Son ciudadanos no electores, es la libertad no las elecciones

Quien crea que el chavismo es un proyecto fracasado, se equivoca. Sembrar en la psiquis colectiva la idea de que el chavismo fracasó, es sembrar la hipótesis de que estos venían preñados de buenas intenciones. Todo lo contrario, el chavismo es un proyecto exitoso, y asumirlo así, posiblemente sería un buen comienzo en la formulación de efectivas soluciones para su expulsión del poder.

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¿Por qué el chavismo es exitoso?

Cuando usted logra asimilar que el chavismo llegó con el propósito de dominar a la sociedad para eternizarse en el poder al costo que sea, entonces muchas cosas comienzan a cambiar, incluso nuestra percepción del proyecto cubano-chavista. Lo que incentiva al chavismo es el poder en sí mismo, no el bien común.

En lo económico con la imposición de numerosas medidas (el control de cambios, los cupos Cadivi asociados a las tarjetas de crédito, legislaciones excesivas, entre otras), han alcanzado desincentivar y quebrarle las rodillas al sector privado y a cualquier oportunidad de emprendimiento local, generando pobreza, fuga de divisas, desempleo, la perversión de las personas alrededor del sistema del dólar, una inflación galopante y la extinción de la clase media venezolana. No obstante, una nueva elite o high class se erigió en Venezuela: el pranato. De la misma forma, lograron dividir la sociedad en dos y hasta tres toletes utilizando el maniqueísmo en el discurso, por demás resentido y trasnochado, el cual ha penetrado en el tejido social, enfermándolo y haciéndolo cada vez más débil e inoperante.

Con la aplicación de la llamada “hegemonía comunicacional”, controlaron a medios de comunicación privados, públicos y comunitarios sin mayores complicaciones utilizando la misma Ley de Responsabilidad Social en Radio, Televisión y Medios Electrónicos (RESORTEME), y cuando el asunto se complica mucho, sueltan a sus perros, quienes se encargan eficientemente de robar cámaras, azotar las fachadas de los medios, agredir físicamente a periodistas y desaparecerlos sin ningún escrúpulo. Igualmente, con la venta de medios de comunicación privados a intereses oscuros dentro del chavismo (pero disfrazados de empresarios exitosos), le han echado mano a muchos de ellos profundizando el oscurantismo noticioso y la censura, poniendo en escena a entrevistadores “ecuánimes” tipo Vladimir Villegas, quien hace pocos años defendía la revolución a pecho abierto, integró las filas del Partido Comunista de Venezuela (PCV), fue constituyentista de la absurda carta magna con la que hoy fustigan a la ciudadanía, alcanzando a ser embajador de la república en Brasil durante el 2002, pero hoy pretenden dar cátedra en televisión de veracidad y “balance” en la información.

La perversión del sistema de justicia en el país ha llegado a límites insospechados, dónde los que ocupan los cargos de magistrados no cumplen con los requisitos académicos y morales mínimos para ejercer dichas funciones, y en lugar de tener un currículo tienen un prontuario, tal es el caso de Maikel Moreno, o podemos mencionar los casos de Calixto Ortega o del tupamaro Elvis Amoroso, quienes el miércoles fueron candidatos del PSUV a la Asamblea, el jueves perdieron las elecciones, y el viernes amanecieron siendo magistrados. De la misma forma, muchos observan el tema de la inseguridad como un fracaso para el gobierno, pero lo cierto es que han puesto a rodar una economía perversa pero a la vez muy lucrativa para muchos grupos en el poder (el secuestro, el robo, el sicariato y el narcotráfico), además de sembrar miedo en la sociedad y provocar el éxodo masivo de personas al calor de un clima de indefensión producto de la impunidad reinante, abusos policías, parapoliciales y militares, todo sin mayores costos políticos.

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Maikel Moreno, ex-convicto y Presidente del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ). Imagen cortesía de Panampost. 

Pero hay cosas que escapan al absoluto control de la dictadura, y para ellos tienen el arma secreta, el chavismo con careta de oposición y demás personajes que han hecho del cronismo de la crisis y del engaño un negocio. No es primera vez que sucede, que luego de controversias y fallos contra el régimen, aparece alguien comprometiendo dichas decisiones y enrareciendo el ambiente político, sino que lo diga Timoteo Zambrano, presente en las mesas de diálogo como negociador por parte de la “Coordinadora Democrática” en el 2002, pero luego de 14 años, sin que nadie lo haya elegido para ello, reaparece como negociador y mediador nocturno de la MUD con la dictadura. No obstante, hoy sale en defensa del régimen contra MERCOSUR calificando de “inaceptable” la decisión de los miembros de dejar fuera a Venezuela de cualquier posibilidad de ejercer la presidencia de dicho organismo por no cumplir con los requisitos mínimos para ello. Lo mismo hacía Henri Falcón, quien luego de pertenecer a las filas revolucionarias desde 1994 con el MBR-200, en el 2013 la MUD decidió que fuera el jefe de campaña de Henrique Capriles. Actualmente habla sin ruborizarse del legado de Chávez, y también salió en defensa del régimen tildando de “exceso” el decreto Obama con el que sancionarían a militares del gobierno de Maduro acusados de corrupción y violación de derechos humanos.

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Respuesta de Henry Ramos Allup a las personas que dentro de la oposición hacen críticas y exigen respuestas. Imagen cortesía de Twitter.

La propia oposición se ha perfilado como el apaga fuegos del régimen cuando ya el incendio ha agarrado cuerpo, incluso la dirigencia MUD se ha dedicado a atacar a las personas que disienten de sus difusas acciones vía Twitter, acusándolos de ser parte de un laboratorio del gobierno. Los mismos que acuñan hoy frases estalinistas como “guerreros del teclado” (argumento falaz utilizado para descalificar las críticas), fueron los mismos que ayer inventaron frases como: 1. “los estudiantes se lanzaron por el tobogán del odio”; 2. “esto se cae solo”; 3. “sobrado burdel político”; 4. “Maduro destruye el legado de Chávez”; 5. “Él solito se metió en eso”, refiriéndose a Leopoldo López y su encarcelamiento, 6. “déficit democrático” para no decir “dictadura”; 7. “la dieta de Maduro”; 8. El tristemente recordado ¿Y tú qué propones?; y demás frases infames con las cuales edulcoran y banalizan la espantosa crisis que vive el país.

En tiempos no de socialismo, sino de estalinismo tanto oficial como no oficial, la tecnología parece ejercer un rol incómodo en el desarrollo de la política en Venezuela. Seamos más claros, no es la tecnología, es la voz disidente que se manifiesta a través de ella. Hoy la falta de confianza en los expertos y analistas, en los personajes de la vida política, y en las grandes instituciones

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Registro de las diferentes mesas de diálogo que se han instalado con el régimen de Maduro. Imagen cortesía de Twitter.

sociales (dónde incluimos a los medios de comunicación) está en su punto más elevado en décadas, cuestión que parece relacionarse con el declive económico y el desprestigio y falta de consenso de los partidos políticos. Así, cuando observamos que van y vienen declaraciones a través del Twitter, nos damos cuenta que el problema no es el uso de la herramienta, el problema son las ideas que se exponen. La ciudadanía cada vez se entera con mayor velocidad de lo que sucede, incluso de aquellas cosas que algunos creen que son secretas, y es de esperar que dichos ciudadanos reclamen sus derechos a estar enterados de los pasos que da una dirigencia que (luego de prometer resultados) ahora aparece en negociaciones ocultas, sin explicar nada a nadie. El diálogo no se critica, lo que se critica es la falta de transparencia, es el considerar a las personas como electores y no como ciudadanos, la crítica es por comportarse como una pequeña minoría cuando en realidad se es amplia mayoría, es por no proponer algo distinto al chavismo, la crítica es por considerar como fin último las elecciones y no un sistema de libertades que se ponga en contraposición al modelo opresor que hoy triunfa en Venezuela. Si aún no se comprende que Nicolás Maduro ejecuta con precisión de cirujano el plan destructivo de Hugo Chávez y sus aliados cubanos (Plan Nacional Simón Bolívar o Plan de la Patria, 2013-2019), entonces muchos se merecen el presente y lo que vendrá, que será aún peor.

Por: Orlando Figuera

@ofiguera

orlando.figuera@gmail.com

Archivólogo y MSc en Comunicación  Social de la UCV

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Cambio Universitario. Septiembre, 2016

https://cambiouniversitario.wordpress.com/

Caracas, Venezuela: Universidad Central de Venezuela (UCV).

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