciones que anteponer contra esta nefasta doctrina. Lamentablemente, anida en las universidades barnizadas de académicas. Instituciones que, por cierto, están excluidas o autoexcluidas de la agenda del país. Ese otro tema. Espero la oportunidad de exponer otros argumentos, con más detalle. Sirva, por lo pronto, este primer punto de la amoralidad de la doctrina como primera contrastación. Y por ello, irremediable su condena al fracaso.

Si en Venezuela se impone la tesis de la negociación, bajo el enfoque de la doctrina Magdaleno y otras similares, tendremos chavismo para mucho tiempo. Porque, por un lado, el chavismo está armado y armándose cada vez más, con el apoyo de las naciones forajidas como Rusia y China. Mientras que por el otro, la oposición desarmada y pacifista, convocando a una ciudadanía cada vez más famélica, agotada y temerosa de la represión.

No importa lo que digan académicos ilustres ni políticos experimentados. No importa lo que repita el dogma pacifista. Ninguna negociación resulta cuando una de las partes es victimaria y poderosa y la otra es víctima y débil. La ventaja la tienen los primeros y ellos impondrán lo que les venga en gana. El horror se perfumará luego con la propaganda.

Esta es parte esencial del actual debate en la oposición venezolana, entre los Chamberlain y los Churchill. Al parecer, van ganando los primeros. Lamentablemente.

Por: Bernardino Herrera León

http://orcid.org/0000-0003-4790-8588

@herreraleonber

herrerabernardino@gmail.com

Historiador y comunicólogo. Investigador docente, ININCO, FHE-UCV.

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Cambio Universitario. Abril, 2019

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Caracas, Venezuela: Universidad Central de Venezuela (UCV).

La historia en espiral

Luego del afianzamiento de la revolución cubana a manos de los sanguinarios hermanos Castro, para la década de los 60 y 70, cuando se alertaba que dicho proyecto comunista no sólo estaba destinado a la tristemente célebre “Isla de la felicidad”, y que se trataba en realidad de un proyecto de dominación con alcance continental, muchos, por desconocimiento y otros por solidaridad sentimental e ideológica, tomaban dichas afirmaciones como aseveraciones exageradas y rocambolescas. En Venezuela incluso, los conocidos “abajo firmantes”, los recibían y les daban la bienvenida utilizando los recintos universitarios como tarima para el comunismo[1].

En Latinoamérica, para el momento del advenimiento al poder de los comunistas cubanos, no existían mecanismos para registrar información y establecer comunicaciones tan poderosos como aquellos con los que disponemos hoy en día, no obstante, mucho de lo sufrido por los cubanos, y sus tempranos planes de expansion de la epoca, fueron documentados, y así, a pesar de lo cerrado que resultó ser el modelo de control social e institucional en la isla, se filtró información suficiente de todo aquel desastre hacia la comunidad internacional, previniendo al vecindario de aquella desgracia. Precisamente, la dominicana del General Trujillo, fue de los primeros países en sufrir los embates de los castristas. Pero, como resalto en el párrafo anterior, la revolución contaba en nuestros países latinoamericanos (y no latinoamericanos) con más público y aliados de lo esperado, a tal punto que, años después, siguen contando con mucho apoyo. Una muestra de ello es el usurpador Pedro Sánchez, quien dice ser presidente de España.

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Pedro Sánchez durante una ceremonia en la Plaza de la Revolución. Imagen cortesía de Reuters.

Para el latinoamericano de los años 1970, 1980 y 1990, ser revolucionario, comunista y antiyankee era casi que una moda, como calzar hoy unos zapatos Nike. Dicho experimento social, apoyado por los rusos y con elementos de control propios de la Stasi del nacional socialismo alemán, intentó penetrar países, por las “buenas” y por las no tan buenas. En muchos casos con éxito, como la invasión reflejada en la gran masa procastrista, instalada como bacterias bajo la forma de “intelectuales” en el tejido universitario latinoamericano, y en otros sin tanto éxito, como la propia invasión de Fidel Castro a República Dominicana, o la de aquellos temerarios miembros de la guerrilla que intentaron asaltar e invadir de forma violenta a Venezuela por las costas de Machurucuto y que fueron repelidos, según palabras del propio Rómulo Betancourt, como los delincuentes que eran. No obstante, posteriormente lo lograrían, como diría aquel célebre militar venezolano en el 2002, “sin echar un tiro”. Pero ya lo de Venezuela, a pesar de ser noticia en desarrollo, es historia contemporánea, de la cual es pertinente que otras sociedades aprendan, ya que, hoy, más que nunca, contamos con los medios para hacerlo.

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Recorte de prensa de «El Nacional» correspondiente al 13 de mayo de 1967. Imagen cortesía de medium.com

Tomando esta última aseveración, resulta paradigmático, y a la vez espeluznante, observar cómo, mientras otros que intentan salir de la pesadilla socialista como España (con la reciente victoria del partido VOX en Andalucía), Brasil (con la victoria de Jahir Bolsonaro) y Polonia (con la destrucción de monumentos que hacen apología al comunismo y su prohibición como doctrina política) hacen esfuerzos para no regresar a ese letargo, en otros países como Bolivia, República Dominicana y México, se reproduce la historia venezolana pero a otra velocidad, y en menor escala. No por casualidad, Bolivia y República Dominicana, que coquetean con convertirse en regímenes, resultan ser los más solidarios con el totalitarismo venezolano, a donde quiera que vayan y en el escenario que corresponda defenderlos. El caso de México, con el ascenso del comunista Andrés Manuel López Obrador, hay que revisarlo con lupa, porque los primeros días del mandatario preocupan y señalan tempestades. Pero, revisemos el caso dominicano, porque ya el de la Bolivia del neodictador Evo Morales, no necesita de mayores análisis para constatar que se trata de la instauración de un régimen similar al venezolano, las últimas violaciones a la constitución, aún teniendo el voto popular en contra, así lo indican.

En el caso dominicano, es un buen ejercicio revisar la prensa de cualquier día, y encontraremos fenómenos que se repiten de manera alarmante. Observemos algunos titulares del “Diario Libre” de Santo Domingo del día 18 de septiembre de 2018:

“Conatra dice aumentará precio de los pasajes”. Antonio Marte, presidente de Conatra, dijo que resulta insostenible continuar operando con el actual precio y anunció que no se oponen a que los choferes dispongan aumentos.

“Productores de huevos denuncian crisis en el sector”. La Asociación de Pequeños Productores Avícolas de Moca y Licey afirmó que sufren pérdidas millonarias por ventas de la carne de pollo por debajo del costo.

“Empresarios temen que sus costos aumenten por proyectada crisis de energía”. El Gobierno está en “sesión permanente” para enfrentar la situación y anuncia que destinará recursos para la compra de energía. La población se queja del incremento de los apagones.

“El frente opositor se divide, ¿Se salvará?”. El bloque de partidos de oposición formado luego de las pasadas elecciones está enfrentado y dividido por las posiciones divergentes ante la nueva Ley de Partidos y las decisiones de la Junta Central Electoral (JCE). El PRM ha ignorado los ataques luego de modificar su postura sobre las primarias en la Ley.

“Docentes por contrato, el nuevo conflicto entre Educación y la Asociación Dominicana de profesores (ADP)”. Esos enfrentamientos afectan de manera directa a los estudiantes.

“Fadul plantea que hay que modificar la Constitución”. Ministro del Interior cree es aberración prohibir a Danilo Medina volver a postularse para un tercer período.

“Sectores populares se preocupan por apagones”. Autoridades han anunciado un aumento de las interrupciones.

“Diez suicidios en últimos diez días en Santiago”.

“TC: anular algo a la Constitución es un golpe a la democracia”. El Tribunal Constitucional publicó la sentencia 0352/2018 que establece que solo la Asamblea Revisora puede modificar la Carta Magna.

“Evaluarán desempeño de jueces de la SC que cumplen siete años”. El presidente Danilo Medina convocó ayer al Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) para elegir a cuatro jueces del Tribunal Constitucional (TC) que cesaron en sus funciones.

“Desmantelan banda con armas y drogas”. Las autoridades desarticularon una supuesta banda de contrabandistas de armas de fuego y drogas que operaba en la región Norte, a la que además le decomisaron dinero.

Dichos titulares de la prensa escrita dominicana, evidencian una situación que, sin ánimos de hacer paralelismos, a los venezolanos nos resulta un lugar común. Expropiaciones, corrupción, Odebrecht, enmiendas constitucionales, relaciones cercanas con el gobierno chino, cubanos en organismos de la cultura, cierta indiferencia política por parte de la población, en especial los jóvenes. La relativización de la maldad nunca es buena consejera, y no es sano para ninguna democracia que un Ministro de Interior se involucre en las decisiones de otros poderes, sobre todo en aspectos sensibles como la reelección presidencial. ¿Dónde queda el respeto por la separación de poderes y la alternabilidad democrática? Como ese punto, podemos evaluar otros que conforman un cuadro tenebroso, un coctel de elementos que hacen de cualquier sistema democrático un elemento inflamable, pero también nos habla de cómo los fenómenos sociales tienden a repetirse en la historia, en distintos contextos geográficos, con las particularidades del caso. Por cierto, ya en Haití, sus vecinos, hartos de la corrupción, el nepotismo y el aparato represivo, se está gestando una rebelión popular contra el sistema chavista de la isla.

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Haití se levanta contra la corrupción, el nepotismo, la represión y la impunidad. Imagen cortesía de SurySur.

En el caso de la clase política, pues personajes como Leonel Fernández, Danilo Medina, Hipolito Mejías, etc., nos hablan de la decadencia en ese aspecto ante la posible alternabilidad, sólo bastaría revisar el estamento militar y policial, y observar si ya está lo suficientemente carcomido, adoctrinado, y entrenado en lo que he bautizado “La Escuela de Teherán”, dirigida a aspectos como la represión, el terrorismo de Estado, la tortura, el contrabando y el narcotráfico. Digo esto, porque visto lo sucedido en Venezuela, son los militares y el aparato policial quienes hacen el piso, el sostén para este tipo de regímenes, los que hacen el trabajo sucio, pero también los que terminan haciendo los grandes negocios, ocupando altos cargos y ejerciendo el terror.

Igualmente, bastaría observar quienes son los que, en las calles y esquinas, ejercerán la labor de sapos y sicarios. Es un rango mucho menor, sin embargo, esencial para la operatividad del régimen. Sobre todo, el malandraje, o lo que se conoce en Venezuela como el pranato, los paramilitares o colectivos, que controlan a la sociedad hasta cierto punto, y también tienen sus micro-negocios con el contrabando de alimentos, medicinas, artículos de primera necesidad, minerales, drogas, armas, etc. Otros más audaces, como el pranato, han hecho del control de zonas específicas del territorio nacional un gran negocio.

Bien sabemos que el neototalitarismo narcotraficante se vale, además de la ideología, de un factor fundamental para corromper a la sociedad: la pobreza. Toda sociedad donde exista la pobreza material y la no menos importante, la pobreza espiritual, es susceptible de ser corrompida, manipulada y prostituida. En República Dominicana, existen importantes niveles de pobreza y elementos que nos señalan que, de no llegar al poder fuerzas que garanticen transparencia en la gestión, separación de poderes, libertades y el ejercicio del poder con las mejores intenciones, el país insular podría convertirse en una suerte de populismo al más puro estilo de Venezuela y Cuba a la vuelta de poco tiempo.

Que luego no se diga que nadie les advirtió.

Por: Orlando Figuera

@ofiguera

orlando.figuera@gmail.com

Archivólogo y MSc en Comunicación Social de la UCV

Profesor en la Escuela de Bibliotecología y Archivología de la Facultad Humanidades y Educación, UCV

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Cambio Universitario. Marzo, 2019

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[1] Ver: Manifiesto de Bienvenida a Fidel Castro: 1 y 3 de febrero de 1989. Disponible en: http://www.venezuelavetada.com/2011/04/manifiesto-de-bienvenida-fidel-castro.html

Venezuela en el tránsito de una nueva etapa

Para el mes de diciembre del 2018, cuando se asomaba el comienzo de un nuevo año legislativo en Venezuela y, con él, la posibilidad de una renovación de la presidencia de la Asamblea Nacional (AN), único poder que, ante la crisis que vive el país, es reconocido como legítimo en estos momentos por la comunidad internacional, no existía la figura clara de quien podía asumir dicha responsabilidad. El pacto de alternabilidad de los principales partidos de la coalición opositora, le otorgó el primer año a Acción Democrática (AD), en manos de Henry Ramos Allup, la presidencia de la AN, el segundo a Primero Justicia (PJ) de la mano de Julio Borges, hoy en el exilio, el tercero al casi invisible Omar Barboza de Un Nuevo Tiempo (UNT), y este año le tocaba, en teoría, a Voluntad Popular (VP), como finalmente sucedió. Se reconoce al partido naranja, fundado por Leopoldo López, casi ilegalizado por el chavismo, como el que ha demostrado una línea más combativa contra el régimen, al punto que mucho de sus líderes hoy se encuentran presos o en el exilio. Esta situación interna dentro de VP hizo crecer en la ciudadanía cierto sentimiento de escepticismo acerca de quién debía asumir la presidencia de la AN por parte de este partido, y en medio de ese mar de dudas, surge el nombre de Juan Guaidó, que muchos, incluyéndome, que durante las protestas del 2017 me lo topé una noche en una popular farmacia ubicada en Las Mercedes, Este de Caracas, no lo creía capaz de asumir semejante responsabilidad. No obstante, en una tertulia familiar acerca de temas políticos le dije a mi madre «pues si le toca, que asuma su responsabilidad».

¿Quién es Juan Guaidó?

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Juan Guaidó en la juramentación pública a la presidencia interina de la República el 23 de enero. Foto cortesía de ABC.

Joven de 35 años, oriundo del litoral varguense. Ingeniero Industrial egresado de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), con estudios de postgrado en Gerencia Pública en la George Washington University/UCAB y en el Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), llega como diputado a la Asamblea Nacional representando al Estado Vargas. Es miembro fundador de Voluntad Popular y formó parte del movimiento estudiantil del 2007. Entre tantos aspectos positivos que están a favor de Guaidó, está su origen humilde, ha logrado superarse gracias a su propio esfuerzo, no se le conocen fortunas ocultas ni negocios oscuros, es una persona joven y, en general, es una persona decente, de buen y calmado verbo y muy importante, de formación filosófica que parece orientada a confrontar la opresión y el totalitarismo en momentos de alta tensión. También, algo que llama la atención, aparte de su anonimato y su formación, es que cumple con esas características de muchos liderazgos que en estos momentos ejercen la función de Estado, tales como Justin Trudeau, Emmanuel Macron, y Sebastian Kurz, entre otros que vienen emergiendo. Juan Guaidó en tan sólo dos semanas, ha logrado convertirse en un verdadero fenómeno dentro de Venezuela e incluso en las redes sociales, gracias a su capacidad para llegar con palabras certeras a los venezolanos, gracias al gran apoyo internacional que sin duda trabajó y, sobre todo, su valor para asumir las funciones que constitucionalmente tenía que asumir. Si Guaidó puede conducir el país, de forma más o menos solvente para sacarlo de la crisis, a la vez que desaloja definitivamente al chavismo del poder, podría convertirse en el hombre de Estado que tanto los venezolanos hemos buscado.

Despejando las dudas ¿Lo de Guaidó fue un Golpe de Estado?

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El ex-presidente Hugo Chávez en su locución final, dónde señala a Nicolás Maduro como su sucesor. Foto cortesía de bbc.co.uk.

Lo primero, si en Venezuela hay alguien ilegítimo, ese es Nicolás Maduro Moros, quien desde el primer momento en que Hugo Chávez lo señala como su sucesor y se marcha a morir a Cuba, todo ha sido ilegal. Quien debía asumir las funciones de gobierno para ese momento como Presidente Encargado y culminar el mandato del moribundo Chávez, nos guste o no, era Diosdado Cabello, presidente de la AN para ese momento, pero aún así, fue Maduro quien asume el cargo de forma ilegal e irresponsable, de ahí en adelante todo ha sido fraudulento. Posteriormente, cuando se llama a elecciones producto del vacío de poder ante la muerte del dictador Chávez, Maduro, si es que era legal su presidencia, debía renunciar al cargo para ser candidato, pero no, siguió usurpando la presidencia y a la vez fue candidato. Usó a placer los recursos del Estado para hacer campaña electoral, violó cuantas veces quiso la ley electoral, utilizó a colectivos armados para intimidar a la población civil, manipularon a placer el Registro Electoral Permanente (REP), como si fuera poco lo anterior, le robó las elecciones obscenamente a Henrique Capriles Radonski, prometió a la comunidad internacional una auditoría de los votos y sólo mostró un chorizo sacado de una máquina electrónica del CNE, asesinó a ocho venezolanos cuando salieron a protestar por el fraude, y no contento con eso, cuando le exigieron su partida de nacimiento para verificar su nacionalidad, simplemente se negó a presentarla, puesto que es colombiano. Posteriormente, sus cinco años de desgobierno, han sido tan desastrosos, que muchos venezolanos inocentemente añoran al dictador Chávez, la crisis financiera supera la ciencia ficción, la crisis de salud, de los alimentos, de inseguridad, la corrupción, el narcotráfico, el apoyo al terrorismo, ha hecho de Venezuela el país más pobre de la región y uno con los peores desempeños a nivel global, estamos prácticamente, africanizados, si es que cabe el termino. La represión ha ido en escalada, han asesinado con premeditación y alevosía a cientos de venezolanos en protestas y encarcelado injustamente a miles. Esto ha provocado el desplazamiento de millones de venezolanos, que hoy se encuentran a su suerte en distintos rincones del mundo, escapando de la emergencia humanitaria del país. El detonante a esta situación parte de dos hechos, el primero, la imposición a sangre y fuego de la Asamblea Nacional Constituyente, totalmente fraudulenta e ilegitima, y el segundo, el enorme fraude realizado en las pasadas elecciones presidenciales de mayo del 2018, que hasta la empresa que provee la tecnología, Smartmatic, indicó que mínimo, se inventaron un millón de votos. Pues, el tiempo y las investigaciones demostrarán que en dichas elecciones “presidenciales” no votó ni un millón de personas, y se inventaron hasta 6 millones de votos. Pocos países reconocieron dichas elecciones y le colocaron el diez de enero del 2019, como fecha límite al régimen y a sus colaboradores para deponer su actitud y llamar a elecciones libres con nuevas autoridades, llamado que no atendieron, se juramentaron, y han lanzado de nuevo a sus grupos paramilitares (FAES, CONAS, SEBIN) a la calle a matar a las personas en sectores populares y urbanizaciones del país.

Por su parte, Guaidó, simplemente atendiendo al llamado constitucional, producto de la usurpación del poder por parte de Nicolás Maduro, en sus facultades como presidente de la Asamblea Nacional, asumió las funciones como Presidente (Interino) de la República de Venezuela. No existe mayor interpretación a ello. Lo demás, son intentos desesperados de torcer la realidad por parte de la izquierda trasnochada, enemiga de la libertad y la democracia.

Los acontecimientos

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Las representaciones diplomáticas de Inglaterra, Estados Unidos y Bélgica en la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU del sábado 26 de enero para tratar por primera vez el tema de la crisis de Venezuela. Foto cortesía El Comercio. 

Desde el momento en que Guaidó asume la presidencia interina de la República, se monta en el tren de la historia, y hoy, cuando escribo este texto, sábado 26 de enero de 2019, se ha celebrado una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU. Por su parte, el sábado 2 de febrero se pronuncia la Unión Europea (UE), cuyos países que la integran han dado plazo de ocho días al régimen de Maduro para llamar a elecciones libres, de lo contrario, reconocerán como presidente a Juan Guaidó, medida que, a mi parecer, resulta un poco incongruente, ya que Maduro no tiene potestad para llamar absolutamente a nada. Entre tanto, Guaidó, está obligado a enviar señales de poder, así sean simbólicas. La “comunidad internacional” necesita gestos, hechos, no sólo palabras.

Como una de las primeras medidas se propone una Ley de Amnistía para aquellos militares y funcionarios del régimen chavista que decidan dar la espalda a Maduro y apoyar la transición. Vale la pena recordar que muchos de los integrantes del chavismo fueron amnistiados en 1994, luego del Golpe de Estado contra Carlos Andrés Pérez en 1992, y miren a donde nos han traído, son reincidentes en crímenes contra la humanidad. Por lo tanto, dicha Ley de Amnistía, que resulta muy general y complaciente, lejos de ser una muestra de astucia, parece una muestra de debilidad, muy negativa, en momentos donde toca ser fuertemente disuasivos ante un régimen que sigue reprimiendo, asesinando y encarcelando.

Otras señales que si resultan positivas, son el estudio para nombrar una nueva junta directiva para la filial petrolera en Estados Unidos, CITGO, para deponer a la nombrada por el régimen de facto de Maduro, la cual se encuentra reunida en las Bahamas preparando una estrategia legal para tratar de mantener el control de la compañía. Los asesores de Guaidó consideran además designar un representante ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), mientras el Secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, anunció que el gobierno estadounidense detallará los mecanismos para que el gobierno interino de Guaidó reciba recursos financieros para su funcionamiento, lo que incluye apoyar con 20MM de dólares en un principio para paliar la crisis de alimentos y medicinas, y dirigir a sus fondos la renta proveniente de la extracción petrolera. También el Senador Republicano Marco Rubio ha anunciado la transferencia del manejo de las cuentas del Estado y las del Banco Central de Venezuela a la administración del Presidente (I) Guaidó, mientras el Departamento de Estado ha aceptado el nombramiento de Carlos Vecchio como encargado de negocios en los EEUU para Venezuela. Esto como parte de la estrategia de conseguir lo más pronto posible apoyo financiero en el extranjero. Otra posible medida, que debería ser analizada muy seriamente, es el nombramiento de cancilleres en aquellos países donde su presidencia interina es apoyada, incluyendo la reapertura de la embajada en Israel, escogiendo como lugar para su sede, la santa ciudad de Jerusalén, solicitando el apoyo de su Primer Ministro Benjamin Netanyahu para el restablecimiento de la democracia en el país y garantizar la seguridad de la región a través de los servicios del Mossad. A estos últimos podría interesar la captura y entrega del terrorista Tarek El Aissami, por ejemplo.

Apoyos

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La imagen de los presidentes republicanos se refiere a una pintura que cuelga en la Casa Blanca en el despacho del presidente Donald Trump donde aparece con otros presidentes republicanos notables en la historia estadounidense. Foto cortesía de The Daily Beast.

Para garantizar la transición, el Departamento de Estado de EEUU ha designado a Elliott Abrams, un ex diplomático norteamericano con mucha experiencia en resolución de conflictos, como el nuevo enviado especial para Venezuela, que según palabras del propio Secretario de Estado, Mike Pompeo, «Elliott será un verdadero activo para nuestra misión de ayudar al pueblo venezolano a restaurar por completo la democracia y la prosperidad de su país». Días antes, Guaidó habría enviado una misiva al Departamento de Estado y a la Organización de las Naciones Unidas, solicitando activar los mecanismos para el envío de ayuda humanitaria a Venezuela. Igualmente, la mayoría de países de Occidente, principalmente los vecinos Brasil y Colombia, han manifestado su reconocimiento y apoyo a la presidencia interina de Juan Guaidó, quien además, cuenta con amplio apoyo de todos los sectores movilizados en rebelión abierta contra el régimen y el grueso de las instituciones de la sociedad venezolana. Vale destacar el encomiable compromiso del Secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quien ha resultado clave, determinante en todo este acontecer, siendo el primero en reconocer a Juan Guaidó como Presidente Interino, y tejer los hilos para lograr el apoyo de la mayoría de los países dentro del organismo y la conformación de llamado Grupo de Lima.

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Integrantes del brazo armado del grupo terrorista, yihadista y nacionalista palestino Hamás, quienes han manifestado su apoyo al régimen narcoterrorista de Nicolás Maduro. Foto cortesía de The New Khalij.

Maduro, por su parte, cuenta con el apoyo de Cuba, Bolivia, Uruguay, Rusia y Osetia del Sur. Pero algo que inquieta, no son estos países, sino las organizaciones criminales que han manifestado su apoyo al régimen, que recordemos, tiene más características de un cartel del narcotráfico que de cualquier otra cosa. Dicho apoyo se veía en el horizonte de un posible conflicto armado, pero desde ya, como especie de Estados con cancillerías, el Hezbolá, Hamás y el ELN, han rechazado la injerencia americana y han apoyado a Nicolás Maduro. Faltarían solamente por reconocer al régimen, las organizaciones criminales ISIS, la ETA y el Cartel de Sinaloa, porque las FARC-EP, se sobrentiende, son parte del régimen chavista. Ah, por cierto, también cuenta internamente con el apoyo (por el momento) de la cúpula de la Fuerza Armada Nacional y las megabandas criminales.

El horizonte

El régimen chavista no da muestras de retroceder ni un centímetro, a pesar de la posibilidad de la amnistía, luce torpe, desesperado, pero sigue hacia adelante, mientras las fuerzas que apoyan al gobierno interino de Guaidó, que no son poca cosa, está la potencia bélica más poderosa del mundo, lucen cada vez más determinadas y alineadas a arrancar de raíz al régimen chavista. Lo que se avizora en el horizonte es la caída definitiva del régimen mediante una posible confrontación armada, que podríamos vernos tentados a colocarle una fecha de inicio, pero no una de final, eso dependerá de la capacidad de resistencia del régimen y la determinación de sus aliados a mover filas para proponer una guerra de guerrillas, de desgaste y hacer terrorismo doméstico.

Dios bendiga a Venezuela

Por: Orlando Figuera Márquez

@ofiguera

orlando.figuera@gmail.com

Archivólogo y MSc en Comunicación Social de la UCV

Profesor en la Escuela de Bibliotecología y Archivología de la Facultad Humanidades y Educación, UCV

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Cambio Universitario. Enero, 2019

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Caracas, Venezuela: Universidad Central de Venezuela (UCV).

Tengo miedo ¿Y tú?

Si me preguntaran, ante la realidad de nuestro contexto país hoy, por mis temores y si tengo miedo, mi respuesta es definitivamente: ¡SI!, tengo miedo.

Si ahora me preguntas, de qué tenor es el miedo, cuánto miedo tengo, puedo responder que mucho. Mucho miedo. Si hubiera la posibilidad de medirlo, respondería que mi miedo y mis miedos están a nivel del cien por ciento, mi capacidad para albergar el miedo está copada. Mi indicadores de miedo pueden estar por debajo del de muchos de ustedes, tal vez al mismo nivel, y quién sabe si por encima del que algunos de vosotros pueden albergar en los recónditos lugares de su emocionalidad.

Ahora bien, el miedo puede escalonar y subir, pero como ya estoy saturado de él, mis emociones no pueden otra cosa que escalonar y subir. Su siguiente estadio, el terror y después el pánico que paraliza y sumerge en la inacción. De allí, aceptar el todo como derrota y caer en depresión hasta que la muerte me alcance. Es una forma de responder a los estímulos de esta experiencia pavloviana a la que se nos pretende someter.

Pero no sólo es ésta la única posibilidad que me dejan el miedo, el terror y el pánico. Me encuentro ya en la zona del terror, y allí la muerte puede sobrevenir de dos maneras: 1. Muero súbitamente porque las respuestas de mi organismo para recuperar sus equilibrios internos fallan y no funciona la homeostasis de mi organización biopsicoecológico social; o 2. Sucumbo ante el irrefrenable ataque de mi victimario. Conclusión, en el contexto pa´ sí que hábito, la muerte está a la orden del día.

Una vez haya muerto, la naturaleza se ocupara de redimir mis restos orgánicos o mis cenizas según sea el caso, para reconstruir la vida e incluso para dar vida a otros entes, desde insectos y alimañas hasta ser parte de la más frondosa vegetación. En uno u otro caso, qué importaría ya luego de haber fallecido a consecuencia de mis miedos. Entonces, ya no habrá posibilidad de preguntarme, ¿Dónde he quedado ante mis responsabilidades para conmigo mismo en primer lugar, y para con el legado histórico civilizatorio que me ha sido dado luego de la vida de unas quinientas generaciones a lo largo de diez mil años, en segunda instancia? La naturaleza me trajo a la vida como un ser ganador. Es la muerte que, a decir de la religiosidad, conduce a la vida eterna, pero a todas esas, y ¿Cómo queda mi paso por el mundo ante la vida, donde perdí mi existencia?… ¿Qué cuentas he de entregar ante Dios?

Sé que siempre estaré acompañado por la muerte, pero por ahora no quiero abrazarme con ella, no es eso lo que deseo como existencia, aunque ello es lo que desean imponer quienes se dicen dueños de mi destino y, mediante acciones totalizantes que impiden las expresiones de libertad que son inmanentes al ser humano, usurpan funciones públicas y accionan fraudulentamente el destino de nuestro país hasta negarme la vida y mi venezolanidad. Desean que no exista más que como ficha de la vida y no como constructor de mi propio destino y logros de mi felicidad.

Un investigador estadounidense, ¡malaya el imperio!, estableció que los seres humanos funcionamos individual y socialmente conforme una escala de satisfacción de nuestras necesidades. Desde las básicas que disponen nuestra vida en cuanto disponer alimentación, vestido y protección contra los rigores del medio ambiente pasando de allí a aquellas que nos brindan seguridad personal y avance hacia la autorrealización, por cierto, la escala más alta luego de necesidades que se avienen con los afectos y la familia así como el reconocimiento en los niveles tercero y cuarto de los cinco que hasta ahora han sido establecidos.

Satisfacer mis necesidades de primer nivel corresponde a la sobrevivencia. Es la vida pura y simple, sin expectativas, sin disfrute y sin goce alguno de nuestra presencia en y ante la naturaleza. La escala mayor, la autorealización, me ubica ante la satisfacción personal por el sólo hecho de estar en la vida, en el mundo y ante mi existencia. Son los espacios ganados para el ejercicio de mi libre albedrio, de mi libertad, de mi tranquilidad, de mi paz y por ende, de mi bienestar. Nada que ver con la disposición de lo material, emocional o espiritual y si con lo que haya decidido hacer de mi vida, pero sobre todo, por el contenido que haya dado a mi existencia. Existo, luego soy.

Ahora, dueño de mi existencia, estoy a disposición del juicio de la naturaleza; he cumplido con el legado que me ha correspondido para dar pasos en avanzada civilizatoria ante mi contexto social; he cumplido con la entrega del testigo histórico civilizatorio que dinamiza el desarrollo y crecimiento humano de esta raza; habré cumplido con Dios y, por tanto, sin temores ante su juicio, dado que trabajé por la evolución del ser y de la humanidad. He trabajado para incrementar los desequilibrios entre el bien y el mal, apoyando fiera y firmemente al primero y sobreponiéndome al miedo, evitar de los avances del mal.

Al aceptar y reconocer mis miedos ha llegado el momento de preguntar, ¿Y ahora, quién tiene miedo?, ¿Cuál es el deseo objetivo de tu paso por el mundo de la naturaleza y los seres humanos, que todo cambie y transformemos la vida en existencia como corresponde a una raza ganadora, o que quienes pretenden llenarnos de desesperanza para garantizarse el poder eterno a factores del mal terminen por imponerse ante nosotros? Saca tus miedos, avancemos. Ha llegado la hora en el contexto de un nuevo discurso político y narrativa diferente que acompañe el goce y disfrute pleno del existir en una Venezuela civil libre y democrática.

Por: Bismarck Ortiz Rondón

@BismarckOrtiz

@bismarck ortiz rondon

Docente e investigador de la Universidad de Oriente (UDO)

Delegado de Planificación Universitaria del Núcleo Bolívar.

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Cambio Universitario. Noviembre, 2018

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Caracas, Venezuela: Universidad Central de Venezuela (UCV).

La ideología como problema

¿Por qué un país como Venezuela está sumergido en tan colosal desastre? Una sola palabra basta para resumir la respuesta a la pregunta: Ideología. Como es ideología la fuente que alimenta la arrogancia con la que el señor Nicolás Maduro hostigó al periodista venezolano de la francesa AFP[1],   negándose a responder sobre el caso de la detención de los bomberos merideños Carlos Varón y Ricardo Pietro. El periodista es un enemigo ideológico.

Defino ideología como la sustitución de la realidad por parte de algunas ideas, que suelen mantenerse inmutables en el tiempo, y aunque sean refutadas una y otra vez por la realidad, se siguen sosteniendo como la verdad inalterable.

Autores como Carlos Marx, Sigmund Freud y Douglas North han propuesto, también, definiciones de ideología. El primero, como falsa conciencia. El último, como un economizador de la toma individual y social de las decisiones. La definición que propongo se acerca más a esta última, pero la considero insuficiente.

bernardino-herreraLa ideología es un problema, una enfermedad social, un cáncer. Deforma la condición humana de quienes la padecen. Puede convertir a una persona en una brutal bestia asesina sin escrúpulos. Porque la ideología puede trastornar al punto de eliminar las barreras que impiden perjudicar o agredir a otras personas. Personajes tristemente célebres del chavismo lo demuestran constantemente.

Más allá de los conceptos teóricos, la ideología es un problema muy serio, porque es la mortal enemiga de la convivencia social, origen y causa de muchas guerras y genocidios.

Suelo poner como ejemplo la trayectoria de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la guerrilla marxista más antigua del mundo, fundadas en 1964, proclamando un proyecto “revolucionario” de redención y justicia social. Progresivamente, se fueron transformando en una organización delictiva y terrorista, cometiendo crímenes en masa, secuestros, reclutamiento forzado de niños, expropiaciones de bienes y muchas otras atrocidades, llevadas a cabo con especial sangre fría y crueldad. Su “manifiesto”, publicado a principios de 2002, describía su doctrina militar como de “amor al pueblo y el odio a la tiranía”. Y en nombre de esa redención y justicia se igualaron con regímenes y movimientos políticos en barbaries y genocidios.

¿Qué llevó a un movimiento político inspirado en la igualdad y la justicia social a convertirse en una sanguinaria maquinaria de odio y violencia? La respuesta es la misma: la ideología.

Hasta el presente, la ideología se concebía como parte de la cultura humana. Se confundía con religión y hasta con la ciencia. Según esto, todos los humanos poseemos una ideología, que sería vista como al normal, como parte de la cultura.

Pero esta afirmación es una premisa falsa. Porque muchas decisiones que los humanos tomamos a diario resultan de la emocionalidad y la racionalidad, no necesariamente de una doctrina ideológica que tiende por naturaleza propia a fanatizarse. La justificación para matar, transgredir, defraudar, engañar con premeditación, corromper y corromperse y demás formas de comportamiento delictuoso sólo se fundamenta de dos modos, en la psicopatía de la mentalidad criminal y en la ideología, aunque la frontera entre ambas sea imperceptible.

Quizás, el problema para definir ideología se deba a la diversidad de “ideologías”. Alistemos algunas: El racismo, al sostener que unas razas son superiores a otras, por tanto, la superior debe dominar. El nacionalismo, que considera el territorio de nacimiento como criterio de distinción humana para fundamentar la discriminación. El fundamentalismo religioso, al imponer una única religión como la verdadera, y declarando enemigos o “infieles” a quien no la profese. El fascismo, que impone el interés supremo del Estado por encima de cualquier interés individual. El comunismo o socialismo, que instaura la supremacía de una clase social sobre las demás, a través del poder del Estado. Recientemente, en su monumental libro Los enemigosActualidad_73752857_91176_1706x960 del comercio, el español Antonio Escohotado afirma haber descubierto una ideología muy antigua, el “pobrismo”, que consiste en concebir la propiedad como un robo y por tanto, que debe ser eliminada. Todas estas “ideologías” muestran patrones comunes, y todas conducen a una misma dirección: el exterminio entre humanos y a la pobreza. Por ello, debe considerarse el singular para contenerlas.

La temática de la ideología es extensa. Pero bien vale destacar que todas las modalidades aquí alistadas detestan la libertad de expresión, hoy resumida en derechos de comunicación, que es una institución moderna. Se basa en el principio de reconocimiento de las diferencias humanas y requisito indispensable para la convivencia social. Implica reconocer a otros y admitir la libre competencia entre las ideas. Esto es inadmisible para los enfermos de ideología.

Todas las “ideologías” son colectivistas. Todas anteponen el interés de la sociedad por sobre el interés individual. Pero, el interés colectivo es abstracto e imaginario, nunca se tiene. Mientras que el interés individual es real y concreto, se tiene o no se tiene. En eso consiste la ilusión y el engaño del colectivismo

Promesa que explica el éxito logrado por fascistas y socialistas en el mundo, que consistió en asociar el interés individual con el egoísmo, considerado un comportamiento negativo y mezquino. Suprimir al individuo, a la individualidad, es también suprimir sus derechos esenciales: integridad personal, propiedad y libertad, que son al cabo, los valores más esenciales de la civilización y fuentes del desarrollo de la humanidad en la historia.

El politólogo norteamericano Samuel Huntington propuso en su libro El choque de civilizaciones una teoría que predice el enfrentamiento entre los diferentes bloques civilizatorios, tras fin de la Guerra Fría. Este enfoque lo refuto por confuso e inconveniente.

El verdadero enfrentamiento al que asistimos, tanto en el presente como desde el pasado, es entre las ideologías y la racionalidad. Próximamente, hablaré más sobre este crucial y determinante enfrentamiento, que involucra nuestra conflictiva actualidad y que produce tanta incertidumbre sobre el porvenir.

Por: Bernardino Herrera León

http://orcid.org/0000-0003-4790-8588

@herreraleonber

herrerabernardino@gmail.com

Historiador y comunicólogo. Investigador docente, ININCO, FHE-UCV.

 

REFERENCIAS

[1] Ver: https://www.youtube.com/watch?v=jKRGcR1D7sE

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Caracas, Venezuela: Universidad Central de Venezuela (UCV).

La tragedia de los 20 dólares

Cuando comenzó tímidamente la migración venezolana, esa que algunos llaman “diáspora”, alrededor de los años 2000 y 2002, en el principio del régimen chavista, ya estaba cantado el plan perverso que, por medio del deterioro intencional de la moneda con medidas como el control cambiario y la reconversión monetaria además de la expropiación de los recursos del país, haría de la vida de los venezolanos un evento triste y oscuro. Intervenciones magistrales, como la del Dr. Jorge Olavarría ante el antiguo Congreso el 5 de julio de 1999, así lo presagiaban[1].

En la época de los cupos CADIVI, muchos casi ni notaron que existía un control cambiario en marcha, por el contrario, lo observaban como una medida justa para garantizar el acceso a las divisas. Personas que anteriormente ni se interesaban por el dólar, pudiendo comprarlos de forma libre, de pronto, comenzaron a girar sus finanzas en torno al valor de la moneda americana, accediendo a ella por medio de lo que fue el primer ensayo del carnet de la patria: la tarjeta de crédito como mecanismo para acceder a la adquisición de divisas. Los representantes de la banca privada accedieron sin queja alguna. También para la pequeña y mediana empresa hubo mecanismos similares. Los incentivos que ofrecía el régimen de forma tácita a través de dichos mecanismos de control eran indignos y corrosivos. Básicamente, se trataba de incitar al contrabandeo con dólares adquiridos a una tasa “preferencial” para luego ser colocados en el mercado negro a una tasa absurda. Las vías eran diversas, desde adquirir dólares o mercancía en el exterior y revender en el mercado nacional, hasta montar a las personas en un avión, llevarlos de tour a otros destinos y comprar sus cupos de dólares. En lugar de defender las libertades económicas, la ciudadanía mordió inocentemente el anzuelo y se entregó a sus opresores.

Progresivamente, a medida que avanzaba el plan comunista de destrucción de todo el aparato productivo del país, dicho proceso contaba con el visto bueno de una clase política que se autodenominaba “oposición” (enemigos de la libertad), y de algunos pocos “empresarios” (enemigos del libre mercado), que se acomodarían y pactarían para monopolizar la producción nacional por medio de excelentes negocios en la praxis, ¡Oh si! Muy lucrativos negocios entre representantes del jet set chavista, bolichicos, falsos empresarios y alto dirigentes de la falsa oposición, mientras por otro lado, la ciudadanía escapaba de la enorme crisis que ya tocaba la puerta de muchos hogares venezolanos.

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Lorenzo Mendoza y altos representantes de Empresas Polar en una de sus tantas «mesas de trabajo» con la nomenclatura del totalitarismo chavista. Foto cortesía de analitica.com
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Alberto Vollmer, presidente de Ron Santa Teresa, en otra de sus ya frecuentes apariciones en actos oficiales del régimen, como dice el eslogan de la compañía «sacando el pecho» y recibiendo financiamiento del chavismo. Foto cortesía de contrapunto.com

Lamentablemente, muchos connacionales de bien, que en su momento se fueron al exterior a ganarse el pan con el sudor de su frente, en muchos casos valorados muy por debajo de sus competencias y en otros laborando en oficios distintos para el cual se formaron, se equivocaron al sacar sus cuentas. Hace pocos años podían enviar diez (10) y hasta veinte (20) dólares a sus familiares que quedaban en el país, y a estos últimos, dicho dinero, al cambio, les alcanzaba para vivir una quincena o hasta un mes.

Pero, de forma vertiginosa, la posibilidad de llevar una vida digna se ha ido deteriorando, alcanzando la estabilidad social un costo muy alto, y con lo que antes se podía subsistir, ahora ya no es posible, ya que los precios de los pocos alimentos y demás bienes y servicios que se puedan conseguir en nuestro maltrecho mercado, se han ido nivelando a los estándares internacionales, pero el venezolano sigue cobrando sueldos miserables de 2 a 4 dólares al mes. A cualquier ciudadano que viva en cualquier rincón del mundo le resultaría imposible subsistir un mes con 20$ dólares en el bolsillo, y lo mismo está sucediendo acá. Una lata de CocaCola cuesta sesenta centavos de dólar (0,60$) en cualquier parte del mundo, menos en Venezuela, donde cuesta menos, pero pronto llegará a costar ocho bolívares soberanos con cuatro céntimos (BsS 8,4) u ocho millones cuatrocientos mil bolívares fuertes (8.400.000,00 BsF) u ocho millardos antes de la primera reconversión, es necesario tener en cuenta cómo se ha devaluado la moneda nacional, y con lo que usted compraba un apartamento en Chacao para el año 2000, ya hoy no podrá comprar una lata de refresco. Si duda de mi método con la CocaCola, puede utilizar sus propios métodos de análisis para contrastar mi afirmación, no por casualidad muchos economistas utilizan el índice Big Mac para medir la inflación de la economía en los países. Entonces, la crisis que alcanzó a todos dentro de Venezuela, está alcanzando los bolsillos de muchos venezolanos que han decidido emigrar, porque pesa mucho más para un joven que gane un sueldo mínimo en el exterior tener que despojarse de cien (100$) o doscientos dólares (200$), que de veinte dólares (20$), para tener que ayudar a su familia. Mientras tanto, como sucede en otros países como Cuba, Haití, República Dominicana, Colombia, etc., en Venezuela las remesas van ocupando una parte cada vez más importante del PIB nacional, donde muchas familias dependen de las mismas para poder sobrevivir y el régimen en el poder devela cada vez más sus intenciones de echar mano a las remesas familiares.

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La aspiracion de muchos venezolanos que sufren la grave crisis humanitaria producto de la ejecucion del plan socialista del castro-chavismo, es salir del pais caminando por la frontera colombiana o brasilena hacia cualquier otro destino. Foto cortesía de elpitazo.com

El pronóstico es nublado, tanto como un día de lluvia, nada alentador, seguirá el saqueo a la nación y el despilfarro de los altos jerarcas, a la vez que, muchos comen de la basura y otros huyen caminando kilometros con sus pertenencias al hombro por las carreteras de los países fronterizos. Ya los 20 dólares no alcanzan, mientras a otros pocos el dinero (mal habido) les sobra. Es una lástima que tengamos que haber llegado a esto para que otros tantos “analistas” se dieran cuenta que en Venezuela estamos en medio de una gran tragedia, sin duda, la peor crisis de nuestra historia republicana.

Por: Orlando Figuera

@ofiguera

orlando.figuera@gmail.com

Archivólogo y MSc en Comunicación Social de la UCV

Profesor en la Escuela de Bibliotecología y Archivología de la Facultad Humanidades y Educación, UCV

FUENTES CONSULTADAS:

[1] Véase: Villalobos, J.J. (2013, junio 9). Discurso de Jorge Olavarria en el Congreso 5 de Julio de 1999. En Youtube (Video). Disponible en: https://youtu.be/cfEr4mFnDxI

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Cambio Universitario. Septiembre, 2018

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Caracas, Venezuela: Universidad Central de Venezuela (UCV).

De tarros, sacos y capachos: el cuantioso esfuerzo en tierras de oportunidades

Trabajar la tierra es una de las tareas más sacrificadas del hombre. Si bien estudiar la fertilidad del terreno, cultivar la semilla, mantener la planta hasta verla parir, son labores de asombrosa entrega, sabiduría e inversión; la cosecha de los frutos no es menos trabajosa. Pues se trata de una faena de increíble esfuerzo humano que logra llevar al mostrador, y de allí a la mesa, ese poroto (caraotas en Venezuela), durazno o manzana que tanto gustan.

La labor en los fundos adyacentes a Rancagua, Chile, comienza a tempranas horas de la mañana: entre las seis y las siete de cada día. No muy distinto a otros lugares del continente suramericano o del caribe. El obrero(a), por lo general inmigrante, y el chileno en menor proporción, despierta arropado a un frío, más o menos templado unas dos horas antes de llegar al campo.

Ya en el terreno, y aún con clima de neblina, esperan capataces y trabajadores del fundo que explican el cómo y dónde se deberá hacer el trabajo. Y aunque los obreros, en particular los oriundos sepan cuál es su rol, siempre están igualmente sujetos a ciertas pautas. Pero también a las órdenes del jefe(a) de cuadrilla; quien organiza los grupos para la faena. Trabajo que se paga, según sea el empeño individual de cada persona, o bien de cada brigada, dependiendo del fruto, o alimento que se vaya a recolectar. Cuestión de acuerdos. Mientras, el inmigrante recién llegado, aprende rápido, o aprende rápido.

Granos, indicios y nobles

La cosecha de porotos, por ejemplo, además de ser de las menos remuneradas, es una de las más fuertes sin duda. Especialmente para los que nunca han realizado esta tarea, como muchos de los inmigrantes que jamás pisaron un huerto antes de llegar a Chile. El trabajo consiste en recolectar en un tarro (tobo, balde, envase) la mayor cantidad de vainas hasta llenar un saco de veintiocho kilos. Es decir, de cinco a seis tarros por sacos. Complicada tarea, considerando el tamaño de esta planta, que por lo general se extiende y se enreda a ras de piso.

La difícil faena del poroto radica en que cada recolector debe cosechar, al menos, un par de hileras de plantas de lado y lado, a lo largo de un extenso, a veces húmedo y frío terreno. Mientras más vainas de poroto, más kilos y más sacos. Fácil decirlo, pero nada fácil hacerlo, tomando en cuenta que hay que desenredar la planta, arrancar el poroto y llenar ese tarro que podría tomarse, sin descanso, una media hora o más; y cada saco de veintiocho kilos, más de una hora seguro a columna partida.

Basta imaginar la fatiga que produce estar agachado o arrodillado por más de siete horas arrancando las suficientes vainas a la vez para atiborrar el balde por encima de su borde si es posible, a manera de ganar peso. Porque llenar el saco de veintiocho kilos es de un esfuerzo titánico, conforme pase el tiempo, caliente el sol y ataque el cansancio.

Agobio que los haitianos, por ejemplo, saben sortear no sólo por demostrar ser los más resistentes, sino la mano de obra de mayor rendimiento, y muchas veces la más discriminada; al menos en este plano laboral. Solo para explicar: son los últimos que montan en los transportes (furgones) para irse de pie hasta el fundo, en un viaje que muchas veces supera la media hora. Segregación que podría ser, por mera especulación, por un tema de racismo o xenofobia. Quién sabe. Lo cierto es que pareciera una especie de rechazo difícil de explicar en pleno Siglo XXI. Indicios muy particulares que podrían menoscabar la agricultura de todo un país… Como ocurrió en Venezuela, por ejemplo, donde “líderes políticos” acuñaron el resentimiento y la xenofobia en contra de muchos empresarios hasta desmantelar el aparato productivo, llevando a la población venezolana a una situación de hambre y diáspora por todo el mundo. Chile en este caso seguro trabajará en ello para evitar caer en tal desgracia.

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Cientos de haitianos ha elegido tierras chilenas para el trabajo ilegal e informal en busca del sustento. Lamentablemente, no son los únicos que son azotados por las realidades de sus países de orígen. Imagen cortesía de losandes.com.ar.

En fin, los haitianos muy por encima de los otros inmigrantes y demás chilenos (salvo algunos con experiencia), son los que más poroto cosechan desde que llegan a trabajar en estos fundos de granos: de cinco a siete sacos por persona en cada faena. Quizás más. Entienden perfectamente el tema de trabajo en equipo, por ser el grupo de obreros más grande y responden con una sonrisa a cada acto en contra, como si no supieran de lo que se tratara, aunque si sepan de lo que ciertamente se trate. Al menos es lo que se puede ver desde una mirada bien particular de quien escribe. Podría decirse que también son nobles trabajadores y nobles personas, seguro con sus excepciones que también suelen saltar a la luz, sin querer juzgar, claro está.

Pesada y dura jornada

Por otro lado, se encuentra la cosecha de duraznos y manzanas, la cual no es menos afanosa que la del poroto. Estas frutas si bien se caracterizan por tener un especial aroma y aspecto que las hacen a la vista un manjar provocativo, con piel suave, de dulce aroma y de exquisito sabor; su trabajo es de hecho, extenuante.

Todo inicia tan temprano como en el poroto, a diferencia que las plantas de manzana y durazno, no están al ras de piso, sino que sobrepasan tres y cuatro metros de altura. Por lo que se necesita de una escala (escalera) para llegar hasta la última fruta, así como de un capacho (bolso) para bajarlas y depositarlas en un recipiente de un metro y medio de ancho por uno de alto aproximadamente, conocido como Bins. Por cierto, una caja que se paga entre siete y once mil pesos, que para llenarse necesita de treinta y dos a treinta seis capachos por cuadrilla de cuatro hombres o mujeres. Unos ocho o nueve capachos por persona.

Los Bines que logre hacer cada cuadrilla se dividen entre el número de miembros y eso es lo que se cobra. Por ejemplo, si el Bins lo pagan a diez mil pesos, y la cuadrilla de cuatro hace doce Bines, son 120.000/4, lo que es igual a treinta mil por cada obrero. Pero eso no siempre es así. A veces las brigadas no son tan productivas. O a veces son conformadas con más miembros, y allí se complica mucho más el asunto. A mayor cantidad de miembros, menos son los viajes para cada Bins, en consecuencia menos remuneración, pero mayor la necesidad de llenar más cestas.

La labor consiste en terciar el capacho de su cinta por encima del hombro quedando la bolsa a nivel de la cintura. Hecho esto, y con el frío de las siete de la mañana, comienza la jornada en un huerto, por lo general mucho más gélido que el del poroto. Cada obrero debe contar con su escala de aluminio o madera, nada liviana por cierto, que en la mayoría de los casos deberá trasladar desde el “almacén de herramientas”, hasta el lugar donde se va a cosechar. Cinco o diez minutos a pie. Ya en el sitio, se le asigna a cada brigada (inmigrantes y chilenos), las hileras de árboles que les corresponden cosechar. Lo mismo se hace con los haitianos a quienes agrupan aparte, al parecer por razones de idioma. Además de que en estas cosechas la productividad haitiana es más o menos parecida al de las otras cuadrillas. No se destacan por encima, como lo hacen en la cosecha de poroto.

En este ínterin, el dueño o encargado del fundo explica la “pauta”, y comienza la faena, no sin antes escuchar el “vamos, vamos chile”, de algún carismático cubano que expresa su entusiasmo caribeño. Grito, que entre otras bromas, perdura toda la mañana y sin parar, pero que también sirve de motivación para una pesada y dura jornada de ocho horas continuas.

“¡Vamos!” “¡No se me cansen!”

Y es que al unísono de este grito insular, cada obrero coloca su escala frente a su planta. Comienza a cosechar por donde más le convenga: por debajo o por arriba, mientras se escucha al isleño sin cesar. Si el obrero comienza por las frutas de la parte baja del árbol, le pesa el capacho para subir la escalera, y si es desde del tope de la planta, pues el peso es para bajar. Si sólo cosecha las frutas de la parte baja el trabajo no queda allí. Deberá en su momento recoger las frutas de arriba que vaya dejando, por lo que no debe darle largas, porque la cosecha avanza por tramo y a un ritmo de equipo, no individual. Nada conveniente para alguien que se atrase, y cuya cuadrilla esté conformada por un cubano. Escuchará sin duda el grito de un “¡muévete Venezuela!”, “¡muévete Colombia!”, “¡no te veo Chile!” ¡Vamos, vamos, vamos! Sin duda, personas “insoportablemente agradables”. Más aún, si provienen de Camagüey, zona central de Cuba, donde la gente es más o menos escandalosa, y no menos arrogante que los de La Habana, según cuentan.

En todo caso, para este tipo de cosecha se necesita de fuerza en el dorso, así como de precisión y velocidad en ambas manos; además de equilibrio para sostener sobre la escalera un capacho lleno de manzanas o duraznos, que pueda pesar hasta más de veinte kilos. La cosa se hace más complicada cada vez que se está en el último peldaño de la escala con el capacho lleno, que habrá de bajarse con cuidado y rápidamente para vaciarlo en el Bins. Y así repetir el proceso una y otra vez hasta llenar el inmenso recipiente, mientras el sol y la sed también hacen su trabajo. Si bien para el hombre esto resulta forzado, más aún para las mujeres que también se suman a las cosechas. Respetable en todo sentido.

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El duro trabajo de recoger la cosecha en los huertos de Rancagua. Imagen cortesía de soychile.cl.

Vale imaginar el dolor que produce la cinta del capacho que empuja desde el cuello hacia abajo, cuya sensación pareciera cortar la circulación, mientras la cinta pareciera que rasga la piel por tajos. Un dolor que cobra vida conforme las horas y a la cantidad de capachos que se cargan para poder llenar tres, cuatro, diez o veinte Bines. Todo depende de cuánto soporte la persona o cuadrilla.

Rutina que se hace cuesta arriba, considerando que hay un proceso de descarte de “frutos malos” cada vez que se vacía un capacho en el Bins. Lo que retarda el llenado de la gran cesta, y en consecuencia genera más viajes por obrero. A mayor descarte, mayor la cantidad de capachos que requiere cada Bins, y como es obvio, mayor cansancio. Menor rendimiento a fin de cuentas. Pero apenas la cuadrilla da muestras de este agotamiento, se vuelve a escuchar al de Cuba: “¡vamos, vamos Venezuela! ¡Vamos, vamos chile! ¿Qué pasa Colombia? ¡No se me cansen!” Y vuelve otra vez el entusiasmo. Aunque con menos fuerzas, por supuesto.

Cosecha, barrido e inmigrante

En cuanto al barrido de manzanas es mucho más sacrificado. Se trata de recoger en otra jornada toda la fruta de descarte que está en el piso y la que haya quedado en los árboles; que es un trabajo que se paga aparte, y muy por debajo del esfuerzo que se invierte en ello. En el caso del durazno, el descarte se recoge paralelamente y a manos de otras personas que no son necesariamente de la cuadrilla. Cosa que se critica mucho, pues para algunos obreros el descarte en el durazno se debe pagar, considerando que ya esa fruta fue cosechada, más allá de que se retire del Bins. Por tanto un trabajo que debería ser pagado, considerando que esa fruta va igualmente a la comercialización, como se hace con la manzana de barrido, la cual va a la producción de jugos y otros productos.

En todo caso, las cuadrillas para cosechas de durazno y manzana, funcionan bien cuando sincronizan cada vaciado de capacho en el Bins. Cuando no, pues generan atraso y alguien trabaja más que otro. Pero es que el hecho de subir y bajar escaleras con capachos llenos o vacíos; moverlas sobre los hombros mientras se avanza, volverlas a subir sin tomar descanso por más de siete horas es definitivamente extenuante. Por lo que no hay manera que alguien no baje el ritmo. Porque conforme las horas, la mañana deja de estar fresca, y la puesta de sol se hace agobiante, más aún cuando se mezcla con el polvo que sueltan las plantas, lo cual causa en muchos obreros alergia, tos, y severa dificultad para respirar. Las plantas mismas son una amenaza para el rostro y ojos de los trabajadores. Cuestión de seguridad industrial que habrá que atenderse. Lo cierto, es que se trata de una cosecha pesada, no sólo por la fruta, sino por todo lo que gira en torno a ello. Pese a esto, el trabajo no para. “La cosecha manda”.

De manera que son entre otras, una lista de cosas que hacen que la cosecha en estos huertos aledaños a Rancagua, sea si se quiere, un sacrificio tanto para propios y más para foráneos. Al menos hasta que llega el invierno. Una opción de vida momentánea o permanente a los que muchos apuestan con tal de servir la mesa, pagar el arriendo, o transferir el pan a los hogares que dejaron atrás a miles de kilómetros. Un cuantioso esfuerzo que se paga gracias a la oportunidad que ofrecen las tierras chilenas, como la que recibió este servidor, quien además de cosechar con tarros, sacos y capachos, escribió estas líneas aun siendo un obrero venezolano en los huertos rancagüinos: Garrinson Maita; inmigrante.

Por: Garrinson Maita

@GarrinsonMaita

Comunicador Social y Asesor en Comunicaciones Productivas

garrinsonmaita@gmail.com

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Cambio Universitario. Agosto, 2018

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Caracas, Venezuela: Universidad Central de Venezuela (UCV)

Cambiar la estrategia

Urge cambiar la estrategia.

No estamos enfrentando a un grupo político, que negocie, que cumpla reglas, o que honre su palabra.

Enfrentamos a una, más que probada, organización delictiva, que se ha apropiado ilegítima e ilegalmente de la nación, de su patrimonio, de la riqueza pública y privada.

A esta organización delictiva le importa muy poco o nada el bienestar de la gente. No se inmuta con el dolor del hambre, de la precariedad de la salud, el desgarramiento social, la perdida de la esperanza de una vida digna. Por el contrario, concibe a las personas como un estorbo. Mientras menos gente, mejor para ellos.  Les da igual que la gente muera o que emigre.

Tampoco les importa la productividad nacional, ni que ninguno de los servicios funcionen o funciones a medias. Ni siquiera el petróleo les preocupa, por más alto que estén sus precios. Es que casi toda la renta petrolera se la debemos a China y otros países forajidos. También han hipotecado nuestras reservas minerales. La economía ya no existe sino un remedo de lo que antes era.

Al régimen chavista no le molestan las huelgas, ni los paros, ni las protestas aisladas. Ni siquiera el hecho de que su ideología miserable esté cada vez más desprestigiada. Pueden ganar cuantas elecciones les vengan en gana convocar. Su “revolución” es cada vez más una pantomima propagandística, mediocre, patética y decadente.

Y nada de esto le preocupa, porque esta organización delictiva autodenominada “chavismo” vive de la delincuencia y de la corrupción. Fuente de sus groseras y cuantiosas fortunas.

Es importante repetirlo: no son políticos, son delincuentes. Y como tales, actúan.

Es por ello determinante cambiar la estrategia.

¿Pero quiénes deben cambiar de estrategia?

En primer lugar, los partidos políticos opositores, sobre todo sus militancias y dirigencias medias. En Venezuela, hay más partidos que doctrinas, algo que no tiene mucho sentido, lo cual dispersa los esfuerzos. La nueva estrategia debería proponer refundar los partidos en pocos partidos, fundiéndose en doctrinas comunes. Y a medida que se refundan, concentrarse en preparar le rebelión cívica que permita a la gente hacerse con los poderes locales y regionales, sobre la base de un programa básico, sencillo y elemental, pero democrático e institucional.

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Tanto en las acciones de calle del 2014 como del 2017, se notaba ya un desgaste en cuanto a la participación de la ciudadanía en forma de activistas políticos, y en su lugar preferían afrontar las protestas sin banderas, gorras o franelas de que hicieran alusión a los partidos. Imagen cortesía de utopialapalabra.blogspot.com.

En segundo lugar, y en paralelo, las organizaciones gremiales y sindicales. Luchar por siempre rezagados aumentos de sueldo es ineficiente. Agotadoras luchas que terminan en despilfarro de esfuerzos y en el deterioro de la confianza en sus líderes. Liderazgo, por cierto, sumamente desgastado por la estrategia chavista de suspender elecciones gremiales, sindicales y universitarias. Del “ombliguismo” sindical debe pasarse a la alta política. Este no es momento de pedir ni suplicar magros aumentos de sueldos. Es el momento de enfrentar al régimen delincuente, a su modelo corrupto y corruptor y a su tóxica y empobrecedora ideología populista.

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En Venezuela las protestas de los sectores gremiales han aumentado de forma abrupta en los últimos meses, producto, entre otras cosas, de la terrible inflación que azota los ya depauperados sueldos de los trabajadores. Una muestra de ello se ve reflejado en el sector de la salud, que hoy contabilizan más de un mes en protestas de calle, sin ser atendidas si quieras sus requerimientos. Imagen cortesía de razon.com.mx.

En tercer lugar las universidades, porque éstas son espacios por excelencia para el conocimiento y la inteligencia, que están comprometidas por ley a cumplir su rol de gran orientador nacional. Las universidades no son fábricas de graduar estudiantes, son instituciones de conocimiento que forma profesionales. Públicas o privadas, son patrimonios esenciales de la nación, que representan y nos representan a todos. La nueva estrategia sería convertirlas en un espacio de encuentro para la acción, de todas las organizaciones partidistas, gremiales, sindicales, estudiantiles y populares. Paralizar las universidades con huelgas inútiles o dejarlas vegetar son las peores opciones. Se debe presionar para democratizarlas, pues el régimen chavista ha decidido mantener sus autoridades de períodos vencidos, cuyo comportamiento ha sido, a todas luces, burocrático y aislacionista, que se han dedicado a fingir que éstas funcionan, cuando la realidad es que han colapsado en instituciones devastadas y desiertas.

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Las universidades venezolanas han decaído tanto en la calidad de la educación que imparte en las aulas como en la participación del estudiantado en los programas de investigación y desarrollo, convirtiéndose dichas instituciones en un reflejo fiel del país en todos sus aspectos. Imagen cortesía de elucabista.com.

En cuarto lugar, a las ONG’s y otros muchos movimientos sociales y cooperativos del país. Hasta ahora han cumplido en rol estelar en las denuncias de violación extrema de derechos humanos, políticos, sociales y del estado de derecho. La nueva estrategia sería continuar haciéndolo, pero ahora reagrupadas en un solo bloque de defensa para la sobrevivencia de nuestra nación, amenazada con el exterminio de la barbarie de la delincuencia chavista.

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Las ONGs han cumplido una labor esencial en defensa de los derechos humanos en el país, y sobre todo, de aquellos sectores más vulnerables que sin tener los recursos para cubrir los gastos de, por ejemplo, un abogado, dichas organizaciones han prestado sus conocimientos y servicios para apoyar y asesorar a cientos de venezolanos que, en el reclamo de sus derechos (o no), han sido victimas de injusticias por parte de las organizaciones delincuenciales del régimen. Tal es el caso del Foro Penal, liderado por Alfredo Romero y Gonzalo Himiob. Imagen cortesía de contrapunto.com

No existe un manual para enfrentar esta horrible tragedia en la que estamos sumergidos los venezolanos. Pero tenemos certeza de que lo que hasta ahora se ha llevado a cabo, no está funcionando. El delictivo régimen chavista continúa intacto y fuerte, resistiendo el creciente aislamiento internacional, pero poderosamente auxiliado por ambiciosas potencias depredadoras como Rusia y China, y con la asesoría ideológica, propagandística y mercenaria de Cuba, un auténtico parásito profesional. Tal como están las cosas, este régimen putrefacto puede prolongarse por años.

Sin escrúpulos, están dispuestos a subastar todo el país para mantenerse por largo tiempo en el poder. Dispuestos a asesinar. Dispuestos a dejar que mucha gente muera de hambre o sin asistencia médica o sin medicinas. Dispuestos a desangrar demográficamente el país, a dejarlo sin profesionales, sin juventud.

La nueva estrategia común puede resumirse en pocos puntos:

  1. Constituir un Bloque de Resistencia Nacional, con nuevos líderes de todos los partidos, gremios, sindicatos y organizaciones sociales. Para ello es esencial la elección de dicho liderazgo en votación abierta, local, regional y nacional.
  2. Declarar a toda la nación venezolana en extrema emergencia.
  3. Desconocer toda legitimidad del actual gobierno-régimen, para exigir al parlamento legítimo, la Asamblea Nacional o al TSJ, actualmente en el exilio, la formación inmediata de un nuevo gobierno de unidad nacional.
  4. Acumular todo el apoyo internacional posible, dando prioridad a la preservación de la vida, la alimentación de los más vulnerables, y por una más firme presión a los representantes corruptos del régimen usurpador y delictivo.
  5. Organizar una nueva ola de protestas masivas a lo largo y ancho del país.

Cierto… No existe un manual. Pero tenemos que diseñarlo sobre la marcha, para nosotros y para otros pueblos igualmente oprimidos por regímenes similares.

Por: Bernardino Herrera León

http://orcid.org/0000-0003-4790-8588

@herreraleonber

herrerabernardino@gmail.com

Historiador y comunicólogo. Investigador docente, ININCO, FHE-UCV.

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Cambio Universitario. Julio, 2018

https://cambiouniversitario.wordpress.com/

Caracas, Venezuela: Universidad Central de Venezuela (UCV).