Más chavismo = más muertes

La controversia que ha generado el tema sobre la cooperación internacional para la resolución del tema Venezuela, hoy víctima de una invasión extranjera por parte de distintos Estados mafiosos como el cubano, el ruso y el chino, además de diversas organizaciones delincuenciales internacionales; en las últimas semanas ha aumentado de temperatura, sobre todo en los canales por los cuales se pueden dar este tipo de debates, por ejemplo, las redes sociales y los medios digitales.

Es conocido, nacional e internacionalmente, que la crisis que vive Venezuela es la peor que haya experimentado país alguno en Latinoamérica, por lo menos, en los últimos cien años. Ya nuestro parámetro como país no es Cuba, si acaso, podríamos vernos en el mismo espejo de Haití, dentro de nuestro ámbito regional. El último reportaje del New York Times que lleva por título “Venezuela’s Collapse is the Worst Outside of War in Decades[1]” hace alusión directa, tanto en relatos como en imágenes, a lo que sufren los habitantes de Maracaibo, Venezuela, a quienes se les ha condenado a vivir una suerte de infierno, quizá, han llevado la peor parte en toda la demencia genocida emprendida por el chavismo contra la ciudadanía. El desastre humano, producto, no de una guerra, sino de la aplicación del “A – B – C” socialista, será materia de estudio para distintas cátedras y líneas de investigación en las próximas décadas, hoy, es necesaria una solución que termine con la causa de la desgracia: el chavismo.

Familias en medio de la penumbra total de forma permanente por la falta de energía eléctrica, seres humanos famélicos en estado de mendicidad, niños en medio de la nada, el mercado de las pulgas, que en otros tiempos era uno de los más variados y coloridos del país, hoy parece una venta ambulante de órganos y carne podrida caldo de cultivo para cualquier tipo de endemias, imágenes de la parálisis y destrucción económica, entre otras, nos invitan a una profunda reflexión. ¿Hasta cuándo los venezolanos deben soportar al chavismo (y a sus colaboradores)?

La desconfianza a los procesos de negociación no es de gratis, o producto de ideas caprichosas que los venezolanos albergan en la mente. Todo lo contrario, es producto de la experiencia acumulada en torno a un conjunto de fracasos sostenidos que involucran la opción de la negociación como método para buscar una solución al problema que viven los venezolanos. Se tiene la sensación de que cada vez que se produce un encuentro entre el chavismo (la usurpación) y el la oposición (hoy gobierno legítimo), el empeoramiento de la vida del ciudadano es exponencial, a la vez que el régimen usurpador avanza sin piedad, de forma intransigente, llevándose por el medio todo lo que encuentra a su paso. Hoy, nuevamente se elige al peor árbitro (Noruega) y a los peores representantes, si es que a alguien representan personajes como Stalin González o Fernando Martínez Mottola.

En la ciencia, las teorías y los métodos adquieren sentido y coherencia sólo cuando intentan resolver problemas, y seguramente, estas teorías y métodos derivarán en nuevos problemas a resolver en el futuro, es decir, la ciencia comienza y termina en problemas. No obstante, esto tiene un aspecto positivo, y es que finalmente el venezolano se ha dado cuenta que esa no es la vía para la resolución del conflicto, seguramente el establishment político también, sin embargo, sus conflictos de intereses no le permiten explorar otras opciones, que quizá los terminen llevando a una situación perder-perder. Acerca de esto, traigo a colación las palabras de Popper (1997) al referirse al proceso de aprender a comprender un problema, y es que no hay manera de hacerlo sino es “tratando de resolverlo y fracasando”. De esta manera, luego de muchos fracasos, el ciudadano ha entendido que esa no es la solución y demanda otra metodología. Por ejemplo, ¿Qué tal si el diálogo no se produce en Noruega, sino en EE.UU., o en Alemania? ¿O en lugar de Mottola y González se envían expertos en negociaciones de Estado? ¿Qué tal si en lugar de negociar unas elecciones o la impunidad del régimen, se negocia su fecha de salida y las condiciones de su salida?

Mientras la gente sufre desde hace dos décadas las desgracias del socialismo chavista, hay quienes intentan torcer la verdad en los “medios de comunicación” y en las redes sociales, haciendo las veces como agentes de distorsión. Lamentablemente, personas que tienen un peso ante la opinión pública, como Moisés Naím, y otros con muy poco peso, como Carla Angola, ambos pertenecientes al mundo de los medios, se han dedicado últimamente a hacer el papel que tanto ellos critican: la policía del pensamiento. Atacan a los venezolanos en el exterior y sus exigencias, catalogándolos de “diáspora digital tóxica”[2]. Esto lo dicen desde el exterior y a través de los medios digitales ¿Quién los comprende?

Mientras tanto, otros con más “horas de vuelo” llaman “Jauría” a quienes levantan su voz contra la insoportable situación:

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Imagen tomada de la red social Twitter, en junio, 02, 2019:   https://twitter.com/thayspenalver/status/1128323267700326401

Pero cuando la ciudadanía responde, quienes se denominan “demócratas”, amparados en sus horas de vuelo como periodistas, en las cuales parecen haber perdido la brújula, expresan con gran desprecio lo siguiente:

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Imagen tomada de la red social Twitter, en junio, 02, 2019: https://twitter.com/thayspenalver/status/1129506673851326464

No hay “burdel” que pueda engañar a la opinión pública, que nadie se confunda, aquí están bien identificados los culpables de toda esta tragedia. Que nunca más se repita la infeliz falacia «El Imperio tiene la culpa» o «La culpa de la crisis venezolana es de Donald Trump y las sanciones», ya que esta tragedia es de larga data. Primero con el criminal Chávez, y ahora con su hijo Maduro, muchísimas han sido las muertes, familiares, amigos, etc., todas muy dolorosas, como para dejarnos pintar la cara, ¡BASTA! Dicha infamia se afirma cuando, por un lado, el carnicero Maduro destina cincuenta millones de euros para la compra de uniformes militares y cincuenta y seis millones más para la fabricación de fusiles, y por el otro, Guaidó y su incongruente administración, pagan unos bonos que la misma Asamblea Nacional había catalogado de ilegales por haberse adquirido sin la aprobación del ente legislativo. Dicha secuencia de acciones criminales y obscenas se desarrollan en el marco de una crisis sanitaria y hospitalaria, en la cual niños mueren de forma indolente en el Hospital J.M. de los Ríos en Caracas, a la espera de un trasplante de órgano[3].

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Imagen tomada de la red social Twitter, en junio, 02, 2019: https://twitter.com/GabyGabyGG/status/1131733680655880194
Tweet IV
Imagen tomada de la red social Twitter, en junio, 02, 2019: https://twitter.com/mdebarrosf/status/1131558329988390913

No sólo los niños están muriendo, semanas atrás también le tocó, entre otras víctimas de la represión del régimen, a Gustavo Ramayo, estudiante de la Universidad Central de Venezuela (UCV)[4]. Ahora bien, Juan Guaidó, teniéndolo todo por ganar, ¿Cómo desperdicia un capital político tan importante, tan sólo en cuestión de horas? Pareciera que poco importan los ciudadanos y sus necesidades, porque hay algo que tiene mayor peso y con lo que tienen un mayor compromiso. No podemos dejar de pensar en que existe una vinculación directa entre tenedores de bonos, sus gestores y aquellos que, desde la esfera política, se prestan para los más oscuros intereses, bajo la máscara de supuestos entendimientos y acciones de piratería política como la “operación libertad”. Nuevamente, la transición se convierte en transacción.

Tal como indica Clark (2019), cuando cita una oración repetida por los Cadetes de West Point que reza Danos el coraje que nace de la lealtad a todo lo que es noble y digno, que desprecia el compromiso con el vicio y la injusticia, y no conoce el miedo cuando la verdad y el derecho están en peligro, “el valor de actuar para el bien y como la autoridad moral es en sí misma la fuente más profunda de poder”[5].

Igualmente, es infame el argumento esgrimidos por algunas personas: «si los americanos nos invaden, quienes apoyan la invasión, deben ir al frente de batalla». Eso sería similar a pedirle a quienes están apoyando el diálogo en Noruega, que donen sus órganos a quienes esperan trasplantes mientras se ponen de acuerdo chavismo y «oposición». Igualmente falaz es, ya que el país se encuentra, como se dijo al principio de este escrito, invadido por factores delincuenciales internacionales. En todo caso, no sería una invasión, sería una redada policial contra delincuentes.

Decir que no queremos ver misiles volando sobre nuestras cabezas, es producto, en parte, de la ignorancia o  de manipulación. Hoy dichas operaciones militares, son estrictamente operaciones cuasi quirúrgicas, emulan al mundo militar con el campo de la medicina, atacando blancos precisados con mucha anterioridad, llevadas a cabo con finas estrategias y tecnologías utilizadas para tal fin y evitar la menor cantidad de daños colaterales posibles, y de haber bajas, serán precisamente las que el carnicero y su banda chavista se disponga a hacer contra la población civil, ese ha sido su plan siempre, causar el terror y la muerte. Quien observa que se equivoca, y lo hace de buena fe, pues rectifica. El chavismo vino a matar y lo hacen con toda la mala intención. De allí la máxima irrefutable:

Más chavismo = Más muerte

Por: Orlando Figuera

@ofiguera

orlando.figuera@gmail.com

Archivólogo y MSc en Comunicación Social de la UCV

Profesor en la Escuela de Bibliotecología y Archivología de la Facultad Humanidades y Educación, UCV

REFERENCIAS

[1] Kurmanaev, Anatoly (2019). Venezuela’s collapse is the worst outside of war in decades, economists say. En: The New York Times [Periódico en línea]. Recuperado de: https://www.nytimes.com/2019/05/17/world/americas/venezuela-economy.html (Consultado en mayo 18, 2019).

[2] EVTV Miami (2019). ¿Eres parte de la diáspora digital tóxica? Habla Moisés Naím – Aló B Noches EVTV – 05/21/19. En: EVTV Miami [Video en línea]. Recuperado de: https://youtu.be/M-uC0ZS1daY (Consultado en mayo 21, 2019).

[3] Pineda Sleinan, Julett (2019). Muere niño a la espera de un trasplante de médula en el J.M. de los Ríos. En: Efecto Cocuyo [Medio digital]. Recuperado de: http://efectococuyo.com/salud/muere-nino-con-leucemia-en-el-j-m-de-los-rios-a-la-espera-de-un-trasplante-de-medula/ (Consultado en mayo 6, 2019).

[4] Maduradas (2019). Murió el estudiante de la UCV Gustavo Ramayo tras padecer rara enfermedad respiratoria por inhalar gases lacrimógenos en protestas. En: Maduradas [Medio digital]. Recuperado de: https://maduradas.com/doloroso-murio-estudiante-la-ucv-gustavo-ramayo-tras-padecer-rara-enfermedad-respiratoria-inhalar-gases-lacrimogenos-protestas/ (Consultado en mayo 20, 2019).

[5] Clark, Wesley K. (2019). What Happens When Our Leaders Lack Moral Courage: Power is acting for good — and knowing when you should. En: The New York Times [Periódico en línea]. Recuperado de: https://www.nytimes.com/2019/05/23/opinion/power-moral-courage.html (Consultado en mayo 23, 2019).

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Cambio Universitario. Junio, 2019

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Tengo miedo ¿Y tú?

Si me preguntaran, ante la realidad de nuestro contexto país hoy, por mis temores y si tengo miedo, mi respuesta es definitivamente: ¡SI!, tengo miedo.

Si ahora me preguntas, de qué tenor es el miedo, cuánto miedo tengo, puedo responder que mucho. Mucho miedo. Si hubiera la posibilidad de medirlo, respondería que mi miedo y mis miedos están a nivel del cien por ciento, mi capacidad para albergar el miedo está copada. Mi indicadores de miedo pueden estar por debajo del de muchos de ustedes, tal vez al mismo nivel, y quién sabe si por encima del que algunos de vosotros pueden albergar en los recónditos lugares de su emocionalidad.

Ahora bien, el miedo puede escalonar y subir, pero como ya estoy saturado de él, mis emociones no pueden otra cosa que escalonar y subir. Su siguiente estadio, el terror y después el pánico que paraliza y sumerge en la inacción. De allí, aceptar el todo como derrota y caer en depresión hasta que la muerte me alcance. Es una forma de responder a los estímulos de esta experiencia pavloviana a la que se nos pretende someter.

Pero no sólo es ésta la única posibilidad que me dejan el miedo, el terror y el pánico. Me encuentro ya en la zona del terror, y allí la muerte puede sobrevenir de dos maneras: 1. Muero súbitamente porque las respuestas de mi organismo para recuperar sus equilibrios internos fallan y no funciona la homeostasis de mi organización biopsicoecológico social; o 2. Sucumbo ante el irrefrenable ataque de mi victimario. Conclusión, en el contexto pa´ sí que hábito, la muerte está a la orden del día.

Una vez haya muerto, la naturaleza se ocupara de redimir mis restos orgánicos o mis cenizas según sea el caso, para reconstruir la vida e incluso para dar vida a otros entes, desde insectos y alimañas hasta ser parte de la más frondosa vegetación. En uno u otro caso, qué importaría ya luego de haber fallecido a consecuencia de mis miedos. Entonces, ya no habrá posibilidad de preguntarme, ¿Dónde he quedado ante mis responsabilidades para conmigo mismo en primer lugar, y para con el legado histórico civilizatorio que me ha sido dado luego de la vida de unas quinientas generaciones a lo largo de diez mil años, en segunda instancia? La naturaleza me trajo a la vida como un ser ganador. Es la muerte que, a decir de la religiosidad, conduce a la vida eterna, pero a todas esas, y ¿Cómo queda mi paso por el mundo ante la vida, donde perdí mi existencia?… ¿Qué cuentas he de entregar ante Dios?

Sé que siempre estaré acompañado por la muerte, pero por ahora no quiero abrazarme con ella, no es eso lo que deseo como existencia, aunque ello es lo que desean imponer quienes se dicen dueños de mi destino y, mediante acciones totalizantes que impiden las expresiones de libertad que son inmanentes al ser humano, usurpan funciones públicas y accionan fraudulentamente el destino de nuestro país hasta negarme la vida y mi venezolanidad. Desean que no exista más que como ficha de la vida y no como constructor de mi propio destino y logros de mi felicidad.

Un investigador estadounidense, ¡malaya el imperio!, estableció que los seres humanos funcionamos individual y socialmente conforme una escala de satisfacción de nuestras necesidades. Desde las básicas que disponen nuestra vida en cuanto disponer alimentación, vestido y protección contra los rigores del medio ambiente pasando de allí a aquellas que nos brindan seguridad personal y avance hacia la autorrealización, por cierto, la escala más alta luego de necesidades que se avienen con los afectos y la familia así como el reconocimiento en los niveles tercero y cuarto de los cinco que hasta ahora han sido establecidos.

Satisfacer mis necesidades de primer nivel corresponde a la sobrevivencia. Es la vida pura y simple, sin expectativas, sin disfrute y sin goce alguno de nuestra presencia en y ante la naturaleza. La escala mayor, la autorealización, me ubica ante la satisfacción personal por el sólo hecho de estar en la vida, en el mundo y ante mi existencia. Son los espacios ganados para el ejercicio de mi libre albedrio, de mi libertad, de mi tranquilidad, de mi paz y por ende, de mi bienestar. Nada que ver con la disposición de lo material, emocional o espiritual y si con lo que haya decidido hacer de mi vida, pero sobre todo, por el contenido que haya dado a mi existencia. Existo, luego soy.

Ahora, dueño de mi existencia, estoy a disposición del juicio de la naturaleza; he cumplido con el legado que me ha correspondido para dar pasos en avanzada civilizatoria ante mi contexto social; he cumplido con la entrega del testigo histórico civilizatorio que dinamiza el desarrollo y crecimiento humano de esta raza; habré cumplido con Dios y, por tanto, sin temores ante su juicio, dado que trabajé por la evolución del ser y de la humanidad. He trabajado para incrementar los desequilibrios entre el bien y el mal, apoyando fiera y firmemente al primero y sobreponiéndome al miedo, evitar de los avances del mal.

Al aceptar y reconocer mis miedos ha llegado el momento de preguntar, ¿Y ahora, quién tiene miedo?, ¿Cuál es el deseo objetivo de tu paso por el mundo de la naturaleza y los seres humanos, que todo cambie y transformemos la vida en existencia como corresponde a una raza ganadora, o que quienes pretenden llenarnos de desesperanza para garantizarse el poder eterno a factores del mal terminen por imponerse ante nosotros? Saca tus miedos, avancemos. Ha llegado la hora en el contexto de un nuevo discurso político y narrativa diferente que acompañe el goce y disfrute pleno del existir en una Venezuela civil libre y democrática.

Por: Bismarck Ortiz Rondón

@BismarckOrtiz

@bismarck ortiz rondon

Docente e investigador de la Universidad de Oriente (UDO)

Delegado de Planificación Universitaria del Núcleo Bolívar.

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Cambio Universitario. Noviembre, 2018

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Caracas, Venezuela: Universidad Central de Venezuela (UCV).

Cambiar la estrategia

Urge cambiar la estrategia.

No estamos enfrentando a un grupo político, que negocie, que cumpla reglas, o que honre su palabra.

Enfrentamos a una, más que probada, organización delictiva, que se ha apropiado ilegítima e ilegalmente de la nación, de su patrimonio, de la riqueza pública y privada.

A esta organización delictiva le importa muy poco o nada el bienestar de la gente. No se inmuta con el dolor del hambre, de la precariedad de la salud, el desgarramiento social, la perdida de la esperanza de una vida digna. Por el contrario, concibe a las personas como un estorbo. Mientras menos gente, mejor para ellos.  Les da igual que la gente muera o que emigre.

Tampoco les importa la productividad nacional, ni que ninguno de los servicios funcionen o funciones a medias. Ni siquiera el petróleo les preocupa, por más alto que estén sus precios. Es que casi toda la renta petrolera se la debemos a China y otros países forajidos. También han hipotecado nuestras reservas minerales. La economía ya no existe sino un remedo de lo que antes era.

Al régimen chavista no le molestan las huelgas, ni los paros, ni las protestas aisladas. Ni siquiera el hecho de que su ideología miserable esté cada vez más desprestigiada. Pueden ganar cuantas elecciones les vengan en gana convocar. Su “revolución” es cada vez más una pantomima propagandística, mediocre, patética y decadente.

Y nada de esto le preocupa, porque esta organización delictiva autodenominada “chavismo” vive de la delincuencia y de la corrupción. Fuente de sus groseras y cuantiosas fortunas.

Es importante repetirlo: no son políticos, son delincuentes. Y como tales, actúan.

Es por ello determinante cambiar la estrategia.

¿Pero quiénes deben cambiar de estrategia?

En primer lugar, los partidos políticos opositores, sobre todo sus militancias y dirigencias medias. En Venezuela, hay más partidos que doctrinas, algo que no tiene mucho sentido, lo cual dispersa los esfuerzos. La nueva estrategia debería proponer refundar los partidos en pocos partidos, fundiéndose en doctrinas comunes. Y a medida que se refundan, concentrarse en preparar le rebelión cívica que permita a la gente hacerse con los poderes locales y regionales, sobre la base de un programa básico, sencillo y elemental, pero democrático e institucional.

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Tanto en las acciones de calle del 2014 como del 2017, se notaba ya un desgaste en cuanto a la participación de la ciudadanía en forma de activistas políticos, y en su lugar preferían afrontar las protestas sin banderas, gorras o franelas de que hicieran alusión a los partidos. Imagen cortesía de utopialapalabra.blogspot.com.

En segundo lugar, y en paralelo, las organizaciones gremiales y sindicales. Luchar por siempre rezagados aumentos de sueldo es ineficiente. Agotadoras luchas que terminan en despilfarro de esfuerzos y en el deterioro de la confianza en sus líderes. Liderazgo, por cierto, sumamente desgastado por la estrategia chavista de suspender elecciones gremiales, sindicales y universitarias. Del “ombliguismo” sindical debe pasarse a la alta política. Este no es momento de pedir ni suplicar magros aumentos de sueldos. Es el momento de enfrentar al régimen delincuente, a su modelo corrupto y corruptor y a su tóxica y empobrecedora ideología populista.

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En Venezuela las protestas de los sectores gremiales han aumentado de forma abrupta en los últimos meses, producto, entre otras cosas, de la terrible inflación que azota los ya depauperados sueldos de los trabajadores. Una muestra de ello se ve reflejado en el sector de la salud, que hoy contabilizan más de un mes en protestas de calle, sin ser atendidas si quieras sus requerimientos. Imagen cortesía de razon.com.mx.

En tercer lugar las universidades, porque éstas son espacios por excelencia para el conocimiento y la inteligencia, que están comprometidas por ley a cumplir su rol de gran orientador nacional. Las universidades no son fábricas de graduar estudiantes, son instituciones de conocimiento que forma profesionales. Públicas o privadas, son patrimonios esenciales de la nación, que representan y nos representan a todos. La nueva estrategia sería convertirlas en un espacio de encuentro para la acción, de todas las organizaciones partidistas, gremiales, sindicales, estudiantiles y populares. Paralizar las universidades con huelgas inútiles o dejarlas vegetar son las peores opciones. Se debe presionar para democratizarlas, pues el régimen chavista ha decidido mantener sus autoridades de períodos vencidos, cuyo comportamiento ha sido, a todas luces, burocrático y aislacionista, que se han dedicado a fingir que éstas funcionan, cuando la realidad es que han colapsado en instituciones devastadas y desiertas.

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Las universidades venezolanas han decaído tanto en la calidad de la educación que imparte en las aulas como en la participación del estudiantado en los programas de investigación y desarrollo, convirtiéndose dichas instituciones en un reflejo fiel del país en todos sus aspectos. Imagen cortesía de elucabista.com.

En cuarto lugar, a las ONG’s y otros muchos movimientos sociales y cooperativos del país. Hasta ahora han cumplido en rol estelar en las denuncias de violación extrema de derechos humanos, políticos, sociales y del estado de derecho. La nueva estrategia sería continuar haciéndolo, pero ahora reagrupadas en un solo bloque de defensa para la sobrevivencia de nuestra nación, amenazada con el exterminio de la barbarie de la delincuencia chavista.

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Las ONGs han cumplido una labor esencial en defensa de los derechos humanos en el país, y sobre todo, de aquellos sectores más vulnerables que sin tener los recursos para cubrir los gastos de, por ejemplo, un abogado, dichas organizaciones han prestado sus conocimientos y servicios para apoyar y asesorar a cientos de venezolanos que, en el reclamo de sus derechos (o no), han sido victimas de injusticias por parte de las organizaciones delincuenciales del régimen. Tal es el caso del Foro Penal, liderado por Alfredo Romero y Gonzalo Himiob. Imagen cortesía de contrapunto.com

No existe un manual para enfrentar esta horrible tragedia en la que estamos sumergidos los venezolanos. Pero tenemos certeza de que lo que hasta ahora se ha llevado a cabo, no está funcionando. El delictivo régimen chavista continúa intacto y fuerte, resistiendo el creciente aislamiento internacional, pero poderosamente auxiliado por ambiciosas potencias depredadoras como Rusia y China, y con la asesoría ideológica, propagandística y mercenaria de Cuba, un auténtico parásito profesional. Tal como están las cosas, este régimen putrefacto puede prolongarse por años.

Sin escrúpulos, están dispuestos a subastar todo el país para mantenerse por largo tiempo en el poder. Dispuestos a asesinar. Dispuestos a dejar que mucha gente muera de hambre o sin asistencia médica o sin medicinas. Dispuestos a desangrar demográficamente el país, a dejarlo sin profesionales, sin juventud.

La nueva estrategia común puede resumirse en pocos puntos:

  1. Constituir un Bloque de Resistencia Nacional, con nuevos líderes de todos los partidos, gremios, sindicatos y organizaciones sociales. Para ello es esencial la elección de dicho liderazgo en votación abierta, local, regional y nacional.
  2. Declarar a toda la nación venezolana en extrema emergencia.
  3. Desconocer toda legitimidad del actual gobierno-régimen, para exigir al parlamento legítimo, la Asamblea Nacional o al TSJ, actualmente en el exilio, la formación inmediata de un nuevo gobierno de unidad nacional.
  4. Acumular todo el apoyo internacional posible, dando prioridad a la preservación de la vida, la alimentación de los más vulnerables, y por una más firme presión a los representantes corruptos del régimen usurpador y delictivo.
  5. Organizar una nueva ola de protestas masivas a lo largo y ancho del país.

Cierto… No existe un manual. Pero tenemos que diseñarlo sobre la marcha, para nosotros y para otros pueblos igualmente oprimidos por regímenes similares.

Por: Bernardino Herrera León

http://orcid.org/0000-0003-4790-8588

@herreraleonber

herrerabernardino@gmail.com

Historiador y comunicólogo. Investigador docente, ININCO, FHE-UCV.

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Cambio Universitario. Julio, 2018

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Caracas, Venezuela: Universidad Central de Venezuela (UCV).

O Maduro o Yo… El cínico chantaje de Henri Falcón

“Presión” o “amenaza”, es la definición que ofrecen los diccionarios, cuando el objetivo es obtener, contra voluntad, una ventaja o un beneficio. Jurídicamente es un delito. Pero ahora es un descarado, impúdico, deshonesto e inmoral chantaje impuesto al atormentado pueblo de Venezuela.

Son las elecciones adelantadas de la ilegal Asamblea Nacional Constituyente (ANC). En condiciones de extrema hostilidad, convertida en una trampa segura, como muchas otras elecciones desde el año 2002 en adelante. Participar en ellas es perder dos veces: las elecciones y la dignidad. Abstenerse es perder sólo una, y esto en caso que no se cuente con una estrategia que acompañe a la abstención.

Hace menos de un año resultaba un muy mal chiste mencionar la reelección de Nicolás Maduro. Personaje bastante rechazado hasta por los seguidores más fanáticos del chavismo. Pero el chiste malo se hizo realidad. Maduro se postula a la reelección. ¿Por qué el chavismo postula un candidato que perdería con cualquiera? La respuesta es muy simple: Porque va a ganar. El fraude es tan obvio que ya tiene tres “eventos electorales” de práctica de perfeccionamiento: la elección de la espuria ANC, las gobernaciones y las alcaldías. Con la ANC, el régimen anunció disponer de ocho millones de votos, aunque sabemos que no participaron en ellas más de tres, las propias denuncias de Smartmatic resultan sumamente reveladoras[1]. Con ocho millones ganan a cualquiera. El fantasma de la abstención por sí solo pasa a ser irrelevante. Basta con inventar tantos millones de votos.

Pero para que el fraude ofrezca no credibilidad sino al menos dudas, debe contar con candidatos opositores. No candidatos de utilería, de baja representatividad. Necesita un candidato opositor de peso. Pero tampoco cualquiera, sino el que cumpla con un requisito indispensable: ser chantajeable. Sin escrúpulos como para saltarse la ética y la dignidad. Los candidatos que no cumplan este perfil, serían inhabilitados con cualquier excusa.

La negativa de los partidos opositores de la MUD (ahora Frente Amplio Venezuela Libre) puso en peligro el fraude. No porque el chavismo temiera su participación. Para eso está el fraude. El temor suponía el riesgo de arrastrar al candidato opositor ideal del chavismo a no participar en la contienda. Amagó con no hacerlo.

Sí. Henri Falcón es el candidato opositor perfecto del chavismo. Lo probaron en las elecciones regionales confrontándolo, en su propio terreno, con una candidata débil, Carmen Meléndez. Falcón perdió estrepitosamente, culpando de ello a la abstención de casi 65%. Siempre hay un culpable, excepto él mismo. En eso se “parece igualito” al chavismo, por algo viene de sus filas.

Henri Falcón en su momento, integrante de la filas del PSUV, hoy candidato opositor. Imágenes cortesía de es.comunicas.org y undiadijo.wordpress.com

Para impedir la inoportuna participación de cualquier otro candidato MUD, el chavismo llevó al extremo de la humillación sus inaceptables condiciones en República Dominicana. Un suicidio para los partidos, que por muchas ganas de participar que tenían, fueron obligados a abstenerse. Falcón tenía así despejada su carrera hacia el chantaje. O Guatemala o Guatepeor. O yo o Maduro. La “Operación Falcón” ya estaba en marcha.

Inmediatamente aparecieron las conjeturas. Los análisis. Hipótesis uno dos y tres. Una de ellas, que Falcón representa la transición aceptable para el chavismo, a cambio de garantías de impunidad. Esta última se vende muy bien. Lo que sea con tal de salir de esta pesadilla. Guárdense su “dignidad”, su ética, para otra cosa, señores radicales, twitea soberbio Jesús “Chúo” Torrealba. Lo importante es salir de Maduro, insensibles, remata. La campaña del chantaje falconista echa mano hasta del síndrome de Estocolmo.

Falcón es el único candidato que acepta el chavismo, para sus elecciones a su medida. Ni siquiera Rodríguez Torres, ni Rafael Ramírez, ni Samán y menos Luisa Ortega. O Maduro o Falcón, “eso es lo que hay”.

La campaña de Falcón es intensa. Es la estrella de los medios tradicionales mientras va inundando de elogios e insultos los medios digitales. Hasta tiene un banner fijo en Youtube, hace giras por el Vaticano y paga columnas en el New York Times llamando a la calma a los tenedores de bonos de Wall Street. Un puñado de intelectuales le corean, incluso hasta de calificarlo de héroe, como es el caso de Fernando Mires, olvidándose este último del paso de Falcón por el chavismo.

Algunos políticos ex MUD se aprestan a sumarse. Quien quita, un cargo es un cargo, que es mejor a este desierto que ofrece la “dignidad” opositora. El mismo Maduro, satisfecho, le felicita y elogia por su valentía y coraje de marchar directo a la guillotina del fraude electoral.

Personalmente, no dudo en estimar que la compensación por los servicios ofrecidos será sustanciosa. Tiene que serlo porque el riesgo del suicidio político es muy alto. Pero, cuidado, Falcón y seguidores. El chavismo, a veces, paga con moneda falsa. Consulten con Luisa Ortega, con Ramírez, o con los militares de la promoción del 4 de Febrero que saben de ello. Y falsa moneda mancha a quien la acuña y a quien consciente la recibe.

Personalmente, me abstendré. Sé que voy a perder. Pero opto por no perder tampoco la dignidad. Muy distinta a la “dignidad” a que se refieren los nuevos adulantes falconistas.

Por: Bernardino Herrera León

http://orcid.org/0000-0003-4790-8588

@herreraleonber

herrerabernardino@gmail.com

Historiador y comunicólogo. Investigador docente, ININCO, FHE-UCV.

REFERENCIAS

[1] Véase: BBC Mundo (2017, agosto 2). Smartmatic, la empresa a cargo del sistema de votación en Venezuela, denuncia “manipulación” en la elección de la Constituyente y el CNE lo niega. En British Broadcasting Corporation (Noticia en línea). Disponible en: http://bbc.in/2wlAutM.

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Cambio Universitario. Marzo, 2018

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Caracas, Venezuela: Universidad Central de Venezuela (UCV).

 

Festejar Genocidios

Tras las carnicerías de la primera y segunda guerras mundiales, aparece en el campo de la historia un concepto sanitariamente necesario: el “derecho al olvido”, que pronto evolucionaría como concepto jurídico y que aún mantiene polémicos litigios con la irrupción de Internet. Originariamente, el “derecho al olvido” propone que la siguiente generación de quienes sobrevivieron a aquella brutalidad bélica tenían más que justificada su indiferencia ante el horror sufrido por sus padres y abuelos.

Quienes defienden el derecho al olvido argumentan que el trivial y frío comportamiento de desdén hacia al trágico pasado reciente es un mecanismo de supervivencia. Permite superar, lo más rápidamente posible, el intenso dolor padecido por sus familiares. Es fácil deducir que el concepto surge como resultado del holocausto a la población judía y de otros pueblos que fueron víctimas, en especial niños y jóvenes, que lograron escapar milagrosamente del bárbaro y absurdo exterminio planificado que llevó a cabo el régimen nazi.

Algo similar ha ocurrido con las generaciones posteriores al régimen soviético, luego de casi tres décadas de su colapso definitivo. No sólo por padecer una sociedad sin libertades, de escasez crónica y severas restricciones cotidianas, sino además por el terror a la eficiente maquinaria represiva de aquel régimen totalitario, de cuyo seno surgió el lacónico personaje que preside su actual régimen despótico.  Sin duda, la juventud postsoviética optó por el derecho al olvido. Tanto, que ha facilitado consolidarse, casi sin oposición, al nuevo régimen nacionalista totalitario de Vladimir Putin.

Stalin
Iósif Stalin, secretario general del Comité Central del Partido Comunista y líder de la Unión Soviética, ejecutor de uno los más grandes genocidios en la historia de la humanidad. Imagen cortesía de sputniknews.com

Aunque estemos en desacuerdo con el derecho al olvido, no puede negarse como recurso de sanidad mental, en forma de burbuja que se construyen algunos jóvenes para ignorar premeditadamente la lacerante y dolorosa realidad social que les tocó vivir a sus padres y a ellos mismos. A los venezolanos nos pasa no con el pasado sino con la terrible realidad que sufrimos, luego de ser testigos de los crímenes de la represión del régimen que gobierna ese país de manera totalitaria. Pero, ciertamente, el derecho al olvido es un recurso para “pasar la página” del pasado e intentar otro presente alternativo, otro futuro distinto. Proclama que no hace bien recordar obsesivamente un terrible pasado recientemente vivido.

Lo que resulta muy cuesta arriba justificar es la rememoración necrofílica del aniversario de un régimen ya extinto, que provocó la muerte masiva de más de 20 millones de sus compatriotas por persecución política, reclusión, tortura, fusilamientos, hambre y frío, según se afirma en el Libro Negro del Comunismo: crímenes terror y represión, editado en 1997 y escrito por un grupo de profesores universitarios europeos. La Unión Soviética practicó una matanza sistemática y premeditada con la que consiguió exterminar la disidencia interna.

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Portada de «El Libro Negro del Comunismo: Crímenes, Terror y Represión». Imagen cortesía de lacuevadeloslibros.blogspot.com

Y peor. Festejar su aniversario presentándolo como una fase luminosa de la humanidad, en descarada y cínica manipulación de la historia. De eso se trata la celebración de los 100 años de la Unión Soviética en la destartalada, violenta y sucia Caracas de hoy, capital de Venezuela. El régimen soviético dejó de existir por desastre y colapso propios, para alegría de millones, antes de poder cumplir esa edad. Una fiesta lúgubre, una repugnante aberración. Un intento burdo de tergiversar, manipular y evadir la realidad.

El régimen chavista venezolano ha optado por un despilfarrador festejo, además del caos que ocasiona el cierre de una de las principales avenidas en la ciudad capital, el régimen chavista prosigue la patética tradición que caracterizó a los regímenes comunistas y similares totalitarios, hacer fiestas de cumpleaños de sus “héroes” muertos. Muchos de ellos se encuentran aún momificados para alargar el culto fetichista de la muerte.  En un intento por contagiar su patológica fuga de la realidad.

El derecho al olvido es una opción legítima para la generación inmediata siguiente, que le permita generar nuevos tejidos mentales. Y no excluye la responsabilidad de la historia en ilustrar a las próximas generaciones los barbáricos horrores de épocas pasadas. No para regodearse morbosamente en aquel dolor sufrido, sino para impedir que la tragedia vuelva a repetirse.

Por: Bernardino Herrera León

http://orcid.org/0000-0003-4790-8588

@herreraleonber

herrerabernardino@gmail.com

Historiador y comunicólogo. Investigador docente, ININCO, FHE-UCV.

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Cambio Universitario. Noviembre, 2017

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Caracas, Venezuela: Universidad Central de Venezuela (UCV).

La generación del 17: El dolor y la alegría

Estamos conociendo de la existencia de una nueva generación de venezolanos, el levantamiento de una juventud, sin duda alguna, muy especial, y que desde ya, propongo bautizarla como “La generación del 17”. Resulta una paradoja que en medio del caos que ha significado dieciocho años de chavo-comunismo, una juventud cuyo promedio de edad oscila entre los 15 y 21 años de edad, que no conocieron el “Nintendo americano”, el “Nintendo 64”, el VHS, el Betamax, bandas de rock como Nirvana, Pink Floyd, The Beatles, nunca vieron “Radio Rochela” ni recordarán a RCTV, pero mucho menos conocen la democracia, no conocen otra cosa que la vida en comunismo puro y duro, en esta desdicha permanente, dónde la única oportunidad de sentirse jóvenes la tienen hoy luchando de forma irreverente en las calles. Así revienta en la escena nacional esta muchachada con mensajes claros, un ímpetu sin parangón y con ideas totalmente libertarias, de gente grande, lo que le pone los pelos de punta a cualquiera, y nos llena de optimismo y esperanza acerca del futuro que le espera a Venezuela.

No son terroristas, mucho menos soldados porque no portan armas más allá de la razón, a pesar que algunos se autodenominan “Soldados de franela”. Estos jóvenes son muchachos que tienen familia, hermanos, algunos ya hijos, historias qué contar, un futuro por el cual vivir y soñar, y así lo están haciendo, cada quien desde su “trinchera de lucha”. Desde el estudiante al campesino, desde el joven pudiente al que no posee nada material (pero si mucho espíritu), todos resultan seres humanos excepcionales que, fieles a la tradición venezolana, alzan las banderas libertarias que antes levantaron Rómulo Betancourt, Raúl Leoni, Andrés Eloy Blanco, Miguel Acosta Saignes, Miguel Otero Silva, entre otros valientes que, con tan sólo 20 años, formaron parte del movimiento estudiantil y popular que se rebeló contra la cruel y violenta dictadura de Juan Vicente Gómez, lo que les costó la cárcel y el exilio a muchos de esos jóvenes, cosa que no les impidió desde la prisión y el exterior seguir luchando por organizar fuerzas para el rescate nacional, siendo este el primer movimiento de ciudadano exitoso en la historia de Venezuela y de dónde surgieron los lideres que gobernarían el país en el futuro.

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Otro caso emblemático, resulta el de aquellos adolescentes universitarios republicanos que, con un promedio de edad entre los 14 y 20 años, acompañaron a José Félix Ribas en la «Batalla de la Victoria» a derrotar a la “Legión Infernal[1]” de José Tomás Bóves. Minutos antes de entrar en combate, Ribas exhortaba a sus soldados a la lucha con el siguiente mensaje:

«Lo que tanto hemos deseado se realizará hoy: he ahí a Boves. Cinco veces mayor es el ejército que trae a combatirnos; pero aún me parece escaso para disputarnos la victoria. Defendéis del furor de los tiranos la vida de vuestros hijos, el honor de vuestras esposas, el suelo de la patria; mostrales vuestra omnipotencia. En esta jornada que será memorable, ni aun podemos optar entre vencer o morir: ¡necesario es vencer! ¡Viva la República!»

Con pesar recordamos hoy a un Carlos José Moreno, futuro economista de la UCV y deportista, un Juan Pernalete futuro economista de la UNIMET y gran basquetbolista, un Armando Cañizales bachiller de la República y músico del Sistema de Orquesta, un Miguel Castillo comunicador social de la UCAB y muy querido entre los estudiantes y futbolista del San Ignacio de Loyola, un Paúl Moreno estudiante de Medicina de la Universidad del Zulia y voluntario de la Cruz Verde, un Gruseny Canelón joven bastante apreciado en su comunidad, un Ángel Moreira atleta y nadador de aguas abiertas, un Manuel Sosa que pedía a gritos que no lo mataran porque tenía un hijo pequeño, todos con historias que marcan una huella profunda en esta lucha que se desarrolla al calor de la tragedia.

Juan Pernalete

¿Pero qué acaso no son las mismas historias de un Bassil Da Costa, un Robert Redman, un Daniel Tinoco, una Génesis Carmona o una Geraldine Moreno? Ahora se nos suma el doloroso asesinato del joven Neomar Lander, un muchacho con un arrojo que lo llevó a convertirse, sin él saberlo, ni nosotros, en icono de la resistencia venezolana, sobre todo por la gran claridad, sencillez y fuerza de sus mensajes[2]: “La lucha de pocos vale por el futuro de muchos” o “A mí me ordena la razón, a ti te ordena un coronel, si nuestra lucha es de cartón, la de ustedes es de papel GNB/PNB”.

Neomar Lander III

Neomar Lander

Neomar I

Neomar Lander I

El miércoles 7 de junio, día en que asesinan a Neomar Lander, de 17 años, en el Municipio Chacao, eran casi las 5 de la tarde, lamentable perdida que llenó de mucho dolor a toda la nación, indignación que se vio reflejada en los primeros enfrentamientos en nuevos espacios de resistencia como La Candelaria, Avenida Universidad, Bellas Artes, Avenida Urdaneta, Avenida Panteón Avenida Fuerzas Armadas, y la Avenida Baralt, es decir, el Centro de Caracas, lugar dónde hacen vida los poderes del Estado. Además, surgen enfrentamiento en el sector de Guarenas, lugar emblemático para el chavismo, ya que allí se sucedieron los primeros hechos de protesta durante el llamado “Caracazo” de 1989, pero esta vez, luchaban indignados por la muerte del joven Neomar, quien vivía en el sector. Pero como paradoja de toda esta tragedia, a las 5:45am de la mañana siguiente, un chico, también de 17 años de edad, de nombre Samuel Sosa, integrante de la selección nacional sub20, con un zurdazo letal, nos da el empate ante Uruguay en el minuto 88, en un partido que terminaría ganando la “vinotinto” clasificándonos por primera vez a una final de un evento futbolístico internacional. Las lágrimas y el júbilo se mezclaban con la tristeza del momento, seguramente, no fui el único que sintió tal sensación. El mismo Sosa, horas después, rendía honores a Neomar con una ilustración de ambos.

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A propósito del triunfo nacional y el asesinato de Neomar Lander, el técnico de la selección nacional, Rafael Dudamel, indicó lo siguiente:

“Por favor, paren ya las armas. Hoy la alegría no las dio un chico de 17 años y ayer murió uno de 17 años, Presidente paremos ya las armas, que esos chicos que salen a la calle lo que quieren es una Venezuela mejor, en la que rían, en la que sonrían, en la que disfruten de la vida en el territorio venezolano, como lo quieren esos muchachos Vinotinto[3]”.

Sin duda alguna, las importantísimas palabras de Dudamel, son comparables en su carga de valores, sin ánimos de paralelismos (sobre todo por la suerte de aquel personaje), a las del padre Oscar Arnulfo Romero en medio de la guerra civil en el Salvador[4], porque como bien indica el mismo Alex Candal, en su Tweet, esto marca un punto en la historia de Venezuela, como país, como sociedad, y por supuesto, en el devenir del fútbol nacional, un deporte de equipo, el más popular del mundo, que no conoce de estratos sociales, de temas raciales, y habla mucho de su cohesión social, del coraje de sus habitantes.

Éste domingo 11 de junio, estos chicos, entre los 17 y 20 años de edad, en medio de un estado de calamidad nacional, tienen una cita con la historia en Corea del Sur, al jugar la primera final de fútbol en la historia del país, nada más y nada menos, contra al reinventor de un juego que data de hace muchos años: Inglaterra. Mientras aquí, los jóvenes, igualmente entre 17 y 20 años de edad, tienen su propia cita con la historia en medio de la primera revolución civil del Siglo XXI en busca de la libertad del país. Viva la generación del 17!

Por: Orlando Figuera

@ofiguera

orlando.figuera@gmail.com

Archivólogo y MSc en Comunicación  Social de la UCV

REFERENCIAS

[1] Nombre con el cual se conocía al Ejercito Real de Barlovento, liderado por Bóves en 1814.

[2] Véase: Youtube (2017, Junio 8). “La lucha de pocos vale por el futuro de muchos”. Palabras de Neomar Lander. (Video) Disponible en: https://youtu.be/caAZe6uv_dE

[3] Véase: @Alex_candal (2017, junio 8). Este mensaje de @rafaeldudamel marca un punto en la historia de Venezuela. Fue un gran portero, es un gran DT. y excepcional venezolano. (Tweet) Disponible en: https://twitter.com/Alex_candal/status/872855883008618496

[4] Véase: Wikipedia (2017, mayo 22). Óscar Romero. (Página Web) Disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%93scar_Romero

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Cambio Universitario. Junio, 2017

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Caracas, Venezuela: Universidad Central de Venezuela (UCV).

Desobedecer al Transgresor

Ningún venezolano está obligado a acatar órdenes ni acciones que transgredan abiertamente la Constitución Nacional. Por el contrario, “(…) todo ciudadano, investido o no de autoridad, debe colaborar con el restablecimiento” de la vigencia de la Constitución, como establece el artículo 333.

El punto más débil de la Constitución vigente consiste en concederle excesivo poder discrecional al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). Se le supone garante del cumplimiento constitucional. Pero es el propio TSJ quien, asumiendo prácticamente todos los poderes, permite al gobierno nacional actuar sin control alguno. Las decisiones del TSJ, destempladas por completo, han desconocido la Constitución e instalado en Venezuela un régimen de facto. Ya nadie duda en calificar que Venezuela vive bajo una “dictadura”. Imponer leyes aprobadas por la anterior Asamblea Nacional, cuando el partido de gobierno retenía la mayoría absoluta, sin importar el desmantelamiento del texto constitucional.

El caso de la suspensión de elecciones en las universidades autónomas es un clarísimo ejemplo de abuso arbitrario y reñido con el derecho y la lógica democrática. Con base en un artículo de la Ley Orgánica de Educación, el TSJ desconoce al 109 constitucional, que establece la autonomía universitaria y que define como comunidad universitaria a sus profesores, estudiantes y egresados. Tanto la Constitución Nacional como la vigente Ley de Universidades coinciden en concebir las universidades como instituciones de conocimiento. Pero el TSJ se obstina en convertirla en un municipio, sentenciando que todos sus miembros deben votar, argumentando el derecho a “elegir y ser elegidos”. Engañan al dejar abierta la ilusión de que un obrero pueda ser rector, cuando para serlo es preciso, además de poseer títulos y doctorado, una trayectoria de 15 años ininterrumpidos en la docencia y la investigación científica. Defender este sensato criterio conlleva la disparatada acusación de discriminar a los obreros y empleados. La Ley de Universidades, establece incluso que no tienen derecho a elegir los profesores contratados y en el primer escalafón de “instructores”, condición que debería durar dos años. Este criterio responde a que la universidad es una institución para impartir y producir conocimientos, y que por tanto, quienes eligen autoridades deben estar involucrados con el mundo académico y con la permanencia en la institución.

Pero el TSJ ignora olímpicamente todo esto y ordena violentar la Ley de Universidades para imponer un reglamento electoral que desconozca a la propia Constitución Nacional y la legislación vigente. De este modo suspenden la democracia académica en nombre de la “democracia colectiva”.

Las autoridades universitarias se han negado a cumplir la sentencia del TSJ, lo cual es lo correcto. Pero tampoco han cumplido con la Ley de Universidades, ni su reglamento, ni con la misma Constitución Nacional. Y han abandonado a la comunidad que se supone representa, en su derecho de elegir a sus autoridades y representantes a los cogobiernos universitarios. Las universidades han sido condenadas a convivir en un estado de ilegalidad, con autoridades vencidas, ilegítimas que se niegan a cumplir con las leyes, por una parte, y con un gobierno y tribunales transgresores de Estado de Derecho por otro.

Igualmente, resulta inaudita la derogación de facto de la actual Asamblea Nacional, desconocida por todas las instancias monopolizadas por el partido de gobierno, apropiándose el TSJ las intransferibles facultades y funciones del parlamento.

Cuando es el TSJ quien transgrede, no queda otra instancia dentro del país a dónde acudir. Sigue salir del país, a las organizaciones internacionales, de las que forma parte nuestra nación. Los convenios suscritos por el país son leyes de obligatorio cumplimiento, dentro de la nación. Ningún gobierno ni tribunal alguno puede argumentar “soberanía nacional” o el “principio de autodeterminación de los pueblos” para desobedecerlas. Sin embargo, muchos casos de desacato gubernamental y judicial se acumulan. Esperar que los funcionarios actuales cumplan es improbable.

Lamentablemente, los partidos que son mayoría en el parlamento no han actuado, contundentemente, para restablecer el orden constitucional. Queda activarse las organizaciones de la sociedad civil. Seguir acudiendo a las instancias internacionales, por una parte y desobedecer todas las acciones transgresoras por otra.

Es urgente un movimiento social de presión a los partidos democráticos. Que despierten de su inexplicable letargo. De no funcionar esto, tendrán que surgir nuevos movimientos o partidos que reemplacen a quienes se nieguen a actuar como tales, o que muestren tan pésimo desempeño.

El punto es que urge desobedecer toda transgresión.

 

Por: Bernardino Herrera León

@herreraleonber

herrerabernardino@gmail.com

Historiador y comunicólogo. Investigador docente, UCV.

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Cambio Universitario. Marzo, 2017

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Caracas, Venezuela: Universidad Central de Venezuela (UCV).

Son ciudadanos no electores, es la libertad no las elecciones

Quien crea que el chavismo es un proyecto fracasado, se equivoca. Sembrar en la psiquis colectiva la idea de que el chavismo fracasó, es sembrar la hipótesis de que estos venían preñados de buenas intenciones. Todo lo contrario, el chavismo es un proyecto exitoso, y asumirlo así, posiblemente sería un buen comienzo en la formulación de efectivas soluciones para su expulsión del poder.

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¿Por qué el chavismo es exitoso?

Cuando usted logra asimilar que el chavismo llegó con el propósito de dominar a la sociedad para eternizarse en el poder al costo que sea, entonces muchas cosas comienzan a cambiar, incluso nuestra percepción del proyecto cubano-chavista. Lo que incentiva al chavismo es el poder en sí mismo, no el bien común.

En lo económico con la imposición de numerosas medidas (el control de cambios, los cupos Cadivi asociados a las tarjetas de crédito, legislaciones excesivas, entre otras), han alcanzado desincentivar y quebrarle las rodillas al sector privado y a cualquier oportunidad de emprendimiento local, generando pobreza, fuga de divisas, desempleo, la perversión de las personas alrededor del sistema del dólar, una inflación galopante y la extinción de la clase media venezolana. No obstante, una nueva elite o high class se erigió en Venezuela: el pranato. De la misma forma, lograron dividir la sociedad en dos y hasta tres toletes utilizando el maniqueísmo en el discurso, por demás resentido y trasnochado, el cual ha penetrado en el tejido social, enfermándolo y haciéndolo cada vez más débil e inoperante.

Con la aplicación de la llamada “hegemonía comunicacional”, controlaron a medios de comunicación privados, públicos y comunitarios sin mayores complicaciones utilizando la misma Ley de Responsabilidad Social en Radio, Televisión y Medios Electrónicos (RESORTEME), y cuando el asunto se complica mucho, sueltan a sus perros, quienes se encargan eficientemente de robar cámaras, azotar las fachadas de los medios, agredir físicamente a periodistas y desaparecerlos sin ningún escrúpulo. Igualmente, con la venta de medios de comunicación privados a intereses oscuros dentro del chavismo (pero disfrazados de empresarios exitosos), le han echado mano a muchos de ellos profundizando el oscurantismo noticioso y la censura, poniendo en escena a entrevistadores “ecuánimes” tipo Vladimir Villegas, quien hace pocos años defendía la revolución a pecho abierto, integró las filas del Partido Comunista de Venezuela (PCV), fue constituyentista de la absurda carta magna con la que hoy fustigan a la ciudadanía, alcanzando a ser embajador de la república en Brasil durante el 2002, pero hoy pretenden dar cátedra en televisión de veracidad y “balance” en la información.

La perversión del sistema de justicia en el país ha llegado a límites insospechados, dónde los que ocupan los cargos de magistrados no cumplen con los requisitos académicos y morales mínimos para ejercer dichas funciones, y en lugar de tener un currículo tienen un prontuario, tal es el caso de Maikel Moreno, o podemos mencionar los casos de Calixto Ortega o del tupamaro Elvis Amoroso, quienes el miércoles fueron candidatos del PSUV a la Asamblea, el jueves perdieron las elecciones, y el viernes amanecieron siendo magistrados. De la misma forma, muchos observan el tema de la inseguridad como un fracaso para el gobierno, pero lo cierto es que han puesto a rodar una economía perversa pero a la vez muy lucrativa para muchos grupos en el poder (el secuestro, el robo, el sicariato y el narcotráfico), además de sembrar miedo en la sociedad y provocar el éxodo masivo de personas al calor de un clima de indefensión producto de la impunidad reinante, abusos policías, parapoliciales y militares, todo sin mayores costos políticos.

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Maikel Moreno, ex-convicto y Presidente del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ). Imagen cortesía de Panampost. 

Pero hay cosas que escapan al absoluto control de la dictadura, y para ellos tienen el arma secreta, el chavismo con careta de oposición y demás personajes que han hecho del cronismo de la crisis y del engaño un negocio. No es primera vez que sucede, que luego de controversias y fallos contra el régimen, aparece alguien comprometiendo dichas decisiones y enrareciendo el ambiente político, sino que lo diga Timoteo Zambrano, presente en las mesas de diálogo como negociador por parte de la “Coordinadora Democrática” en el 2002, pero luego de 14 años, sin que nadie lo haya elegido para ello, reaparece como negociador y mediador nocturno de la MUD con la dictadura. No obstante, hoy sale en defensa del régimen contra MERCOSUR calificando de “inaceptable” la decisión de los miembros de dejar fuera a Venezuela de cualquier posibilidad de ejercer la presidencia de dicho organismo por no cumplir con los requisitos mínimos para ello. Lo mismo hacía Henri Falcón, quien luego de pertenecer a las filas revolucionarias desde 1994 con el MBR-200, en el 2013 la MUD decidió que fuera el jefe de campaña de Henrique Capriles. Actualmente habla sin ruborizarse del legado de Chávez, y también salió en defensa del régimen tildando de “exceso” el decreto Obama con el que sancionarían a militares del gobierno de Maduro acusados de corrupción y violación de derechos humanos.

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Respuesta de Henry Ramos Allup a las personas que dentro de la oposición hacen críticas y exigen respuestas. Imagen cortesía de Twitter.

La propia oposición se ha perfilado como el apaga fuegos del régimen cuando ya el incendio ha agarrado cuerpo, incluso la dirigencia MUD se ha dedicado a atacar a las personas que disienten de sus difusas acciones vía Twitter, acusándolos de ser parte de un laboratorio del gobierno. Los mismos que acuñan hoy frases estalinistas como “guerreros del teclado” (argumento falaz utilizado para descalificar las críticas), fueron los mismos que ayer inventaron frases como: 1. “los estudiantes se lanzaron por el tobogán del odio”; 2. “esto se cae solo”; 3. “sobrado burdel político”; 4. “Maduro destruye el legado de Chávez”; 5. “Él solito se metió en eso”, refiriéndose a Leopoldo López y su encarcelamiento, 6. “déficit democrático” para no decir “dictadura”; 7. “la dieta de Maduro”; 8. El tristemente recordado ¿Y tú qué propones?; y demás frases infames con las cuales edulcoran y banalizan la espantosa crisis que vive el país.

En tiempos no de socialismo, sino de estalinismo tanto oficial como no oficial, la tecnología parece ejercer un rol incómodo en el desarrollo de la política en Venezuela. Seamos más claros, no es la tecnología, es la voz disidente que se manifiesta a través de ella. Hoy la falta de confianza en los expertos y analistas, en los personajes de la vida política, y en las grandes instituciones

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Registro de las diferentes mesas de diálogo que se han instalado con el régimen de Maduro. Imagen cortesía de Twitter.

sociales (dónde incluimos a los medios de comunicación) está en su punto más elevado en décadas, cuestión que parece relacionarse con el declive económico y el desprestigio y falta de consenso de los partidos políticos. Así, cuando observamos que van y vienen declaraciones a través del Twitter, nos damos cuenta que el problema no es el uso de la herramienta, el problema son las ideas que se exponen. La ciudadanía cada vez se entera con mayor velocidad de lo que sucede, incluso de aquellas cosas que algunos creen que son secretas, y es de esperar que dichos ciudadanos reclamen sus derechos a estar enterados de los pasos que da una dirigencia que (luego de prometer resultados) ahora aparece en negociaciones ocultas, sin explicar nada a nadie. El diálogo no se critica, lo que se critica es la falta de transparencia, es el considerar a las personas como electores y no como ciudadanos, la crítica es por comportarse como una pequeña minoría cuando en realidad se es amplia mayoría, es por no proponer algo distinto al chavismo, la crítica es por considerar como fin último las elecciones y no un sistema de libertades que se ponga en contraposición al modelo opresor que hoy triunfa en Venezuela. Si aún no se comprende que Nicolás Maduro ejecuta con precisión de cirujano el plan destructivo de Hugo Chávez y sus aliados cubanos (Plan Nacional Simón Bolívar o Plan de la Patria, 2013-2019), entonces muchos se merecen el presente y lo que vendrá, que será aún peor.

Por: Orlando Figuera

@ofiguera

orlando.figuera@gmail.com

Archivólogo y MSc en Comunicación  Social de la UCV

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Cambio Universitario. Septiembre, 2016

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Caracas, Venezuela: Universidad Central de Venezuela (UCV).

Sin diálogo no hay salida

La posibilidad de iniciar un diálogo para la solución no-violenta de la crisis en Venezuela, dentro y fuera del país, alrededor de, imponen varias interrogantes: ¿Es posible el diálogo y qué tanto conocemos de su dinámica? ¿Cómo puede progresar en medio de un escenario hostil y fracturado? ¿Qué ayuda a promoverlo y qué a separar a la gente?

Un refrán popular en Venezuela dice: “hablando se entiende la gente”. Pero la mayoría de los venezolanos están escépticos ante estos anuncios-propuestas del gobierno. Un sector opositor ha impuesto la idea de asociar el diálogo con debilidad política y hasta de traición a toda la oposición anti-gubernamental.

Otras voces opinan que hablar no equivale a dialogar. Hablar es expresar puntos de vista para tratar de persuadir los interlocutores. Es un acto de comunicación unilateral, y que en ocasiones, entiende a quien escucha como un blanco objeto de manipulación.

El diálogo, en cambio, de la voz griega «dia» (mediante) y «lógos» (palabra), se define como reciprocidad entre quien habla y quien escucha. Un lenguaje adecuado permitiría una interacción de pareceres, que pueden fomentar entendimientos, y en consecuencia, reconocimientos de las partes entre sí, así como detectar el núcleo de las diferencias que originan los conflictos.

Según Ropers (2013), el diálogo como herramienta resulta muy útil para comprender y tratar conflictos, pues facilita la interacción cara a cara entre dos o más partes, con experiencias y emociones diferentes, y con disposición a escucharse y contribuir en acuerdos de consensos.

Hoy, más que nunca, se hace imperiosa la necesidad de dialogar entre los venezolanos, y fundamentalmente para intercambiar nuestras propias opiniones, emociones, sentimientos y posturas  respecto al conflicto que tanto nos aflige. La posibilidad de tener un diálogo abierto, que no acabe en violencia, luce como tarea imposible, mientras prevalezca entre nuestros dirigentes políticos, empresariales, sindicales, mediáticos y vecinales una actitud de intransigencia respecto al resto de las ideas.

Hasta ahora, los esfuerzos para entablar el diálogo se encuentra en un punto muerto. No es para menos. El problema venezolano acusa la complejidad de involucrar a todo el sistema político, social y económico, por completo deslegitimado. El gobierno venezolano ya no tiene capacidad de inspirar confianza necesaria para impulsar posibles soluciones a los problemas, relativamente consensuadas. El gobierno demuestra hasta ahora intención de mantenerse en el poder sin modificar su comportamiento, y se muestra reacio a la idea de permitir una consulta popular que re-legitime su permanencia o que por el contrario lo releve del poder.

El experto en resolución de conflictos, Adam Kahane (2005, pág. 37), explica que:

“los problemas de alta complejidad social no pueden ser resueltos pacíficamente por las autoridades desde su posición de poder: las personas involucradas deben participar en la creación y puesta en práctica de soluciones”.

Esto quiere decir que si el gobierno no muestra disposición a ceder, aún a riesgo de perder influencia y poder, no será posible diálogo alguno.

Radiografía nacional

El conflicto venezolano es ya bastante complejo. Los actores involucrados muestran enfoques extremadamente diferentes. Una misma realidad enfrenta a chavistas contra antichavistas cuyas narraciones se excluyen mutuamente. Se intenta imponer la idea de que se trata de un enfrentamiento entre promotores de la izquierda contra los partidarios de la derecha. De revolucionarios contra burgueses y párese de contar maniqueísmos similares. La única salida a este enfrentamiento es aumento de la polarización y del conflicto. Causales de muchas guerras civiles en la historia contemporánea.

El drama venezolano, sus calamidades, se vive de un único modo, pero se perciben de diferentes maneras. Una importante proporción de la clase media venezolana recuerda con nostalgia el pasado. Nunca imaginó que la utopía política de mejoría social que representaba el chavismo se esfumaría en pocos años. Atónita observa que en el curso de 17 años de gobierno chavista todas sus aspiraciones se escurrían como agua entre sus manos: desintegración familiar por la diáspora hacia el extranjero, imposibilidad de comprar casa o un carro. Un lujo que muy pocos pueden darse hoy. Restricciones para llevar a sus hijos a una plaza pública o a un parque por miedo a la inseguridad, entre otras más vitales para la vida como la de garantizar la alimentación balanceada para la familia. Desapareció toda forma de bienestar que se había logrado en los años previos al chavismo.

En los sectores populares más desatendidos por la anterior democracia bipartidista, las políticas asistenciales, de estilo populista instrumentadas por el gobierno de Hugo Chávez, fueron recibidas y defendidas con enorme entusiasmo y pasión. El propósito teórico pretendía ayudar, de manera preferencial, a los sectores más vulnerables de la sociedad venezolana. La instrumentación de los programas de asistencia médica primaria (Barrio Adentro), de alfabetización educativa (Misión Robinson, Misión Ribas y Misión Sucre), de Cultura y Alimentación (Misión Madre del Barrio, Misión Negra Hipólita y Gran Misión Vivienda), entre otros, reforzó la idea de que por primera vez un presidente se ocupaba de ayudar a una porción de la población, históricamente ignorada por la clase política, en el imaginario de la gente más pobre.

La asociación del discurso de Chávez con la promesa redentora del pueblo es poderosamente simple. Pero también es real: quién padecía de una afección de cataratas podía beneficiarse con la Misión Milagro. Un cuadro gripal o una herida de bala podían ser atendidos a pocas distancias de la casa, en un módulo de la Misión Barrio Adentro. Las escuelas y las universidades abrieron más cupos para jóvenes antes excluidos. Y la posibilidad de obtener una vivienda estaba más al alcance de los más pobres. El gobierno chavista no ha dejado de advertir que estos programas desaparecerían si ganaba la oposición. Pero los actuales indicadores muestran que la permanencia de los programas sociales del tipo misiones están colapsando en pleno gobierno chavista. Además de la caída de los ingresos fiscales, la inexistencia de supervisión y controles ha incentivado a niveles extremos la corrupción de muchos de los funcionarios responsables de la planificación y ejecución de esos programas. El gobierno se muestra incapaz de garantizar el eje básico que le granjeaba el apoyo popular.

Estos contrastes entre distintos sectores de la vida nacional no se resuelven a través de una conversación simple. Menos cuando es propuesta con estilo unilateral, por el presidente de la república. Para intentar resolver las causas del conflicto venezolano se requeriría de un diálogo, es decir, cuando las partes estén convencidas de que se puede llegar a un entendimiento, y sobre todo cuando ambas quieren un entendimiento. Se requiere hablar y escuchar con franqueza. Se requiere una metodología que ya está disponible en experiencias similares o más extremas. Requiere que actores primarios y secundarios del conflicto se involucren reflexivamente con las distintas opciones resolutorias, donde resulta importante escuchar atentamente las distintas voces desde el fondo de la sociedad. Según Kahane (2005), la legitimidad de los líderes y de los acuerdos que de un diálogo resulten depende de la mayor cobertura y reconocimiento de la diversidad afectada por la crisis y el conflicto.

Patrón autoritario

Destrabar un conflicto atascado implica que actores primarios y secundarios logren hablar entre sí y escucharse mutuamente. Cuidar lo que se dice sin renunciar a la franqueza y a la pasión. La experiencia dice que las conversaciones francas y apasionadas son más sinceras y creíbles, y general confianza entre interlocutores.

Como señala Maturana (1995), filósofo chileno, el lenguaje surgió para una sola cosa, para la comunicación. Según Maturana (citado por Hidalgo, 2009, pág. 26), el lenguaje nos singulariza en el mundo animal, y es el vehículo mediante el cual

“el hombre contempla su propio mundo y el mundo del otro, mira las semejanzas y las diferencias entre ambos y con ello, advierte su identidad y su realidad para aceptarlos o rechazarlos”.

Suele confundirse la comunicación como actividad lineal, directiva y autoritaria de envío y recepción de información. Se olvida que para que exista una relación dialógica entre las partes enfrentadas se necesita de un flujo continuo de ideas y opiniones, caracterizadas por el buen trato que resulta del reconocimiento mutuo. Solemos pensar que para solucionar un conflicto basta con hablar abiertamente intentando posicionar en los demás nuestras propias emociones, percepciones, posturas y convencimientos.

Pero en Venezuela: ¿Dialogamos? Como dice Kahane (2005), las personas que abusan de la palabra para exponer sus propias ideas, pocas veces están dispuestas a escuchar abiertamente para exponerse a los imaginarios y pensamientos nuevos de los demás.

Por ejemplo, el presidente Maduro, una de las voces más representativas de la jerarquía chavista, habla continuamente a favor de la paz. Se promueve entre sus partidarios como incansable propiciador del diálogo y la reconciliación. No deja de repetir que el país es un territorio de paz y de concordia. Sin embargo, obvia que la paz es sólo posible en la cotidianidad. Cuando se encadena por radio y televisión inunda los espacios públicos mediáticos con mensajes guerreristas casi siempre acompañados de insultos y epítetos contra sus adversarios, tales como “pelucones”, “conspiradores de la derecha” y “el monstruo de Ramo Verde” (como suele llamar al líder opositor Leopoldo López, en prisión desde 2014), entre otros. Sus actos de habla y gestos de animadversión hacia la otredad espantan de la gente la convicción de que es posible resolver los conflictos a través del diálogo.

La manera autoritaria de resolver los conflictos refuerza la convicción de que el presidente Maduro contribuye en muy poco a restañar las heridas de un conflicto de alta complejidad, pues al actuar por encima de la ley de los hombres, mediante abusos propios de su investidura, para insultar y desacreditar bloquea de inmediato toda posibilidad de entendimiento previo para dialogar.

Otro asunto que se desprende de esta conducta autoritaria, es la incapacidad de Maduro para escuchar reflexivamente. Ser lo más receptivo a nuevas ideas. Sólo pretende que se le escuche y se le entienda, sin escuchar ni entender a los demás. ¿Cómo reacciona frente a una postura diferente a la suya? Negándose a escuchar. Negando la realidad. Indiferente a las voces por que claman por hambre, falta de medicinas, inseguridad y pánico a los excesos policiales.

Cuando alguien se niega a considerar otras perspectivas, es porque está convencido de que las suyas son irrebatibles y absolutas. Y mientras esté convencido de esto jamás comprenderá que el diálogo franco y sincero sea la alternativa más razonable para encontrar una salida al conflicto que tiene por delante.

Este modelo autoritario de hablar sólo produce silencio, miedo y sumisión entre la gente. Emplea mecanismos de coerción. Corrompe a las personas para asegurarse fidelidades incondicionales. Un ejemplo es el de Cuba. Quien se atreva a cuestionar el régimen de los hermanos Castro pagará un alto costo.

El autoritarismo cubano cuenta con más de 50 años de hegemonía política. Y esto atrae a los partidarios del chavismo jerárquico, que ve en este modelo una opción factible para sobrevivir como régimen político. Para ello debe lograr más de lo que ha logrado ya. Debe aumentar la homogeneización del otro, es decir de los “malos”,  la oposición, la derecha. Debe deshumanizar tanto a sus partidarios, sustraer la individualidad que implica razonar por sí mismos a sus partidarios, incluso logrando expresiones de crueldad e indiferencia ante el sufrimiento humano. Y demonización de todo aquello que le disienta.

 Hermanos Castro

¿Qué hacer?

Es preciso tener en cuenta que el diálogo no garantiza la resolución del conflicto. No hay soluciones automáticas. Sin embargo, la sola intención de conversar para intercambiar puntos de vista, ideas y sentimientos es un paso para intentar recuperar la convivencia social.

Este es un primer paso para diálogo debe ser franco, oportuno, inclusivo, respetuoso, dispuesto a ceder en las posturas más intransigentes. Rescataría los derechos fundamentales y  se alejarían de la violencia como recurso legítimo de resolución de conflictos.

Sin diálogo, no hay futuro posible. Sin diálogo, los irlandeses, los centroamericanos o surafricanos no habrían podido superar los estragos de la guerra civil y de la exclusión social, y lograr como lo hicieron convivencia social con desarrollo humano más prósperos y sostenibles.

Cita II

Sin diálogo seguirá prevaleciendo en el espíritu de los pueblos, el sentimiento de la revancha, de los resabios y de las sospechas mutuas. Sin diálogo se aplazarán las iniciativas de progreso para los sectores más vulnerables del país. Sin diálogo, prevalecerá el autoritarismo y el estancamiento de una sociedad de conflicto, y pondrá en peligro la convivencia entre los venezolanos.

A pesar de nuestras tragedias, cada vez más complejas e inhumanas, debemos pensar en que la posibilidad de un diálogo franco y humano entre los venezolanos no es una quimera ni un asunto irrealizable. Durante décadas los surafricanos estuvieron atascados en el Apartheid (sistema de segregación racial) y luego negros y blancos liderados por Nelson Mandela y Frederik de Klerk encontraron una salida satisfactoria, a pesar de las chapuzas y escaramuzas de los grupos extremos. En El Salvador, una diminuta nación a 2.574 kilómetros de distancia en avión de Venezuela, donde se libró un encarnizado conflicto armado interno, que duró casi 12 años y se cobró la vida de más de 75 mil personas, se encontró en 1992 una salida, claro está con la ayuda de la comunidad internacional y con el convencimiento de sus actores de que la paz era la opción más razonable. Como apuntara Joaquín Villalobos (ex comandante guerrillero, miembro del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y abierto crítico de Chávez) “la paz es un riesgo que vale la pena correr”.

Por: Abraham Rivero Pérez

arivero648@yahoo.com

Historiador y comunicador social, profesor de la Escuela de Comunicación Social de la Facultad de Humanidades y Educación de la UCV.

REFERENCIAS CONSULTADAS

  • Hidalgo Rivero, Heddy (2009, marzo). La comunicación y el lenguaje: una visión linguística de las propuestas de Luhmann y Maturana en revista Venezolana de Investigacion Educativa. Disponible en: http://revistas.upel.edu.ve/index.php/entretemas/article/view/1351/523
  • Kahane, Adam (2005). Cómo resolver problemas complejos. Bogotá: Editorial Norma.
  • Maturana, H (1995). La realidad: ¿objetiva o autoconstruida?, Barcelona: Anthropos Editorial.
  • Ropers, Norbert. (2013). “Guía para la construcción de consensos en diálogos”. Berghof Foundation.

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Cambio Universitario. Junio, 2016

https://cambiouniversitario.wordpress.com/

Caracas, Venezuela: Universidad Central de Venezuela (UCV).

 

¿Por qué fracasan las empresas estatizadas? Reflexiones sobre la posible expropiación de Empresas Polar

Desde aquel jocoso ¡exprópiese! del fallecido Chávez hasta estos días, los ataques a las Empresas Polar se han constituido en constante para ocultar la grave crisis económica generada por el harakiri gubernamental con el pretexto de una supuesta guerra económica de una también supuesta oligarquía que dejó de existir al ser sustituida por un capitalismo salvaje de Estado que estatiza y lleva al fracaso todo lo que toca  y hasta dueño de areperas es.

La recesión con inflación, peor que la estanflación, se veía venir pero Maduro en lugar de preparar medidas contra ella gracias a sus poderes habilitantes, improvisó una Ley de Emergencia Económica que sabía de antemano jamás sería aprobada por la nueva Asamblea Nacional. Hoy, gracias a las vueltas que el “tribunal supremo” le dio a esa ley, las estatizaciones están en el menú ejecutivo y la probable estatización de Empresas Polar cobra vigencia

Así, oficialistas que jamás han producido un kilo de papas y militares que solo han aplicado fáciles presupuestos de gastos, agregarán otras empresas a las más de 1.400 estatizadas que sin duda alguna irán también al fracaso sin entender aún porqué la varita mágica de la estatización convierte en añicos todo lo que toca. En descargo del gobierno, esos fracasos no son exclusivos de él, igual pasó con las empresas abandonadas por los colonizadores franceses una vez que Argelia fue liberada, a pesar de la interesante propuesta autogestionaria de los iníciales ocupantes de ellas, y con las más de 400 estatizadas por Fidel en octubre  de 1960.

Lamentablemente también pasa con empresas en crisis o quebradas cuyos trabajadores pretenden recuperarlas para mantener sus puestos de trabajo. ¿Por qué esos fracasos? Las siguientes líneas introducen reflexiones sobre sus causas.

  1. – LOS ATRIBUTOS DE LAS EMPRESAS EXITOSAS.

Las organizaciones en general y las empresas en particular, son constituidas para enfrentar situaciones o realizar los sueños de sus fundadores. Son los emprendedores quienes les imprimen sus sellos o toques personales con base en el conocimiento  de la situación que las originan; son quienes  las ponen en marcha y las mantienen en funcionamiento con sus esfuerzos y los apoyos de directivos y trabajadores con quienes estructuran redes humanas decantadas en el tiempo con responsabilidad técnica y social.

– La Fuerza Fundante.

Diseñar apropiadamente el producto o servicio a prestar, determinar sus beneficiarios o clientes, precisar la tecnología, establecer el proceso productivo, fijar los perfiles del personal, determinar las fuentes financieras, acordar las herramientas de gestión y contables, y seleccionar la forma jurídica,  son procesos fundamentales desarrollados por los fundadores pensando en el éxito.

Pero el emprendimiento no queda allí, los fundadores también transmiten sus valores e imprimen sus pretensiones a la empresa: una parte bajo el manto formal del estatuto y la Misión, otra  en la Visión o deseo de cómo quieren que ella sea al cabo de cierto tiempo, y la tercera, normalmente no explicita, lo que desean de ella para con ellos mismos, sus familias, el país, y las generaciones de relevo,

La sinergia de ese conjunto de elementos estratégicos puede resumirse como Fuerza Fundante, suerte de poder especial que concede a los fundadores un savoir faire o concepto especial de sus empresas y les permite colocar los rieles que direccionarán y pondrán en marcha la empresa.

Concepto y direccionalidad: cómo se concibe la empresa y hacia dónde dirigirla, sumados a los riesgos de inversión y las redes humanas conformadas para ponerla en marcha, impulsan en sus fundadores el sentido de propiedad, y en quienes se sumen el sentido de pertenencia, sentido éste que también tendrá presencia en los fundadores; ambos sentimientos o sentidos hacen que quienes vean la empresa como hija propia y la cuiden y conduzcan bajo el precepto legal del buen padre, preocupándose incluso por la formación de  generaciones de relevo.

El actual gobierno venezolano solo estatiza empresas exitosas, jamás las que tienen problemas; aunque esta afirmación parezca superflua por encerrar una verdad muy evidente, la utilizaremos como punto de partida. ¡Claro!, el éxito de la empresa se une al de sus propietarios, representantes de la supuesta oligarquía a desmontar, razón por la que los utilizan como puching ball durante un tiempo hasta que asestan el golpe estatizador.

Pero… ¿los gobernantes y sus interventores conocen los factores de éxito de las empresas a estatizar?: normalmente no y esos factores son claves para,  por contraposición, comprender los fracasos. ¿Qué saben de fuerzas fundantes si hasta desconocen los rudimentos organizacionales?: nada de esto conocen quienes manejan la varita interventora – estatizadora.

Numerosos son inexpertos, recién graduados nombrados irresponsablemente por gobernantes y superintendentes, que actúan con segundas intenciones y el primer paso es destruir las redes humanas conformadas a lo largo de la vida de la empresa para incorporar su “propia gente” como sucedió con la intervención de Econoinvest Casa de Bolsa. En caso de tener experiencias administrativas y gerenciales pocas veces nivelan las exigencias de las empresas intervenidas o estatizadas; sólo tienen dos opciones o las mantienen funcionando o fracasan; salvo excepciones, el fracaso es el resultado.

  1. – REDES SOCIALES Y EL EJE PROVEEDORES – OPERACIONES – CLIENTES.

Toda empresa, jerárquica u horizontal,  posee tres dimensiones: 1.- La estratégica en la que se forjan los sueños y planes; 2.- la operativa en la que se convierte los sueños en realidad; y 3.- la coordinación o gerencia ubicada entre ambas a manera de bisagra, responsable de coordinar las operaciones, de convertir los sueños en realidad.

Entre esas dimensiones se desarrollan dos movimientos: uno iniciado por fundadores y propietarios que a manera de cascada parte desde lo estratégico pasa por la dimensión gerencial y llegar a la dimensión operativa; y otro horizontal: Proveedores ↔ Operaciones ↔ Clientes, que  atraviesa la organización de lado a lado a manera de eje. La sinergia entre ambos movimientos se concentra en mayor proporción en el nivel coordinador o gerencial, del cual depende el monitoreo cotidiano, razón adicional por la que ese nivel es clave para la marcha y el éxito.

En la dimensión operativa se encuentran los operarios o trabajadores; y el peso de ellos en la organización será directamente proporcional a la participación que desarrollen en las decisiones y crecerá si esa participación asciende de lo operativo a lo gerencial y llega a lo estratégico como sucede cuando los trabajadores en autogestión actúan en la asamblea de asociados o si tienen acciones lo hacen en la asamblea de accionistas; es decir, dependerá de si actúan en organizaciones burocráticas como en el ejército y los ministerios, en una participativa, o en la antípoda u otro extremo, las autogestionarias.

En las burocráticas se siguen las pautas tayloristas de la división del trabajo por lo que sus actores centran su atención en cumplir órdenes y realizar actividades rutinarias; carecen de una visión de conjunto  que les permita comprender y dominar el funcionamiento de los movimientos descritos, lo que  explica porque los soldados rasos y los trabajadores de un ministerio o de una empresa sencilla son fácilmente sustituibles.

Al contrario, si la empresa cuenta con operarios especializados y de ellos depende la calidad  de los productos, deben ser necesariamente consultados y hasta deben participar en decisiones junto a los directivos ya que estas empresas jamás podrá funcionar sin ellos, los técnicos cerveceros y los químicos especializados en fórmulas alimenticias de Empresas Polar, por ejemplo, ilustran estos casos. Modalidades participativas reconocidas son: coínfluencia, círculos de calidad, grupos autónomos de trabajo, coparticipación, codecisión, cogestión, y otras.

En las autogestionarias como las Cooperativas de Trabajo Asociado (CTAs), aquellas en las que sus actores poseen la doble condición de propietarios y trabajadores y todos participan en la dimensión estratégica (asamblea de asociados) aplicando el principio democrático de “una persona un voto”, y se rotan en las actividades de coordinación, en las operativas y entre las de coordinación y las operativas, es imposible intervenirlas sin destruirlas: jamás podrán estatizarse.

– No es lo mismo estatizar que constituir. No toda empresa pública fracasa.

Existe la falsa creencia de que toda empresa pública está condenada al fracaso y nada más lejos de la realidad. Existen numerosos casos exitosos y no solo nos referimos a los casos ideales países nórdicos o a las empresas públicas cogestionadas alemanas, existen en numerosos espacios del planeta.

Cuando una empresa pública es constituida por funcionarios idóneos y técnicamente capacitados que desarrollan apropiadamente los dos movimientos señalados constituyendo redes humanas sólidas, la opción de éxito se acrecienta; en nuestro país destacaron en su momento Petróleo de Venezuela S.A. (PDVSA, 1976) y el Metro de Caracas (enero 1983).

Por el contrario, si quienes diseñan esa empresa pública no son los mismos que las ponen en marcha y, además, cada presidente llega con su propio equipo de militantes políticos, sabelotodos que igual dirigen una empresa de salud, que una educativa, agrícola o de aluminio, esa empresa fracasa.

03.- FRACASO DE LAS EMPRESAS TOMADAS POR SUS TRABAJADORES.

Desde joven, quien esto escribe ha prestado especial atención a estos casos. El primero  observado fue la toma por sus trabajadoras durante diez días de una empresa productora de medias ubicada en el centro de Caracas, ellas pudieron mantener la producción mientras había inventario de telas e hilos y un grupo de estudiantes vendían sus productos en las calles y otros espacios. Se había roto la red proveedores ↔ Operaciones ↔ clientes, hasta allí llegó la toma.

Una visitada fue la de Industrias Metalúrgicas y Plásticas Argentina (IMPA) de Buenos Aires; fundada en 1910, nacionalizada en 1945 por el gobierno de Perón y convertida posteriormente en cooperativa durante el gobierno de Arturo Frondizi. En 1997, por altas deudas, su directiva despidió 140 trabajadores que luego ocuparon la fábrica recuperando sus fuentes de trabajo: jamás el IMPA recuperó sus niveles productivos. Para el momento de la visita, mayo 2005, se veía un edificio vacío y lúgubre que a duras penas producía envases, bandejas descartables y productos menores de aluminio, nada que ver con sus gloriosos días de producción. Por sobrevivencia y orgullo, quienes la mantenían, habían iniciado desde 1999 su conversión a centro cultural «La Fábrica Ciudad Cultural». Como en estos casos, por la ruptura del eje señalado, otros de empresas recuperadas por los trabajadores, vía cooperativas u otra, han fracasado.

Por el contrario, la formula española de las sociedades anónimas laborales (SAL), mediante la cual los trabajadores aportan capital propio y adquieren  los activos de las empresas en las que laboran con problemas o a punto de quebrar, para con ellos constituir otras y salvar sus puestos de trabajo, son exitosas en el mismo porcentaje en que los directivos se suman a la SAL.

Igual sucede con las cooperativas de trabajadores accionistas de Quebec, Canadá. Gracias a ellas los trabajadores adquieren acciones de la empresa en que laboran con efectos positivos visibles e inmediatos pues dependiendo del porcentaje accionario se incorporan en la instancia estratégica (asamblea de accionistas) y pueden ocupar puestos en la junta directiva y las unidades administrativas y de control dependiendo de condiciones estatutarias o legales. Ser accionistas mediante esas cooperativas potencia el sentido de pertenencia con el de propiedad.

Las empresas de capital cerrado francesas, en las que los trabajadores posean el 3 % o más del capital y pueden formar parte de la directiva siempre que sean propuestos por el conjunto de trabajadores y la asamblea de accionistas lo apruebe, van en la misma dirección de las anteriores. Igual sucede con los planes de participación de los empleados en el capital (Employee Stock Ownership Plans, ESOP) de Estados Unidos en los casos en que permite a los trabajadores apropiarse de la empresa por compra o pase a retiro de los propietarios

Como se observa, estas fórmulas de participación accionaria permiten a los trabajadores acceder paulatinamente a la propiedad de las empresas con las ventajas de ser copropietarios, ocupar cargos directivos, apropiarse de información y decidir en niveles directivos al mismo tiempo que laboran en ellas.

Una hipótesis: la opción de éxito de una empresa expropiada o tomada por sus trabajadores con la finalidad de mantener sus fuentes de trabajo, es directamente proporcional a la conservación de sus redes humanas, particularmente la del eje Proveedores ↔ Operaciones ↔ Cliente, por quienes intervienen en los niveles estratégicos y directivos.

  1. – EXPROPIACIONES Y ESTATIZACIONES.

El artículo 115 de la Constitución Nacional

“… garantiza el derecho de propiedad. Toda persona tiene derecho al uso, goce, disfrute y disposición de sus bienes. La propiedad estará sometida a  las contribuciones, restricciones y obligaciones que establezca la ley con fines de utilidad pública o de interés general. Sólo por causa de utilidad pública o interés social, mediante sentencia firme y pago oportuno de justa indemnización, podrá ser declarada la expropiación de cualquier clase de bienes”.

Desde aquel ¡exprópiese!, las amenazas de expropiaciones no han cesado y, aunque Maduro las aplica en menos cuantía que Chávez por quedar menos para expropiar, las últimas amenazas se dirigen a Empresas Polar. En Venezuela nacionalizar, estatizar, confiscar y expropiar son términos utilizados sin  distinción por el gobierno por lo que tienden a confundirse; lo que en ocasiones se anuncia como expropiación

termina siendo una confiscación, ya que la primera modalidad requiere de una sentencia y de una indemnización, mientras que la segunda es un hecho de fuerza en la que se incautan o privan de las posesiones o bienes sin compensación alguna”[1].

Con cualquiera de estas denominaciones, estatizar es el proceso más cómodo para los pseudo-revolucionarios por lo que la han convertido en la panacea de sus gobiernos; sus impulsores, sin experiencias productivas como se señaló, ven en ella la opción de proveerse fácilmente de dinero y activos para saciar sus apetencias y comprar conciencias y votos. Calculan que cada desempleado disfrazado de empleado público genera tres votos en promedio.

El caso más cercano y el del más estruendoso fracaso es el cubano. El 13 de octubre de 1960, mediante las leyes 890 y 891 Fidel Castro estatizó más de 400 empresas y 44 bancos con 325 sucursales. Abarcaron desde el conocido Ron Bacardí, 105 centrales azucareras, 47 almacenes de víveres, 16 molinos de arroz, 18 destilerías, 6 fábricas de bebidas alcohólicas, 5 de lácteos, siete de productos alimenticios, 2 de aceite, 11 torrefactoras de café, dos fábricas de chocolate y 1 molinera, pasando por 61 textileras,   19 empresas de construcción, 13 marítimas, 8 de envases, 8 de ferrocarriles, 6 metalúrgicas, una de electricidad, hasta 3 de jabón, 4 de pintura, 3 químicas, 7 papelerías, 3 farmacias, 13 tiendas por departamento, y 11 circuitos cinematográficos entre otras.

Las que pertenecían al sector agroindustrial pasaron al Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) presidido por el mismo Fidel. No fue suficiente la voluntad de los trabajadores, todas fracasaron y las que se mantuvieron lo hicieron gracias al subsidio estatal. A la ruptura de redes internas se sumaron las de los tejidos industrial – financieros del entorno organizacional inmediato y las redes extranjeras proveedoras de insumos. Los cierres se hicieron cotidianos; a la destrucción del tejido industrial privado se sumó el fracaso de la estatización y fue cuando Fidel ocultó su fracaso con el argumento del bloqueo económico y supuestas invasiones.

Cualquier parecido entre la película cubana y la venezolana es pura coincidencia. El gobierno venezolano, en su afán de ser más revolucionario que otros, ha expropiado más de 1.400 empresas de diferentes tamaños y en variadas regiones; si se agregan  las intervenciones ejecutadas sin garantías judiciales y sin indemnizaciones, muchas de ellas conduciendo a la liquidación de la empresa, el total se potencia. Los casos más conocidos son CANTV, Electricidad de Caracas, Banco de Venezuela, Owens Illinois, Aeropostal Lácteos Los Andes, Sidetur, Matesi, Siderúrgica del Orinoco (Sidor), Banco de Venezuela, Grupo Santander, Café Madrid, Café Fama de América, Agropatria, Venirauto, y las cementera Lafarge, Holcim y Cemex, Cada y Éxito que la nacionalizó creyendo que era de colombianos y resultó ser empresa con alto porcentaje de accionistas franceses, entre otras empresas, así como  fincas productivas como El Charcote y centrales azucareras dizque para desarrollar una cogestión con los productores, listado que aumentó gracias a las expropiaciones y confiscaciones de tierras de con base a la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario.

Un caso ilustrativo es el de la Compañía Anónima Venezolana de Pulpa y Papel (Venepal, 1954), empresa tomada por los trabajadores en agosto de 2003 y expropiada con el nombre de Industria Venezolana Endógena de Papel (Invepal), en enero de 2006 la estatización fue calificada como “histórica victoria” así:

“La nacionalización de Venepal y su administración bajo cogestión obrera reivindica la capacidad que tenemos la clase obrera para hacer avanzar esta revolución en la única dirección que garantiza su victoria: completar la revolución avanzando hacia el socialismo. Como habíamos previsto los marxistas, esta victoria ha servido para reactivar las heroicas luchas de los trabajadores de otras empresas cerradas. Se abre una nueva etapa, donde la clase obrera jugará un papel principal”.

Venepal, con el nombre de Invepal sería utilizada para una supuesta cogestión Estado – Trabajadores, fiasco que resultó ser una participación accionaria pues los trabajadores no tomarían decisiones como aportantes de fuerza de trabajo sino como asociados de la Cooperativa Venezolana de Industria de Pulpa y Papel (Convinpa), constituida por presiones políticas y poseedora del 49% de las acciones frente al estado con un 51%: ¡“Socialistas aplicando capitalismo puro!. Posteriormente el gobierno impuso los consejos de trabajadores y el esquema de empresas socialistas; no habían transcurrido nueve meses cuando los directivos de Invepal asociados a la cooperativa fueron expulsados de ésta por irregularidades administrativas.

Nadie mejor que el profesor Héctor Lucena para resumir la situación:

“Hay que resaltar que aquí en Venezuela son más los casos de empresas que han sido estatizadas, estando en plena normalidad o con un aceptable  funcionamiento. El gobierno estatizador lo justifica como una necesidad de controlar sectores que considera estratégicos, o en otros casos se trata de estatizaciones por retaliaciones, y aquí nos encontramos  las más diversas y en algunos casos con muy pocas razones económicas para tales decisiones. Con esto se destaca que hay frecuentemente más razones políticas  que económicas en las estatizaciones, que estas últimas razones son más bien subalternas”[2].

En síntesis, el gobierno desarrolla una política de violaciones sistemáticas de los derechos de propiedad privada soportada sobre  la amenaza de expropiar toda empresa de ciudadanos nos afectos al régimen. Si a este panorama se agrega la  reciente e inconstitucional Ley de Emergencia Económica, pareciera que las expropiaciones, apropiaciones permanentes y temporales de empresas y activos, intervenciones, invasiones y supuestos rescates de tierras aumentarán las amenazas a las empresas, constante gubernamental contra Empresas Polar.

¿Qué hacer con estas empresas? Conindustria y otros sectores proponen desde hace algún tiempo regresarlas al sector privado y esta solución es casi imposible en ciertos casos: las redes humanas que fortalecieron y dieron vida a esas empresas han sido destruidas. Fundadores, propietarios, directivos y trabajadores se han ido del país o tienen temor a recomenzar mientras este gobierno continúe amenazando al sector empresarial.

05.- EMPRESAS POLAR.

Empresas Polar, denominada así desde 1991, es una corporación industrial con 75 años de presencia en el país y actividades diversas en los sectores de alimentos, bebidas alcohólicas y productos de consumo masivo, que desde 1943, 1951 y 1960 produce tres de los más apreciados productos del consumidor venezolano: Cerveza Polar, Maltín Polar y Harina PAN.

Sus productos son: cervezas, y bebidas no alcohólicas a base de malta; producción de vinos y sangrías a partir de viñedos propios; y bebidas gaseosas, jugos, té frío, agua mineral, bebidas deportivas, bebidas energéticas y otras gasificadas. En cuanto a alimentos posee plantas industriales como procesadoras de arroz, avena, harina precocida, aceite, fábricas de pastas, margarinas, vinagres, mayonesa, salsas, alimentos del mar, mermeladas, bebida achocolatada, helados, alimentos balanceados para animales, jabones, detergentes y suavizantes de ropa. Cuenta con 28 plantas y 191 agencias, sucursales y centros de distribución en Venezuela, una planta productora de alimentos en Colombia y otra de malta en Estados Unidos; sus productos se comercializan también en otros países de América, el Caribe y Europa[3].

Desde los 50s inició actividades en lo social mediante la Asociación Civil y en 1977 se crea la Fundación Polar, conocida desde el 2006 como Fundación Empresas Polar. En 1991 construye el Centro de Atención Nutricional Infantil Antímano (Cania), institución se especializa en el manejo interdisciplinario de la malnutrición infantil; y desde el 2009 posee el Centro de Desarrollo Deportivo Empresas Polar el Edo. Carabobo para disciplinas deportivas por niños y jóvenes.

La calidad y cantidad de puestos de trabajo de Empresas Polar hacen de ellas un sector apetecible para laborar para un alto porcentaje de venezolanos; si se añade el reconocimiento a los esfuerzos  del grupo por llegar a los hogares pese a la crisis y constantes controles y obstáculos gubernamentales,  y una  Responsabilidad Social expresada en una amplia gama de programas sociales entre los que destacan los deportivos y la labor de la Fundación Polar, es obvio que el costo político de estatizarlas sea muy alto.

Sus actividades productivas y de responsabilidad social hacen de esas empresas un grupo reconocido y apreciado; encuestas recientes de Datanálisis señalan que al menos el 80% de los venezolanos declara “sentirse cercano a Empresas Polar”; 98% tener confianza en sus productos; 78% que es la institución empresarial más prestigiosa, y 92% evalúa positivamente su gestión “por el bienestar del país”.  Dato adicional: 92% considera que la solución de los problemas del país “pasa por un acuerdo entre el sector privado y el sector público, basado en el respeto mutuo y la racionalidad de las políticas aplicadas para atender la crisis”[4].

  1. – ¿QUIÉNES CONDUCIRÍAN EMPRESAS POLAR EN CASO DE EXPROPIACIÓN?

Los ataques de Maduro a Empresas Polar se han incrementado en los últimos días, pareciera no observar el alto costo político de esa acción. De haber decidido expropiar estas empresas el equipo interventor debe estar actuando. ¿Quiénes?, en el país tenemos excelentes profesionales de la administración y la gerencia, pero ello no basta, es necesaria la experiencia aplicada y Empresas Polar que es un complejo muy especializado cuya marcha solo será posible si el mismo equipo actual, el que la conduce continúa ya que no existe otro capaz de conjugar los múltiples roles que sus variadas actividades exigen.

Es de ingenuos pensar que el tejido humano construido a lo largo de la existencia de estas empresas se conservará intacto y a favor del interventor; los despidos y las renuncias estarán en la agenda. También es de ingenuos que directivos y trabajadores obedecerán sumisamente órdenes intervencionistas, como que la ciudadanía beneficiaria de los programas sociales guardará silencio.

No es de ingenuos pensar que las nóminas engordarán con militantes del PSUV y se multiplicarán por tres como sucedió con PDVSA. No serán precisamente los gerentes fracasados de las estatizadas empresas de café quienes mantendrán a flote a Empresas Polar, tampoco quien impulsó los fracasados consejos obreros de Sidor ni quienes llevaron a PDVSA a la obesidad laboral y al endeudamiento actual; menos los militares que en materia empresarial tienen cero uno (01) y de ser nombrados solo cumplirían órdenes. A todos estos les quedará grande esa labor, ninguno querrá meterse en ese embrollo, salvo los vivianes de siempre.

– A MANERA DE CIERRE. ¿POR QUÉ FRACASAN LAS EMPRESAS ESTATIZADAS?

Toda intervención, así fuese una simple inspección de carácter tributario o legal, interrumpe la normalidad organizacional. Si ella impacta  el concepto y la direccionalidad de la empresa, sus niveles directivos y estratégicos, el eje Proveedores ↔ Operaciones ↔ Clientes, la confianza y los sentidos de propiedad y de pertenencia de sus actores, el tren empresarial se descarrila e ipso facto se inicia la agonía y muerte de la intervenida.

Por lo dicho, una intervención o expropiación tendrá visos de exitosa solo si existe previo acuerdo entre las partes como debería suceder si se esgrime la “utilidad pública” constitucional como razón valedera y no para manipular seguidores pero… mantener los atributos de empresas exitosas no pareciera ser la intención de un gobierno acostumbrado a estatizar al estilo borrón y cuenta nueva.

Deseos de venganza construidos sobre resentimientos sociales no son buenos consejeros. Estatizar Empresas Polar es condenarlas al cierre y sería el fracaso más estruendoso y visible del gobierno, esa acción no tiene justificación salvo la construir una cortina de humo sobre los problemas generados por el harakiri gubernamental y los frustrados intentos de Maduro por cerrar filas entre sus cada día más menguados seguidores. Con su seguro fracaso, el gobierno quedará más desnudo en cuanto a su harakiri económico, hasta los mismos oficialistas extrañarán las arepas de Harina Pan y las polarcitas bien frías previas a sus obligadas marchas.

Afortunadamente las reservas morales de la amplísima mayoría de los venezolanos fortalecen una resistencia cabal encauzada en la ruta democrática, por ella continuaremos.

Por: Oscar Bastidas-Delgado

@oscarbastidas25

oscarbastidasdelgado@gmail.com

Profesor de la UCV. Consultor: Emprendimiento asociativo, RSE, Cooperativas, Participación. Defensor de la Democracia, la Autonomía Universitaria y la autogestión.

 

REFERENCIAS

[1] Ver http://www.venelogia.com/archivos/2922

[2] Ver http://www.elmundo.com.ve/firmas/hector-lucena/empresas-recuperadas-y-estatizadas–distincion-nec.aspx

[3] Ver lista de alimentos en https://es.wikipedia.org/wiki/Empresas_Polar

[4] Ver http://sumarium.com/lo-que-dice-las-encuestas-de-datanalisis-sobre-empresas-polar/

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Cambio Universitario. Junio, 2016

https://cambiouniversitario.wordpress.com/

Caracas, Venezuela: Universidad Central de Venezuela (UCV).